Qué torpe eres, Ueno: opinión de un cómic erótico que me ha hecho reírme a carcajadas

Ediciones Babylon nos ha sorprendido con el lanzamiento del manga de Qué torpe eres, Ueno. Un slice of life cómico y cargado de erotistmo en el que Ueno, presidenta del club de ciencias, inventa cada semana un instrumento nuevo cada vez más retorcido y disparatado para poder confesarle sus sentimientos a Tanaka. 

Argumento de Qué torpe eres, Ueno. 

Ueno es una joven retorcida y un poco torpe que todavía va al instituto. Allí, como actividades extracurriculares, acude cada tarde a un pseudo-club de ciencias con otros dos miembros: Yamashita, una joven introvertida a la que le encanta leer y obsesionada con el acoso sexual; y Tanaka, el típico pasota de turno. 

Ueno está obsesionada con declararle sus sentimientos a Tanaka, y como presidenta del club buscará la forma de hacerle saber las pasiones que levanta en ella a través de una serie de extraños y ridículos inventos que, al final, nunca sirven para su propósito. Porque… ¿cómo entenderá Tanaka que Ueno le profesa verdadero amor solamente oliendo sus medias o bebiendo su pis? 

Una estructura que se repite y que funciona

El primer tomo de Qué torpe eres, Ueno, es, en mi opinión, muchísimo mejor que el anime. La estructura de cada uno de los capítulos es exactamente la misma: Ueno presenta un nuevo invento, Tanaka se niega a probarlo, ambas chicas insisten desesperadas y tras experimentar las locuras de Ueno, Tanaka sigue en el mismo punto que antes: sin enterarse de que todos esos inventos son solo una forma retorcida de la presidenta por declarar su amor. 

El principio de cada uno de los capítulos del manga (el cual Ediciones Babylon ha impreso de forma muy acertada en el formato oriental de derecha a izquierda), implica siempre una larga descripción de al menos una página o dos cargada de referencias científicas sin ningún tipo de consistencia en la que las hipótesis sobre el funcionamiento de los inventos se van inventando sobre la marcha. Con la excusa de poner a prueba la eficacia de los inventos, Ueno tortura a sus dos compañeros de ciencias haciéndoles compartir olores corporales, obligando a Tanaka a mirarle por debajo de la falda o haciéndole comerse sus bragas. 

La presidenta Ueno funciona con la mentalidad del típico viejo verde pervertido de los antiguos mangas (una suerte de Mutten Roshi de Dragon Ball) y da por sentado continuamente que Tanaka es en realidad un joven secretamente degenerado el cual caerá rendido ante sus pies a través de la vivencia de situaciones cotidianas reconvertidas en momentos sumamente eróticos para la mente de cualquier “pervertido”: masticando las bragas usadas de una quinceañera o golpeándole en el pecho con fuerza.  

Una mezcla de Doraemon con Suzumiya Haruhi no Yuutsu. 

Qué torpe eres, Ueno mezcla dos de las grandes temáticas favoritas de los nipones: por un lado nos sitúa en la vida estudiantil de un grupo de alumnos en la que al menos uno de ellos tiene habilidades especiales, y por otro introduce una enorme cantidad de inventos absurdos sin ningún tipo de evidencia científica al más puro estilo de Doraemon. Y es que es imposible no recordar al gato azul con su bolsillo mágico cuando Ueno muestra su último aparato extraño, adoptando exactamente la misma pose que este. 

También recuerda el argumento a Suzumiya Haruhi no Yuutsu, una serie de novelas cortas con adaptación en anime en la que una joven llamada Haruhi tortura a un grupo de estudiantes que se unen a su club de estudio de sucesos paranormales (o SOS, en la versión original). Tanto la presidenta con su carácter de joven tsundere (personalidad esterotípica del anime / manga en el que una joven es brusca y mandona con el resto y que oculta un tierno carácter de fondo); como la propia Yamashita que recuerda poderosamente a una Yuki espabilada (Yuki es otro personaje de Suzumiya Haruhi no Yuutsu) hará que los amantes de esta serie se encuentren en terreno conocido. 

Pero lo que está claro y lo que le da la característica de seinen a este manga es la gran cantidad de rebuscadas y retorcidas referencias sexuales y eróticas que encontraremos. Atrás quedan los chistes fáciles de tetas y culos: Ueno es capaz de retorcer la realidad lo suficiente para que unas braguitas parezcan un croissant o incluso hacer una referencia a una penetración accidental con un dispositivo con forma de huevo vibrador que se desarrolla única y exclusivamente en la mente del propio lector. 

Sobre el dibujo y el estilo de Qué torpe eres, Ueno

Tugeneko es un dibujante relativamente nuevo en el mundo editorial con prácticamente un par de series publicadas y algunas colaboraciones realizadas. A pesar de la breve lista de títulos de Tugeneko, se ha ganado una merecida fama por su estilo de dibujo sencillo pero efectivo y su genial uso de las tramas.  

Una de las características diferenciadoras de Tsugeneko que podemos apreciar en este cómic es precisamente la gran cantidad de cambios de perspectivas que realiza sin aparente esfuerzo, dibujando a los personajes en diferentes posiciones. Su increíble capacidad para retratar a personajes sólidos en diferentes posturas hace que en ningún momento notes las viñetas vacías y que solo en una tercera lectura descubras que los escenarios en este primer tomo de Qué torpe eres, Ueno, brillen por su ausencia. Pero esto no importa cuando la propia Presidenta es capaz de mostrar una variadísima cantidad de gestos y posturas entre las que se encuentran la mayor estupefacción y la convicción de que enchufar un móvil a su entrepierna no es nada raro ni pervertido. 

Mi opinión sobre Qué torpe eres, Ueno

He de confesar que cuando cogí por primera vez Qué torpe eres, Ueno, esperaba encontrarme con el típico manga tonto erótico con chistes facilones y escenas en las aguas termales. Y, sin embargo, conforme iba leyendo, la pervertida y retorcida mente de Ueno y del propio Tugeneko y la cara de pasmarote de Tanaka poco a poco me iban divirtiendo más y más. El hecho de que la estructura de los capítulos se repitan para mí funciona de auténtica maravilla ya que, a pesar de saber a grandes rasgos con qué me encontraré en el siguiente episodio, las idas de olla de Ueno eran capaces de sorprenderme cada vez. 

Y es que Qué torpe eres, Ueno es lo que se llama un humor muy de nicho que sin duda funciona genial en Japón, más acostumbrados a divinificar las braguitas de una colegiala que el público europeo o americano. Pero todos los que crecimos con anime de colegios e institutos, todos los que vimos la metáfora del sangrado en la nariz como un símbolo de la excitación sexual masculina y sobre todo, todos los que amen esa parte pornográficamente retorcida y divertida de Japón, sin duda acabarán estallando en carcajadas como me pasó a mí. 

Honestamente, ver Qué torpe eres Ueno en anime tras leer el manga fue una auténtica decepción. Creedme, en este caso no me equivoco: el manga es mucho mejor.