Orgasmatón es una increíble novela de Ian Watson que realiza una lectura feminista moderna creando un universo distópico en el que las mujeres son incubadas en probetas, despojadas de todos sus derechos y tratadas, a todos los efectos, como juguetes sexuales. El nombre de la novela viene de unas máquinas sexuales situadas en calles y comercios donde los hombres pueden comprar un polvo anónimo con una mujer encerrada en su interior por sólo 10$.
Orgasmatón es el resultado de un trabajo de edición conjunta y maravillosa, donde Ana Quijada traduce con maestría las palabras del gran Ian Watson; Alejo Cuervo complementa las escenas con la traducción de los preciosos poemas y Enrique Corominas diseña la portada y las ilustraciones interiores.
Argumento de Orgasmatón
En el interior de una isla paradisíaca, un grupo de jóvenes esperan ansiosas su Gran Día. Han sido incubadas artificialmente en una probeta, condicionadas para la obediencia desde pequeñas y modificadas con cirugía plástica de alto standing para ser perfectas para su Hombre: la persona que las encargó y que pagó por ellas.
Todas tienen grandes deseos de conocer a ese ser prometido que las amará y le dará a su vida un propósito, pero cuando llegan al otro lado descubren que el mundo real solo les tiene reservado un destino peor que la muerte. Mari, la joven medio gata, acabará en una jaula en la intemperie siendo azotada por un hombre malvado; a Hanna la encadenarán a un bar temático country donde se la follarán hombres sin escrúpulos por una monedas; Cathy pasará a servir a un hombre que solo la quiere como mechero y la joven, pura y preciosa Jade acabará en un ático rodeado de pieles de otras mujeres desolladas.
Poco a poco cada una de ellas comprenderán que todo lo que soñaron, todo lo que les contaron, no era más que un sueño.
Cada chica representa una perversión sexual diferente
Hasta hace muy poco solo hacía falta entrar en Tumblr para ver pasear frente a nuestros ojos una gran cantidad de porno audiovisual especializado en fetiches raros. Fetiches que van desde la ilusión de la mujer esclava hasta violaciones en grupo o incluso un tipo de pornografía muy específica que va de ver a mujeres lamer picaportes de puertas.
Tumblr cambió su política acerca del porno pero eso no hizo desaparecer los grandes fetichismos de la red que se presentan magistralmente en este libro en forma de modificaciones de las mujeres: desde Mari que representa la clásica neko-girl proveniente del anime con garritas y orejitas de gato que la hacen adorable; hasta el complejo de mujer con seis pechos siempre dispuesta a satisfacer los deseos de lactancia erótica o la joven que se parece a Alita con unos ojos desproporcionadamente grandes.
Dentro de este terrible universo de mujeres a medida, Ian Watson imprime un tono terrorífico en lo bien organizada que está la cadena de montaje, cómo le colocan a las chicas en la caja de envío el papel con el logotipo sobreimpreso, hasta el proceso de marketing que envuelve toda la idea de crear mujeres de forma artificial para que su único fin sea producir placer. Su cosificación llega hasta tal punto que entre los requisitos de los hombres existen barbaridades surrealistas como el crear un pecho falso que funcione de caja de cigarrillos o el aterrador requisito de que sus mujeres a medida sean físicamente incapaces de hablar, de manera que les deforman las cuerdas vocales para que no puedan transmitir ni un sonido o pensamiento que las haga parecer humanas (algo muy similar planteó más tarde Christina Dalcher con Voz, una novela que iba precisamente de impedir a las mujeres comunicarse como forma para someterlas).
Retiran el modelo. El doctor Tom me coloca con delicadeza el himen esterilizado entre los labios menores y lo presiona medio minuto con los dedos, hasta que queda fijado
Desde el mismo momento en que empiezas a leer Orgasmatón y ves que las jóvenes son consideradas objetos criados en probetas, la inevitable comparación con Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro y el debate moral sobre si es lícito avanzar la ciencia hasta la capacidad de crear seres humanos, flota ante la mente del lector. Sin embargo, Ishiguro se esforzó enormemente en que su obra transmitiese humanidad a través de la lucha desesperada de tres amigos por demostrar que tenían alma, pero Watson es más natural en ese sentido. A través de un salto de la conciencia de Jade del pasado al presente, crea con gran elegancia un retrato de las personalidades de las jóvenes de la isla sin tener que adoptar ninguna medida extrema: los sueños de las chicas y sus aspiraciones son todo lo que necesitamos para comprender, desde la primera línea, que tienen alma.
Un homenaje a Justine o los infortunios de la virtud
Es inevitable ver una increíble similitud entre Justine o los infortunios de la virtud y el personaje de Jade en Orgasmatón. Jade es una muchacha pura inocente que solamente busca el bien y poder corresponder al hombre prometido que se suponía que la amaría por encima de cualquier otra cosa. Sin embargo, conforme va avanzando en la historia, acaba pasando de mano en mano por una serie de grupos degenerados que justifican, al igual que lo hacían en su momento los personajes del Marqués de Sade en su obra, los actos de maldad cometidos.
Muchas de estas justificaciones están fundadas en falsos datos médicos y estadísticas (como ocurre con la propaganda que intenta desmontar los movimientos feministas) que reducen a la mujer a nada. Sin embargo, en vez de mostrar a todos los hombres malvados y crueles con un plan consciente de dominación masculina, muchos de ellos son simplemente inconscientes de que lo que hacen es horrible, recordándonos cómo cosas tan simples como el trato igualitario son valores que se aprenden desde pequeños.
Desde el punto de vista evolutivo, las mujeres se generan biológicamente a partir del Hombre, ciudadela del pensamiento, para proporcionar deleite y servicio, y como vehículo de la transmisión genética. Las mujeres son hombres vueltos del revés.
La figura de MACHO y el Hombre: una obra feminista y revolucionaria para la época
Desde el mismo momento en el que las chicas salen de la isla soñada que representa, de alguna forma la infancia y la juventud de la mujer, descubrimos que todo el sistema está gobernado por un ente informático llamado MACHO. MACHO es una consciencia colectiva capaz de controlar hasta el mínimo aspecto de la conversación o de comportamiento que, sin embargo, encarna en su figura a algo más amplio y conocido por todos: la sociedad misógina del heteropatriarcado.
Cuando hablamos de machismo en las calles, de techos de cristal o de fallos a favor de los violadores en los juicios, parece que los villanos de las historias no tienen rostro ni apellidos: todos forman parte de un entramado que ve como algo naturalizado la posición inferior de la mujer en una sociedad injusta. Watson, en esta obra, sabe captar perfectamente este ente machista que refleja una gran cantidad de aspectos de nuestra vida y que en la novela está gobernado por MACHO, mientras que en la vida real es simplemente la herencia de una educación fascistas y retrógrada en todos los sentidos.
Al haber sido condicionadas y educadas desde su “nacimiento” de forma que creen que complacer sexualmente a su pareja es el sumum de la felicidad, ni Jade ni Cathy tienen secuelas emocionales o muestran vergüenza o miedo tras haber sido violadas en varias ocasiones.
El problema de no considerar a las mujeres seres humanos e incluso no plantearse el simple hecho de que tenga sistema nervioso provoca que una sociedad tan abusiva y
también lenta pueden llevarse a dar situaciones como el abuso médico o el internamiento de una mujer herida sin ni siquiera su autorización. La novela es una orgía continua de situaciones violentas y degeneradas que se dan sobre una muchacha pura e inocente como puede ser jade y sobre sus otras tres hermanas, cada una de las cuales representa un tipo de humillación o de degeneración sexual completamente diferente.
Exijo un juicio justo (spoiler)
A partir del momento en el que las mujeres deciden organizarse en una cédula que rechaza por completo al macho como centro de su mundo, la violencia se convierte en uno de los ejes que las mantiene unidas. Así, por mucho que sus ideales sean puros y éticamente correctos de acuerdo a nuestros valores contemporáneos, sus inicios comienzan con juicios y sangre, haciendo responsable a cualquier Hombre de la maldad generalizada.
En el fondo, esto no debe extrañarnos. La soberanía del pueblo y la separación de poderes, uno de los pilares de la democracia moderna, se obtuvieron tras vivir el episodio más sangriento de la historia de Francia y a menudo los viejos libros de enseñanza sobre cómo empezar un buen gobierno (El Príncipe de Maquiavelo sin ir más lejos), afirman y aseguran que has de tener un gesto de violencia magnificada para poder ser respetado. De esta forma, con la venganza sembrando el corazón de las mujeres (recordemos que solo Mari está liberada del todo, el resto siguen bajo el influjo del comportamiento Valquiria), crean un propósito en común bajo este momento tan simbólico para ellas.
La simbología oculta en Orgamastón (major spoiler)
Creer que Ian Watson hilvana versos o escoge metáforas por pura casualidad es realmente inocente. Orgasmatón, con su nombre ridículo y su edición en tapa blanda, pequeñita y modesta, esconde en su interior una auténtica revolución feminista con una gran cantidad de símbolos ocultos que representan imágenes mucho más amplias.
Empezando desde DATOS, MAS y MACHO, la Santa Trinidad que gobierna el mundo de la Homanidad en una suerte de sueño que parece extraído de Serial Experiments Lain donde en realidad la conciencia colectiva depende de los cerebros de tres niñas y en la que el alma reside en la mente, donde se almacenan los recuerdos y las emociones de las niñas.
El androcentrismo de la obra queda más que manifiesto a lo largo de sus amplias descripciones, pero no es ningún accidente la elección de la palabra Homanidad en vez de Humanidad, un plural más genérico de género neutro. No podemos olvidarnos que Ian Watson escribió también la obra Incrustados sobre la influencia del lenguaje en la mente y que es muy consciente de la diferencia que supone el cambio de una simple vocal.
Por si esto fuera poco, la obra contiene una gran cantidad de referencias a la Revolución Francesa en el primer y patético levantamiento que tienen las mujeres cuando Mari les acusa de la falta de la separación de poderes y de un juicio completamente amañado que se desarrolla con una paródica votación desde el sofá de las casas de los televidentes a través de una tablet. Convertir los asuntos de Estado y la vida de las personas en un juego, desproveyendo a estos de su carga moral y sus implicaciones éticas recuerda, sin lugar a dudas, a Un mundo feliz de Aldous Huxley (así como muchos otros momentos de la obra).
Aunque no lo parezca, las continuas referencias a obras clásicas griegas e incluso a artistas reales (como ocurre con Yoko Tadanori) no resta el enorme influjo que tiene la religión cristiana en la obra, hasta el punto de que Jade comprende que la única forma forma de liberar a las mujeres es convirtiéndose en una mártir.
A través del intercambio de su vida por la Mari y de la retransmisión de todo su pasado al resto de mujeres, siembra la semilla para la revolución tan deseada. Se convierte en una santa, la cédula de plutonio donde se conservan sus memorias se vuelve un sitio de peregrinaje y sus últimos pensamientos son para sus amigas: Hana, Mari, Vivienne, Carmen, Val, Nori, Grace, Tina, Liz, Juno y Flash. Once de ellas sin contar con Cathy, la traidora.
Doce son las personas que la rodearon como las doce Apóstoles, y casualmente las personalidades de varias de ellas coinciden: Hanna, sosegada, tranquila y feliz podría compararse fácilmente con el apóstol Andrés, mencionado solamente tres veces en la Biblia pero representado siempre como la mayor manifestación de afabilidad; el apóstol Felipe, siempre precavido y con pies de plomo podría representar a Carmen; y es fácil comparar al agresivo y fervoroso Pedro con Mari.
Cathy, por supuesto, es el Judas de este libro. Una traidora a sus amigas y al feminismo que las vende sin tener ni un minuto de mala conciencia. A diferencia de la Biblia (un detalle que eché de menos, la verdad), esta no se ahorca al final de su traición.
Lo maravilloso de este libro es cómo Ian Watson al final de la obra plantea la lucha feminista como una lucha por obtener la igualdad. A pesar de que Jade tiene la posibilidad de ordenar a las monjas-enfermeras que le inyecten deseos de obediencia a los hombres que acaban de nacer en el cerebro, decide que esto no ayudaría a crear una sociedad justa y equilibrada, sino que sería de nuevo favorecer la balanza a uno u otro lado.
Mi opinión sobre Orgasmatón (libre de spoilers)
Leer Orgasmatón ha sido una experiencia extraña. Para empezar, como siempre soy honesta con vosotros, he de decir que el título me tiraba enormemente hacia atrás. Esperaba encontrarme una sesuda obra de ciencia ficción extraña e incomprensible como las que cayeron en mis manos en mi adolescencia que solo me dejaron una desconfianza llena de prejuicios por el género.
La portada, tampoco ayudó. Lamentablemente esta ilustración que tantísimo puede significar de un gran hombre devorando trozos de cuerpos de mujeres sonrientes, con la omnipresente Hana siempre delante, solo venía a corroborar mis sospechas de que odiaría la obra.
Y, sin embargo, me encantó. Ian Watson realiza una inteligente, descarnada, valiente y agresiva reconstrucción de una distopía donde el machismo ha llegado a cotas alarmantes y donde las mujeres no son nada. Después de ochenta obras que teorizan sobre qué les pasaría a las mujeres si perdiesen algunos de sus derechos, libros que se han escrito motivados por el éxito de la serie de El cuento de la criada, por fin me encuentro con una cargada de ideas interesantes y además que bebe de clásicos tan magníficos como Sade o Huxley.
El otro día en La vista desde las últimas filas, la obra que recoge los ensayos y discursos que Neil Gaiman dio a lo largo de su vida, encontré un artículo en el que este decía que las novelas eran masculinas o femeninas. Independientemente del hecho de que no estoy de acuerdo con esto de estamparle etiquetas de género a las obras, si me viese obligada a escoger diría que Orgasmatón es una novela claramente femenina. Los poemas traducidos por Alejo Cuervo, subversivos y diabólicos acompañados a la maravillosa traducción de Ana Quijada o el desprecio a la vida que muestra la obra sumado a una elegancia narrativa muy planificada, apoyan mi hipótesis.
Orgasmatón es fantástica. Realmente fantástica. Una joya escondida que no puedes dejar pasar. No te asustes por la portada extraña: dentro encontrarás algunas ilustraciones muy bonitas (aunque representen a Jade con el pelo oscuro… cof, cof) y un formato muy manejable.
Te lo digo ya mismo, si te gustan las distopías y disfrutaste de Un mundo feliz, tu siguiente lectura tiene que ser Orgasmatón.
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