Una historia de amor que empezó hace años sin que nadie se diera cuenta, una chica con un shock postraumático y muchas cosas que superar,una casa en la playa y las olas como únicos testigos. Todo esto y mucho más es de lo que trata Deja que ocurra, la primera parte de la trilogía Todo lo que fuimos.
El argumento de Deja que ocurra
Leah ha crecido bajo la sombra del recuerdo del accidente de coche en el que sus padres murieron y en el que ella perdió las ganas de vivir.Desde entonces, es otra persona: ya no ríe, ya no siente y sobre todo, ya no pinta.
El tiempo va pasando hasta que un día a Oliver, el hermano mayor de Leah, le ofrecen trabajo en otro lugar. Es entonces cuando Axel, su mejor amigo, se ofrece a cuidar de ella.
Al fin y al cabo, la ha visto crecer.
Cuando Axel ve a Leah Rota decide ayudarla a juntar los pedazos, a volver ser ella misma.
Pero en el camino descubre a la verdadera Leah y aunque ella sea un amor prohibido no podrá evitar sentir algo.
La historia de Leah
Leah y sus padres iban en el coche por la autopista cuando otro coche chocó con ellos. La culpa ni siquiera fue suya: una mujer se había quedado dormida al volante tras un turno de doce horas en el hospital. Ese día la vida de Leah cambió porque aunque ella sobrevivió, sus padres no tuvieron tanta suerte.
De eso hace casi un año, pero ella no logra superarlo. Siempre había adorado pintar, pero ahora es incapaz de pensarlo siquiera. Siempre fue una niña imprevisible y divertida, pero no ha vuelto a salir con sus amigos ni a reír.
A su hermano le ofrecen un trabajo lejos y aunque en un principio no pensaba aceptarlo, finalmente lo hace. Será entonces cuando la vida de Leah cambie al irse a vivir con Axel durante un tiempo.
En el pasado esta situación la habría puesto eufórica ya que Axel fue siempre su amor platónico, pero tras la muerte de sus padres no se permite sentir nada.
“(...)¿sabes qué es lo más triste de no hacer algo por cobardía? Que, con el paso del tiempo, cuando pienses en ello solo podrás pedirte perdón a ti misma por no haberte atrevido a ser valiente. Y reconciliarse con uno mismo a veces es más complicado que hacerlo con los demás.”
La historia de Axel
Axel,el mejor amigo de Oliver, se ha criado con él y ha visto crecer a su hermana pequeña y como tal,ha vivido mil anécdotas con los padres de Leah, los Douglas. Pero desde que estos murieron, nada ha vuelto a ser igual.
Axel era pintor y tenía planeada la vida perfecta en la casa perfecta. Sin embargo, un día se sintió incapaz de volver a pintar, así que dejó la pintura. No se sentía capaz de pintar con el corazón, así que apartó las pinturas de su vida. Desde entonces se puso a ilustrar sólo cosas fáciles como encargos simples de figuras geométricas o personajes infantiles.
“El daño es un efecto colateral de vivir.”
La diferencia de edad de los protagonistas
Axel y Leah se llevan diez años y la diferencia de edad es algo que se trata a menudo en el libro. Axel nos habla de cómo ha visto a Leah crecer, de cómo la sigue considerando una niña y tiene un trato muy paternalista con ella en varias ocasiones.
Sin embargo, a lo largo del libro vemos como Axel comprende que ella ya no es la misma niña y que ha crecido, sin embargo el resto de los personajes no se toman demasiado bien que mantenga una relación con ella.
Existen ciertos prejuicios en la sociedad sobre relaciones con gran diferencia de edad ya que podría parecer que él está tomando ventaja de su experiencia para aprovecharse de alguien más vulnerable y varios personajes le dejan caer esta idea a Axel a lo largo de la novela. Pero él afirma continuamente que Leah está preparada para esa relación a pesar de su edad y de su evidente trastorno.
Leah, sin embargo, nos habla de Axel de una forma distinta. Lleva muchos años enamorada de él y es evidente que lo ha idealizado, pero vivir con él hará que descubra al verdadero Axel.
El shock postraumático de Leah
En la novela se habla claramente del shock postraumático de la protagonista de forma clara y directa . Leah ha estado en manos de un psicólogo, según las palabras de su propio hermano. Sin embargo no se la ve ir a ver a dicho especialista en ningún momento de la novela a pesar de que claramente no ha superado la muerte de sus padres. El shock postraumático es un trastorno mental más común de lo que parece y que limita la capacidad de vida de aquellos que los sufren. Por lo general un desencadenante es haber vivido, tal y como su nombre indica, un episodio traumático que afecta en mayor medida a los niños y adolescentes que a los adultos.
Los síntomas del shock postraumático pueden incluir reviviscencias, pesadillas y angustia grave, así como pensamientos incontrolables sobre el evento.
Es Axel el que se informa sobre la enfermedad y el que lo habla con Oliver, el cual le indica que no la presione, que les han indicado que la dejen a su aire. Sin embargo, Axel no le hace ningún caso e ignora las recomendaciones de Oliver y, por tanto, las del psicólogo. Presiona a Leah y poco a poco consigue que ella salga de su coraza y que vuelva a sentir.
Puede parecer algo muy bonito, pero es sin lugar a dudas peligroso y no se debería jugar con las recomendaciones de un especialista. Desobedecer al psicólogo y forzar a una chica enferma a enfrentarse a su dolor y a su pérdida puede originar ataques de ansiedad y ser contraproducente.
“Era tan curioso e ilógico que durante años nos enseñasen matemáticas, literatura o biología, pero no cómo gestionar algo tan inevitable como la muerte…”
El poder del amor
Es Axel quien ayuda a que Leah se recupere poco a poco y vuelva a ser ella misma. El libro promueve la idea de que “el amor todo lo vence”. No es un mensaje poco común en la literatura romántica, pero en este caso puede ser bastante peligroso.
Este tipo de creencias pueden propiciar que dependas psicológicamente de tu pareja y terminar generando una relación tóxica. De hecho, al final del libro vemos como Leah toma decisiones sobre su futuro únicamente en base a su relación con Axel.
Mi opinión de Deja que ocurra
Esta novela me ha hecho tener sentimientos encontrados: por un lado me gusta la historia de Leah y Axel y por otro no me termina de convencer la diferencia de edad.No es sólo que Axel y Leah se lleven diez años, sino porque ella es muy joven. Leah acaba de superar la mayoría de edad y no me parece que a esa edad se esté preparada para salir con un hombre que roza la treintena.
Además, no me termina de convencer cómo se trata el tema del shock postraumático, ya que se nos habla de que Leah ha ido a un psicólogo pero en ningún momento la vemos acudir a una consulta o seguir ningún tratamiento. Tampoco se nos explica por qué ya no va al especialista si claramente sigue sin superar la muerte de sus padres y psicológicamente no está bien.
Sin embargo, me ha gustado mucho ver cómo Axel se debate entre verla como una adulta o como una niña. A lo largo de la novela varias veces se fija en que ha crecido y se da cuenta de que ya no es la cría que era.
En definitiva, Deja que ocurra es una novela que mezcla en drama con el romance pero que acaba cayendo en tópicos peligrosos para el género. Se nota que la autora se ha documentado sobre el trastorno con el que construye a Leah, ya que se nos describen los síntomas acertadamente. Sin embargo no parece que se haya documentado en cuanto a un posible tratamiento, al menos en esta primera parte. Además, el resto de personajes no son conscientes de la gravedad que tiene un shock postraumático.
Además, en ciertos momentos, la forma en la que se habla de Leah me ha recordado a Lolita de Nabokov. Cómo se describe sus sonrisas, su afición a las piruletas de fresa con forma de corazón, etc.
En definitiva creo que la novela es entretenida y la historia de amor no está mal, pero el tratamiento del trastorno de shock postraumático no me parece el correcto.
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