"El señor de las moscas" es Premio Nobel de Literatura 1983, una fábula moral acerca de la condición humana.
Urdida en torno a la situación límite de una treintena de muchachos en una isla desierta, El Señor de las Moscas es una magnífica novela que admite lecturas diferentes e incluso opuestas.
En efecto, si algunos pueden ver en esta indagación de William Golding en la condición humana la ilustración de que la agresividad criminal se halla entre los instintos básicos del hombre, otros podrán considerarla como una parábola que cuestiona un tipo de educación represiva que no hace sino incubar explosiones de barbarie prestas a estallar en cuanto los controles se relajan.
El señor de las moscas, análisis y opinión de un clásico sobre la maldad humana
Conclusión del libro El señor de las moscas
La isla de El señor de las moscas
El señor de las moscas, análisis y opinión de un clásico sobre la maldad humana
La concha tenía un color crema oscuro, tocado aquí y allá con manchas de un rosa desvanecido. Casi medio metro medía desde la punta horadada por el desgaste hasta los labios rosados de su boca, levemente curvada en espiral y cubierta de un fino dibujo en relieve.
-¿Quién me vota a mí?
Todas las manos restantes, excepto la de Piggy, se elevaron inmediatamente.
Después también Piggy, aunque a regañadientes, hizo lo mismo.
-Queremos divertirnos. Y queremos que nos rescaten.
El apasionado rumor de conformidad que brotó de la asamblea le golpeó con la fuerza de una ola y él se perdió. Pensó de nuevo.
-Queremos que nos rescaten; y, desde luego, nos van a rescatar.
La isla de El señor de las moscas
Conclusión del libro El señor de las moscas
El señor de las moscas, análisis y opinión de un clásico sobre la maldad humana