Ganar a toda costa: un juego de poder y pasión en el corazón de un rancho

El otoño ha llegado y con él, la apuesta más fuerte de Phoebe Romantica para esta temporada: Ganar a toda costa y Phoebe Romántica tiene claro que su apuesta para la temporada es Ganar a toda costa. Es la primera vez que esta editorial, conocida por sus elecciones audaces y siempre acertadas, decide apostar por la pluma de Elsie Silver. Una autora que, aunque es nueva en el catálogo de Phoebe, lleva años cosechando éxitos en el panorama internacional.

Ganar a toda costa es una novela que, a primera vista, podría encajar perfectamente en el molde arquetípico del romance. Sin embargo, al adentrarte en sus páginas, te das cuenta de que es atípica en muchos aspectos. Desde sus monólogos interiores donde el protagonista masculino muestra su debilidad de carácter desde el primer aspecto (y que, sin embargo, la autora logra construirlo luego como alguien increíblemente sexy) hasta la trama principal que hace que la historia de romance y los numerosos momentos spicy tengan casi tanto peso como el desarrollo profesional de Billie.

Todo ello contribuye a que Ganar a toda costa tenga ese feeling similar a las cozzy films de Netflix y que te mantenga en vilo, no solo para poder ser testigo del desarrollo romántico entre Vaughn y Billie, sino porque también estás deseando saber qué ocurre con el caballito Double Diablo.

Antes de seguir desvelándoos mi opinión, dejadme que os cuente un poquito más sobre la trama y cómo está construida la novela, por favor.

Argumento de Ganar a toda costa

Vaughn está acostumbrado al mundo de lujo al que ha pertenecido toda su vida. Sin embargo, cuando su abuelo, el hombre que lo crio, muere de un infarto al corazón después de que la prensa expusiera que amañaba las carreras en las que participaban sus caballos, Vaughn se siente en la terrible obligación de limpiar y defender su nombre.

Para ello se desplaza al antiguo rancho de su abuelo y decide reformar por completo el lugar y contratar a nuevo personal. Lo que no se esperaba era que la nueva entrenadora fuera una chica tan atractiva, además de… impertinente.

Después de un duro comienzo en el que él la confunde con otra de las citas arregladas de su madre y tras intentar despedirla sin mucho éxito, le pone delante un desafío: tendrá que poner a punto a un caballo demoníaco al que nadie ha sido capaz de acercarse a punto para la carrera si quiere mantener su empleo.

Lo que él no se podía imaginar era que a Billie no le asustan los desafíos. Y que, además, tienen mucho más en común de lo que él se podría llegar a esperar.

Una novela que es más que romance con un protagonista masculino deconstruido.

Atrás quedan personajes mandones y arrogantes como los de Natasha Madison o Whitney G. Elsie Silver, con su particular forma de escritura, coge un arquetipo de personaje masculino que ya conocemos y que se ha repetido continuamente en el género de romance erótico como es el guapo millonario torturado, y le da una pequeña vuelta de tuerca.

Así, conoceremos a Vaughn: un hombre acostumbrado a tener dinero y a que todo el mundo haga lo que él desea. Pero en lugar de presentárnoslo como alguien arrogante, distante y conocedor de su poder, la autora se toma los primeros capítulos para invitar a la lectora a que comprenda la profundidad psicológica que realmente envuelve a Vaughn. Así, Ganar a toda costa comienza con un monólogo interior e introspectivo sobre el protagonista masculino. Este, tras darse cuenta de que ha sido un people pleaser de manual y enfrentándose al duelo de la muerte de su abuelo, comprende que no puede seguir haciendo lo que el resto del mundo espera de él. Incapaz de comunicar sus sentimientos y de procesarlos, se encierra en un rancho, dando la espalda a su familia y obsesionándose con limpiar el buen nombre de su abuelo sin tener siquiera la certeza de que este es inocente.

Vaughn está enfadado, nervioso y, sobre todo, da la sensación de que nunca ha tomado decisiones por sí mismo. Ha seguido el camino que su familia esperaba de él, tiene pocos conocimientos sobre el cuidado de un rancho y se siente completamente fuera de lugar. Como el típico hombre que no sabe procesar sus emociones, Vaughn se cierra sobre sí mismo y nos demuestra que, como se ha dedicado toda la vida a seguirle corriente a la gente, no sabe ni quién es ni lo que quiere.

Precisamente por ello la llegada de Billie es tan impactante para él. Billie, sin pelos en la lengua, que representa perfectamente el arquetipo perfecto de la mujer peleona en estos enemies to lovers de manual, encarna al mismo tiempo el sueño americano (algo irónico teniendo en cuenta que la autora es canadiense, pero en fin, me entendéis). Su trama y el planteamiento de la obra es algo con lo que es fácil empatizar: una mujer que es puesta a prueba una y otra vez con la intención de que fracase solo para proteger el ego mancillado de un hombre.

Sin embargo, lejos de echarse atrás, Billie está muy por encima de las expectativas de Vaughn. No solo es una cara bonita, sino que cuando le entrega una cabaña hecha polvo para vivir, decide limpiarla de cabo a rabo, incluso cuando está agotada del viaje. Lejos de quejarse por el trabajo duro, Billie demuestra ser una mujer que, a diferencia de su jefe, sí sabe lo que quiere y que no le teme a tener que trasnochar para conseguir meterse en el bolsillo a Double Diablo.

Y es que su historia y la trama principal de la obra no va sobre la capacidad de Vaughn y Billie por dejar de buscarse los límites de la paciencia y la tolerancia, sino del trabajo de Billie a la hora de tranquilizar y domar un precioso caballo que, venga, vamos a admitirlo, se parece enormemente a Vaughn

Caballo ganador: Vaughn y Doble Diablo son lo mismo.

Hay una enorme correlación entre Double Diablo, el caballo de carreras que debe entrenar Billie, y Vaughn. Ambos son seres tozudos, rabiosos, que odian a la gente, no dejan que nadie se acerque y se aproximan a Billie en una primera instancia de forma violenta y agresiva.

La autora lo hace de una forma deliberada y tampoco es que se lo ponga muy difícil a las lectoras. Así, cuando la joven le planta cara al dueño del rancho en su primer encuentro, tanto el caballo como el millonario reaccionan pegando una patada en el suelo. Ambos necesitan de la constante y segura presencia de Billie a su lado para abrirse a ella y llegar a sentirse seguros.

Hasta las descripciones de Vaughn y del caballo se parecen. En ambas Elsie Silver destaca el hecho de que son morenos (o con el cabello negro), impetuosos, esbeltos, guapos desde la distancia, etc. Todo ello no hace más que plantear un inteligente puente en la mente de la lectora, que comprende que, conforme más avanza la relación entre Billie y Double Diablo (al que llama cariñosamente DD igual que llama a Vaughn “jefe”), más intimidad ganan ambos.

Muy interesante el caballito, pero ¿tiene escenas picantes?

Sin lugar a dudas. A pesar de que me he extendido hablando de la genial trama sobre el trabajo de Billie domesticando al caballito que bien podría recordarnos a El hombre que susurraba a los caballos, Ganar a toda costa cuenta con todos los elementos que hacen de una novela romántica, una lectura memorable.

Así, seremos testigos no solo de la evolución del enemies to lovers a un apasionado lovers, sino que también asistiremos a la típica confrontación antes del final y la reconciliación más que deseable en este tipo de novelas. Entre medias veremos continuos encuentros de Billie y Vaughn que son tan apasionados y explícitos como podríamos esperar en este tipo de novelas y que además nos permiten ver un perfil más dominante del millonario frente a uno más tímido de Billie, siguen encuadrados en el género de vanilla sex.

Si buscáis pasiones menos convencionales, la guapa de Whitney G. tiene una novela en la que mete los pies hasta los tobillos en el bondage más clásico. ******

En conclusión, ¿qué me ha parecido Ganar a toda costa?

He de ser honesta y decir que estoy algo cansada de que el género romántico recientemente se amolde a un ABC básico en el que se repite la misma fórmula de personajes y argumentos sin innovar en nada. Precisamente por eso me he animado a hacer una reseña de Ganar a toda costa, porque está claro que la novela tiene mucho más que ofrecer.

Además de las escenas picantes que puede y es un gancho recurrente en el género, Ganar a toda costa cuenta con la trama de Double Diablo o DD, con sus propios nudos y momentos de tensión, sus momentos de liberación y que me aspen si no he derramado lágrimas por ese pequeño caballito. El libro funciona en todos los sentidos, es entretenido y te aporta dos o tres tardes intensas con una historia que no se complica demasiado y que te quita el gusanillo del cuerpo de una buena novela romántica. Para mí uno de esos libros que debes disfrutar con un bol de palomitas al lado.

Contadme si también la habéis leído.

Cheers!