«Yo no he escrito este libro. Lo he robado.»
Una rica coleccionista encarga a un hombre que encuaderne tres manuscritos con una condición: que no los lea. Pero cuando se entera de que ...
Ruud Delagrange llega a París un día de invierno en el que las calles están llenas de nieve gris.
Recién incorporade a Industrias d'Arsonval, la empresa más grande del país, se encuentra ...
Cuando la cazadora Feyre mata a un lobo en el bosque, una criatura bestial irrumpe en su casa para exigir una compensación. Así, es trasladada a una tierra mágica y engañosa de la ...
—Tú, que eres poeta, ¿no ves que todas las almas humanas tienen el poder de cruzar? Cuando miras a los ojos de otra persona, ¿no sientes en la boca del estómago una especie de anhelo tan poderoso que te da miedo? Cuando estamos entre personas educadas, ¿no evitamos las miradas precisamente por el vértigo que nos produce mirarnos a los ojos? Y ese vértigo, ¿no es, más que el miedo a cruzar, el miedo al deseo de cruzar? ¿Es que nuestras almas no se buscan las unas a las otras en su lucha por la libertad de cruzar?
Mi nombre es Sidaya, hija de Yrea, nacida en Isla Verde. Guerrera de las huestes de Riela, superviviente del horror de Uhda, huérfana de la cascada y protectora del velo.
Solo ...