5 cosas que quiero ver en la serie de The Witcher de Netflix

No sé muy bien cómo sentirme con la serie de The Witcher que está preparando Netflix y de la cual llevamos sin saber gran cosa desde que Henry Cavill salió caracterizado como un Geralt - elfo bastante cutroso. 

Por eso hoy se me ocurrió pensar en qué cosas necesito que tenga la serie de La saga del brujo para considerar que refleja fielmente el espíritu de la obra. Veréis que no me pongo tonta con el guion de la historia, esencialmente porque, que yo sepa, no han confirmado si la serie se basará en los relatos de El último deseo y La espada del destino o si simplemente crearán la trama desde la aparición de Ciri (que tiene toda la pinta, precisamente por el hecho de que el casting la incluye). Para mí, la obra de Sapkowski es mucho más que espadazos y aventuras. Os lo cuento aquí:

1-La mediocridad del ser humano. 

Si en algo se caracteriza La saga del brujo es precisamente por lo hideputas y asquerosos que son los humanos comunes a lo largo de toda la obra. Sapkowski domina el arte de crear paletos, burros y racistas por los caminos, modificar su lenguaje y mostrarlos como el hatillo de analfabetos violentos que son todos por lo general. Y eso lo quiero ver. Quiero ver cómo deforman el lenguaje de la gente corriente, cómo son supersticiosos y mentirosos y cómo intentan timar una y otra vez al brujo. Quiero a los palurdos de los caminos y a los salteadores de tabernas, y los quiero completamente fieles al espíritu dañino del polaco. 

2. No quiero un Geralt - Superman. Que sufra, demonios. Pero que siga siendo un carnicero

Si algo queda claro mientras lees la obra de La saga del brujo es precisamente el hecho de que Geralt debe prepararse antes del combate y que depende en mucho de sus conocimientos académicos de los monstruos para salir airoso de las situaciones. Sin embargo, no siempre esto le funciona. La primera vez que vemos a su madre en la obra, Geralt está tan malherido tras un combate que parece que no lo cuenta, y en varios capítulos hemos visto cómo este es superado por mucho por otros monstruos. 

Sin ir más lejos, en Estación de tormentas incluso tiene que usar a un humano de cebo para poder atrapar al bicho. 

Eso no quiere decir que contra humanos tenga que parecer un pelele. No adelantemos acontecimientos. El carnicero de Blaviken exige un par de desmembramientos rápidos y no me conformaré con simples trozos de cerdo volando. 

3. Quiero una ambientación maravillosa. 

Teniendo en cuenta que cuatro episodios estarán dirigidos por Charlotte Brändström, encargada de parte de Outlander y que otros correrán de la mano de Alik Sakharov (Juego de Tronos y House of Cards), entonces es posible que tengamos una atmósfera adecuada. Tenemos que tener en cuenta la guerra contra Nilfgaard a la hora de preparar el atrezzo y diseñar los escenarios, así como la complejidad política que se esconde tras los humanos y el aderezo necesario de monstruos gigantes y aterradores. 

Por favor, que las CGIs estén trabajadas: no nos pongáis a un pseudo-lobo huargo cutre en escena luchando contra Geralt. Como poco, deben dar tanto miedo y asco como la lamia del tráiler de The Witcher 3. Entonces, será una buena serie. 

4. Quiero una Yennefer inteligente, no solo sexy 

Y borde. Muy borde. Yennefer de Vengerberg es una joven que intentó matarse, odiada por todo y por todos y que nunca cumplirá su mayor deseo en la vida. Todo ese rencor debe mostrarse en un personaje fuerte e independiente, no creada para que el público la ame y adore sino que sea un auténtico estandarte del feminismo entre hechiceras: hace lo que quiere y cuando quiere: es dueña de su vida y de su voluntad. 

El papel de mosquita muerta simpática se lo puede quedar Triss Merigold, si queréis (para los que me sigáis habitualmente en Youtube, sabréis que odio a muerte a la falsa hechicera alérgica a su propia magia). Pero a Yenenfer, no le toquéis ni un pelo. Y por amor de dios, no reveléis que es una jorobada en los primeros episodios solo para que la audiencia la “acepte” mejor. 

5. Por último, quiero que guarde su tono adulto 

Y con tono adulto no me refiero a que se vea sexo desenfrenado sobre un unicornio continuamente, sino a que plantee cuestiones trascendentales y filosóficas. Para ver a un montón de gente en un mundo mágico dándose palos, tenemos Juego de Tronos, pero La saga de Geralt de Rivia va muchísimo más allá. Cuestiones de trascendencia como la posibilidad de vivir cientos de años y obtener un enorme poder a cambio de tu esterilidad, el racismo, el desprecio por el brujo, las conspiraciones políticas, etc. deberían tratarse con mucho respeto.  

Por favor, que no traten a la audiencia de tonta. Los libros no lo hacen. 

¿Qué os parece? ¿Me he pasado con las exigencias?