Momo es una novela de Michael Ende. En el siguiente post os traemos un resumen completo de todos los acontecimientos del libro, desde el principio hasta el final, sin realizar valoraciones críticas, análisis y opiniones. Para eso os recomendamos mejor nuesto post Momo, opinión de un clásico infantil que cambiará tu vida.
Introducción de Momo
Los cuatro primeros capítulos nos introducen en la escena desde donde transcurrirá la acción: las ruinas de un modesto anfiteatro donde las gentes del lugar suelen pasar el rato y por el que de vez en cuando se dejan caer un par de turistas despistados. De pronto al lugar aparece una niña pequeña y misteriosa que dice llamarse Momo. Cuando los lugareños le preguntan de dónde viene o cuántos años tiene, ella no sabe contestar porque no es capaz de contar. Rápidamente todos se dan cuenta de que la niña es una huérfana vagabunda por lo que, a pesar de ser pobres, todos ponen de su parte para adecentar un pequeño cuartito bajo el anfiteatro y para alimentar y prestarle compañía a Momo.
Pero pronto se dan cuenta de que ellos necesitan a Momo casi tanto como ella a los demás, ya que la niña posee la rara cualidad de ser capaz de escuchar perfectamente a la gente. Pronto todos los vecinos acuden a verla cuando hay una disputa, como la de un albañil con su vecino el tabernero; o simplemente para prestarle compañía. Muchos de ellos se convierten en grandes amigos de Momo pero ninguno tanto como Gigi, un joven carismático que vive de estafar a los turistas contándoles historias que nunca ocurrieron; y Beppo, un anciano barrendero.
Momo pasa los días feliz sin saber que una terrible amenaza se acerca: los hombres de gris.
Nudo de Momo
Los hombres de gris se expanden sin remisión y como ejemplo el libro nos muestra la vida de un hombre barbero que se pregunta si nunca conseguirá llevar una vida de lujos. En ese mismo instante aparece un agente de gris que se identifica como un empleado de La Caja de Ahorros del Tiempo. Este hombre, completamente vestido de gris y con una voz increíblemente monótona, saca un cuadernillo en el que demuestra que sabe exactamente cómo pasa el tiempo el señor Fusi, el barbero, hasta conseguir darle detalles privados de cada uno de sus segundos.
Realizando una cuenta básica con un lapicero sobre el espejo de la barbería le muestra al señor Fusi la enorme cantidad de tiempo que ha perdido en cosas inútiles como cuidar de su madre impedida o dar de comer a su periquito. Con un par de cálculos mentales consigue convencer al señor Fusi de que debe empezar a cortar el tiempo en cosas superfluas para ahorrarlo con ellos. Convencido, el barbero cierra el trato sin saber que en el momento en el que el agente salga por la puerta, olvidará que lo conoce, pero no la necesidad de “ahorrar” en tiempo: un dogma que se extiende por la ciudad en todos los sectores.
El contagio de gente que quiere ahorrar en tiempo se extiende, de manera que la ciudad se metamorfosea para convertirse en enormes edificios grises plagados de gente que viven única y exclusivamente por su trabajo.
Los hijos de esta gente, que están completamente desatendidos a pesar de que sus padres les den mucho dinero para librarse de ellos o juguetes muy caros, acaban en el anfiteatro con Gigi, Momo y el viejo Beppo. Allí los niños causan problemas, hasta que por fin los mayores consiguen sonsacarles que todos sus padres están demasiado ocupados para pasar tiempo con ellos.
Gigi, el viejo Beppo y Momo se preguntan cómo está pasando esto, pero no tardarán en enterarse ya que más tarde Momo recibe la visita de uno de esos hombres grises que intenta tentarla con una muñeca. Cuando ve que esta no se doblega ante él, pierde los papeles y confiesa que ellos son muchos y que usan el tiempo que roban a los humanos para poder vivir y reproducirse.
El agente huye, pero como Momo ha sido capaz de oír su verdadera voz, esta no le olvida. En cuando llegan Gigi y Beppo, Momo les cuenta todo lo que le acaba de pasar con el hombre de gris y los tres se plantean cuál debe ser su siguiente movimiento. Gigi cree que el hecho de que Momo les recuerde es lo que le da inmunidad frente a sus ataques y por eso propone que le cuenten a todo el mundo lo que está ocurriendo, pero Beppo cree que esta banda es mucho más peligrosa de lo que parece y que no deberían tomárselo como un juego.
Finalmente deciden seguir el plan de Gigi e intentan convocar a todos los niños y los adultos amigos de Momo al día siguiente, pero solo se presentan los niños. Tras explicarles lo que le ocurrió a Momo, Gigi propone que los niños y ellos realicen una manifestación por las calles para que los adultos vean que están siendo engañados. Sin embargo, ningún adulto es capaz de verlos, ya que todos estaban muy ocupados ahorrando su tiempo.
Gigi no se se desanima, pero Beppo sigue preocupado. Sus temores no harán más que aumentar cuando, después de que le obliguen a trabajar un turno extra con los basureros, se queda dormido en una esquina. Cuando se despierta descubre un grupo de hombres grises, que se han reunido junto a un tribunal para juzgar al agente que fue a ver a Momo. Los jueces del tribunal no dudan en culpar al agente y ejecutarlo arrancándole su maletín y su cigarro gris, no sin antes afirmar que lanzarán una partida de caza para acabar con la dichosa Momo.
Beppo, asustado, corre de vuelta al anfiteatro para avisar a su amiga, pero no la encuentra por ninguna parte. El hogar de Momo está completamente desordenado y hay huellas de neumáticos por todas partes. Lo que Beppo no sabe es que, horas antes de que los hombres de gris llegasen a su casa, ella había partido siguiendo a una tortuga mágica que le había pedido que la siguiera.
Momo camina por la ciudad mientras en la central de ahorro del tiempo se vuelven locos persiguiéndola. Cuando por fin parecía que iban a capturarla, Momo atraviesa sin saberlo la frontera de los límites del tiempo siguiendo a su amiga la tortuga y llega al casa del Maestro de la Hora, un anciano muy gracioso que protege a Momo y le enseña los misterios del tiempo y el origen de toda la vida. Cuando Momo le dice al Maestro de la Hora que quiere contárselo a sus amigos, este le contesta que tendrá que dormir todo un ciclo solar para que eso sea posible. Y así, Momo se echa a dormir.
Tercera parte y desenlace
Gigi y Beppo buscan a Momo cada uno por su cuenta, sin embargo no son capaces de encontrarla: los hombres de gris ya han puesto en marcha su plan. Gigi aparece en el periódico como el último cuentacuentos real y original que existe y de golpe empiezan a aparecer todos los días turistas para que les cuente una historia. Pronto, Gigi se hace famoso y su agenda empieza a estar demasiado ocupada: tanto que no tiene tiempo de buscar a Momo.
Gigi se cambia el nombre a Girolamo y es tal la fama y la riqueza en la que vive, que no le da tiempo a preparar historias nuevas por lo que se ve forzado a contar las historias que solo guardaba para Momo, a repetir otras o a robar historias y alterar los nombres y los lugares. Y de pronto, triste y con tres secretarias siguiéndole a todas partes, descubre que Gigi ha dejado de ser Gigi.
Beppo por su parte decide ir a la policía, pero en los primeros sitios a los que acude se ríen de él al escuchar la historia y en el último lo mandan a un hospital psiquiátrico. Allí recibe la visita de un hombre de gris que le dice que efectivamente tienen a Momo y que la dejarán libre a cambio de 100.000 horas de tiempo ahorrado. Beppo acepta y desde entonces pasa todo el día y toda la noche, sea la estación que sea, barriendo sin parar.
Cuando Momo se despierta, descubre con horror que ninguno de sus amigos va a visitarla al anfiteatro. Los niños tienen que ir por ley a un Depósito de Niños donde les enseñan a ser ciudadanos ejemplares, Nino ha abierto un local de comida rápida que está siempre a rebosar, Gigi viaja por todo el mundo para hacer promoción de su trabajo y Beppo Barrendero ha desaparecido. En un primer momento a Momo la inunda la pena e incluso piensa en entregarse a los hombres de gris, ya que la soledad que siente es insoportable.
Los hombres de gris se frotan las manos y quedan con Momo en presentarse a las doce de la noche para presentarles su plan. Momo, que ha perdido a la tortuga Casiopea, se vuelve aterrada cuando a las doce de la noche la rodean cientos de hombres de gris que le hablan con toda la sinceridad del mundo: quieren extorsionar al maestro de las horas para que les entregue el tiempo de toda la humanidad. A cambio, dejarán a Momo y a sus amigos en paz.
Momo se niega a ayudarles y cuando estos parece que se han ido, descubre a Casiopea justo bajo su pie. Ambas van corriendo al hogar secreto del maestro de las horas sin saber que cientos de hombres grises les siguen en secreto. Cuando Momo llega, el Maestro de la Hora y ella urden un plan para conseguir acabar con los hombres grises. Saben que estos se alimentan de tiempo, por lo que solo tienen que hacer que este se pare para los hombres de gris empiecen a agotar sus reservas.
El Maestro de la hora le da una flor de la hora a Momo y luego se va a dormir. En cuanto se tumba, el tiempo de todo el mundo menos el de Momo se congela. Los hombres de gris, al descubrir lo que pasa, se vuelven completamente locos y empiezan a atacarse los unos a los otros para arrebatarse los cigarritos grises (los cuales son la fuente de su vida). Momo, aprovechando la confusión, sale corriendo y persigue a un hombre de gris con la intención de que este le lleve a las reservas secretas de flores de las horas.
Este sitio está escondido en un entramado de tuberías bajo la ciudad. En cuanto llega, Momo ve cómo los hombres de gris empiezan a discutir entre ellos por la forma idónea de supervivencia. En un despiste, consigue cerrar la puerta de la cámara donde están las flores para que el frío que destilan los hombres de gris no les afecte. Los dos únicos supervivientes de todo el ejército la persiguen pero en la pelea acaban perdiendo sus cigarros y desvaneciéndose en el aire.
Momo abre de nuevo la puerta de la cámara empleando el último pétalo de su flor y consiguiendo descongelar el tiempo de todo el mundo. En ese instante, el Maestro de la Hora se despierta y con él el tiempo vuelve a su curso natural. Solo que de pronto, todo el mundo es muy feliz porque se sienten como si tuvieran tiempo de sobra.
Momo se reúne con sus amigos Beppo el Barrendero, Gigi Cicerone, los vecinos y los niños y son increíblemente felices de nuevo en su pequeño anfiteatro.
Moraleja de Momo
El libro de Momo de Michael Ende es en realidad un potente mensaje para los adultos. En él se explica cómo el hecho de perseguir el éxito profesional o el dinero como único fin solo trae la infelicidad. Lo importante es saber emplear tu tiempo en hacer felices a los demás, ya que solo de esa forma alcanzarás una completa plenitud de espíritu.
Al mismo tiempo pretende mostrarnos que cada humano tiene un tiempo de vida en el mundo, un tiempo que precioso que debe atesorar y emplear solamente en cosas positivas y que la muerte no es más que algo inevitable por la que todos tendremos que pasar.
Un libro precioso escrito en 1973 que todavía dice muchas cosas en plena sociedad contemporánea.
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