Entendería que alguna lectora amante del sexo y la pasión que desborda Todas las malditas decisiones se tirase de los pelos con Todas las benditas decisiones, porque May Boeken te hará esperar hasta el final de la novela para consumar por fin el amor de la pareja o hacerles simplemente darse un beso.
A pesar de ello está claro que es un gran final para la novela. Y que no se nos olvidará tan fácilmente la magia que desprendió en su día en nuestras manos, Everlasting Wound.