Paula Gallego y Ediciones Kiwi nos traen una novela romántica con una pareja protagonista no es heterosexual, algo poco común en el panorama editorial. Sin embargo, cada vez están surgiendo más obras que dan representación al colectivo LGTB.
Argumento de 7 semanas en París
Diana siempre ha sido una conquistadora, pero no ha salido demasiado bien parada de su última relación. El azar y una serie de casualidades harán que termine compartiendo piso con Julie: una chica con afición a los tatuajes y poco gusto por la intimidad.
Julie tampoco ha sido muy afortunada en el amor: su última relación no pudo terminar peor.
Ambas entrarán en un juego excitante y peligroso que a lo mejor no controlan tan bien como creían.
Diana y Julie, las protagonistas de 7 semanas en París
Julie ha vuelto a París después de un año sin pisar la ciudad ya que planea quedarse siete semanas. En vez de pagarse un hotel, decide quedarse un tiempo en la casa de la hermana de su amigo Jared y se pasa por la heladería para llevarle un detalle. Allí, sufre un encontronazo con una chica que está hablando por el móvil y no deja avanzar la cola.
Intentando alejar su mal humor por el conflicto con la joven, se dirige al piso para conocer a Diana, la hermana de Jared. Lo que ella no podía llegar a imaginarse es que Diana, la chica con la que convivirá los próximos meses, es la misma con la que discutió hace minutos en la tienda.
Aunque no hayan empezado con muy buen pie, nuestras protagonistas deciden dejar pasar el episodio en la heladería y darse una oportunidad. Al fin y al cabo, van convivir durante siete semanas. Poco a poco, irán forjando una amistad que dará paso a un juego excitante y peligroso.
“Será un poco imbécil, pero tengo que reconocer que es preciosa, que esa chupa de cuero le da un rollito malote muy logrado y...vale, me parece que eso carece de importancia ahora.”
Ninguna de las dos está preparada para lo que surgirá entre ellas.
Diana acaba de salir de una relación que parecía perfecta pero se volvió complicada. Ahora está intentando recomponer su vida y se ha prometido no volver a caer en su faceta conquistadora.
Julie viene también de un noviazgo que acabó de la peor manera posible. La suya fue una relación preciosa que chocó con una enfermedad que no pudo superar.
Ambas intentarán recuperarse con la ayuda de la otra, pero la atracción sexual que sienten será un problema...o no.
“Se levanta y camina hacia el congelador. Cuando regresa,tiene una tarrina de helado en las manos. Se sirve un par de bolas sobre los cereales y vuelve a guardarlos.”
La sexualidad en 7 semanas en París
Nada más empezar la novela, tenemos una nota de la autora en la que se nos advierte que en esta historia se trata el LGTB como algo normalizado. Paula Gallego nos reconoce que ella sabe que esto no es así actualmente pero que quería que en su narración se aceptara cualquier orientación sexual como algo normal y natural, a pesar de que pueda parecer algo utópico.
Sin embargo, la forma en que la autora lo ha desarrollado no lo hace parecer artificial ni irrealizable en ningún momento. Se trata de una relación más tal y cómo debería ser en la realidad.
Como representantes del LGTB, tenemos a Diana, a Jared y a Julie que son bisexuales. Incluso se trata la invisibilidad que sufre esta orientación sexual, junto con los prejuicios típicos que la acompañan. Como, por ejemplo, que no te pueden gustar las mujeres si no has probado a estar con una.
“-Oh, ¿me estás pidiendo el carnet de bisexual?- pregunta, y noto la tensión en su voz- ¿Tú?¿Precisamente tú? Nadie me preguntó si me gustaban los chicos antes de enrollarme con el primero. ¡Lo dieron por hecho!”
Los trastornos mentales en 7 semanas en París
En 7 semanas en París se habla de distintos trastornos mentales: ansiedad, depresión y shock postraumático. Ya habíamos leído sobre este trastorno en Todo lo que nunca fuimos, pero la forma de enfocarlo que se le da en esta ocasión es distinto.
No se habla tanto de los síntomas del trastorno, sino que vemos cómo los siente Julie en algunos momentos de la novela. La joven nos habla de cómo a veces no diferencia la realidad de sus miedos, de cómo ciertas cosas le traen recuerdos, etc. Hay algunas similitudes con la novela de Alice Kellen, puesto que hablamos del mismo trastorno, pero las dos autoras lo tratan de una forma muy distinta.
Mientras que en Todo lo que fuimos, se nos muestra información académica sobre los síntomas, en 7 semanas en París éstos se nos enseñan directamente a través de Julie.
Además, en esta ocasión tenemos más presente la figura del psicólogo ya que Julie se ha sometido a terapia e incluso habla de ello en alguna ocasión.
Diana también nos habla de la ansiedad que ha sufrido Kat en alguna ocasión, aunque de forma breve. Sin embargo, reconoce que también se trata de un trastorno mental bastante común.
Además, a través de Julie y de Jared, conoceremos la historia de Adam: su depresión, la progresión de esta y su final. Julie nos hablará de cómo su antiguo novio tenía días mejores y días peores, las discusiones, etc. Jared, que fue testigo mudo de todo, servirá de apoyo para Julie.
“Julie pasó tardes enteras rondando a Adam en silencio, procurando no molestarlo mientras terminaba su trabajo de fin de grado, pero manteniéndose cerca de él. Se levantaba temprano para desayunar juntos y volvía a acostarse después. A veces, lo esperaba despierta para darle las buenas noches.”
La promoción de 7 semanas en París
Para la portada y la promoción de la novela, la editorial ha contado con la ayuda de dos actrices maravillosas: Lara Grados es Diana y Tina Jardie es Julie.
Además, en el canal de Paula Gallego contamos con varios cortos en los que se han escenificado pequeños fragmentos del libro. Y no sólo eso, sino que la autora también se ha atrevido a ilustrar a nuestras protagonistas. Sin embargo, se trata solamente de ilustraciones promocionales para redes sociales y no serán publicadas en el libro. Son a todo color, con un estilo sencillo pero muy detallista. No falta ni un detalle e incluso podemos reconocer en los fondos escenas de la novela.
Mi opinión de 7 semanas en París
7 semanas en París no sólo habla de un romance no heterosexual, lo cual ya tiene mérito por salirse de lo habitual en el panorama editorial, sino que además es una novela donde se normaliza el formar parte del colectivo LGTB y donde se habla de bisexualidad y de enfermedades mentales como la ansiedad o la depresión. Por todo ello me parece una novela maravillosa y muy recomendable.
Además, tenemos un pequeño cameo de algunos de los protagonistas de 13 horas en Viena y 3 noches en Oslo.
Asimismo, me ha encantado el tratamiento que hace del trastorno de shock postraumático. Como todos los personajes apoyan a Julie e intentan que aprenda que no debe sentirse culpable por nada de lo que ocurrió.
En conclusión, 7 semanas en París me parece un maravilloso romance LGTB que además habla de trastornos mentales y los normaliza como algo que todos podemos sufrir. Una novela muy recomendada.
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