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NOTA: 7

El honor de Preston da la talla: otra novela de Mia Sheridan que te hará volar

Eire 0 Comentarios
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Maestra, lectora empedernida y creadora de historias en mi tiempo libr...


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Imágen destacada - El honor de Preston da la talla: otra novela de Mia Sheridan que te hará volar

Argumento de El Honor de Preston de Mia Sheridan

Annalia ha crecido en la granja de los Sawyer junto a los hijos gemelos de los dueños: Cole y Preston. A Cole le concedió su primer beso, pero Preston es el que conquistó su corazón y al que le une algo mucho más intenso.

Preston siempre ha estado enamorado de Annalia, no obstante su sentido del honor, por su familia, por su gemelo, le impide intentar conquistarla... Hasta que una calurosa noche de verano, sucede lo inevitable y la pasión surge entre ellos. A partir de aquí se desencadenan una serie de sucesos que cambiará sus vidas para siempre y que conllevará a la desaparición de Annalia.

Pero al cabo de unos meses, Annalia regresará a la granja en busca de eso que tanto anhela, no obstante, Preston, que aun sigue sintiendo algo por ella, no le pondrá las cosas tan fáciles tras su vuelta.

Análisis y opinión de El Honor de Preston

A pesar de encantarme la novela romántica es la primera vez que leo un libro de esta autora. Y debo admitir que no me ha defraudado, ya tengo unos cuantos para seguirla de cerca.

Con un estilo fresco y contemporáneo va presentando a los personajes en todas sus facetas. La lectura va mostrando la complejidad de los protagonistas a lo largo del proceso por el que van pasando, lo que provoca que no puedas dejar de leer y necesites saber qué es lo que va a suceder.

Nos presenta la historia desde el comienzo de la amistad de los personajes, con una Annalia niña que conoce por casualidad a los gemelos, a como a medida que van creciendo, sus sentimientos van cogiendo forma, como el amor que sienten Lia - que es como llaman a Annalia – y Preston se va formando y los tontos impedimentos que ellos mismos se ponen al no ser claros el uno con el otro.

Annalia se muestra como una joven luchadora, a la que la vida no le ha regalado nada. Que siempre se ha sentido sola, y no encajando en ningún lugar por su baja condición social y el poco o casi nulo cariño que su madre le ha prodigado. Lo que siempre la ha marcado y provoca en ella un carácter muy retraído.

Su infancia desdichada comienza a cambiar cuando los hermanos Sawyer se cruzan en su vida, llenándola de algo más de felicidad y cariño. No obstante, algo que me ha decepcionado un poco, son –como he nombrado antes - los impedimentos que ella misma se pone para ser feliz, asumiéndolos y creyéndoselos, lo que parece que impida una mejor evolución en su vida.

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Miré los campos cultivados, dejándome llevar por la melancolía con el feroz anhelo en mi corazón. Deseaba todas las cosas que esos malditos parámetros me negaban: un hermoso lugar para vivir, una familia cariñosa, comida sabrosa que no procediera de latas y cajas de alimentos precocinados para microondas (o incluso a veces, para mi vergüenza, de la cocina económica del pueblo), y a Preston Sawyer. Sobre todo a Preston.

Su amor, Preston, aparece en la historia como un chico serio que nada tiene que ver con su hermano gemelo, Cole, más sociable y risueño. Tan iguales por fuera pero con un carácter tan diferente, ambos muestran tener sentimientos por Lia, prácticamente desde el principio de la historia.

Para Preston Lia siempre fue algo más que una amiga, pero su deber del honor – que resulta un tanto anticuado y excesivo – y su falta de comunicación con la protagonista, provocan que la relación se complique y ambos se alejen dejando paso a Cole, que no tardará en expresar lo que siente e intentar conquistar a Lia, jugándose su relación en una carrera de críos.

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—Si gano, te alejas de ella. Si ganas tú, lo haré yo. Palabra de hermanos.

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Apreté los labios, pero asentí, juramento de hermanos. Honor entre hermanos. Algo que jamás había roto. «Un hombre bueno siempre cumple su palabra».

A medida que vas avanzando en la lectura, comprendes mejor que es lo que llevó a Annalia a marcharse del pueblo en el que vivía y como los diferentes sucesos los separan por completo. A pesar de que el comienzo te deja un tanto sorprendida y logra enganchar, en algunas ocasiones he sentido que la lectura se alargaba un poco debido a la cabezonería de los protagonistas. Lia por no expresar sus sentimientos, y Preston por no saber responder a las necesidades más que evidentes de la chica.

No obstante, a pesar de ello, Mia Sheridan nos regala esta bonita historia, dura en algunas ocasiones, sobre todo al tratar el tema social de la inmigración de la población mexicana a Estados Unidos – muy bien expuesto, por cierto - la forma de vida del personaje femenino junto a su madre, que hace que sientas un amor por Lia y consigas empatizar con ella en las situaciones por las que está pasando.

No me ha pasado lo mismo con Preston, que me ha causado una sensación agridulce durante la novela, ha habido momentos en los que me hubiese puesto a gritarle cuatro cosas bien dichas. He tenido la sensación de que su manera de comportarse era algo precaria e infantil, incluso del siglo pasado, a pesar de la que la historia se desarrolla en un marco temporal actual.

Destacar que la autora nos trae una novela distinta en cuanto a la situación inicial de los personajes, pues ellos ya se conocen desde el inicio, algo novedoso si tenemos en cuenta que en la mayoría, los protas se conocen a posteriori y de casualidad. Y sobre todo la bonita descripción que hace de los campos y paisajes por los que nuestros protagonistas se mueven, haciéndote sentir parte de ellos y transportándote a California.

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Me recreé en la imagen de la vasta hacienda, en los acres y acres de verdes hileras verdes de campos llenos de fresas, lechugas, melones, espárragos, brécol, repollo, zanahorias, tomates y pimientos, en las enormes montañas que parecían pequeñas en la distancia. ¿Cómo sería vivir en un lugar así? ¡Debía de ser genial! Allí todo era grande y hermoso, desde los árboles y la casa hasta las tierras. Levanté la vista hacia el sol con los ojos entrecerrados. Hasta el cielo parecía más grande aquí. Y cuando llegara la noche, si todavía siguiera tumbada bajo aquel roble que solía visitar con frecuencia, la luna y las estrellas se verían también más grandes.

Sin duda una lectura, que si al igual que yo eres amante de la novela romántica, hará que la disfrutes mucho. El honor de Preston es una novela con muchos altibajos que nos mostrará el amor de la mano de dos personajes orgullosos capaz de perdonar y luchar por sus sentimientos a pesar del tiempo.

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