¿Alguna vez te has preguntado por qué la literatura coreana está ganando tanta popularidad en Occidente? ¿Qué hace que estas historias, nacidas en una tierra tan distante y diferente, resuenen con tanta fuerza en los corazones de los lectores alrededor del mundo?
En este post intentaré adentrarme en el fascinante mundo de la literatura coreana contemporánea, explorando su evolución, su poder literario e histórico, y cómo ha logrado capturar la atención de la audiencia global. Te invito a un viaje literario, a través de la pluma de autores coreanos, que nos permitirá entender mejor no solo su cultura, sino responder a por qué editoriales como Alianza o Quaterni o Planeta cada vez apuestan más por obras de este fascinante país.
La literatura coreana cuenta con una larga tradición y siempre ha ocupado un lugar de alta importancia cultural. Desde sus inicios, ha estado profundamente influenciada por diversas filosofías y religiones, incluyendo el chamanismo/animismo, budismo, confucianismo y taoísmo, y más recientemente, el cristianismo. Estas influencias han dado lugar a una literatura oral que retrata un amor y una relación con la naturaleza, dentro de la cual el hombre es solo una parte de un cuadro mucho más grande.
La literatura coreana se divide ampliamente en dos eras: la literatura clásica y la moderna.
La literatura clásica duró hasta finales del siglo XIX y la moderna comenzó aproximadamente a principios del siglo XX. A lo largo de estas eras, la literatura coreana ha reflejado cinco influencias filosóficas principales: chamanismo/animismo, budismo, confucianismo, taoísmo y cristianismo.
El chamanismo se muestra en la profundidad con la que la literatura coreana muestra las emociones y los lazos con la naturaleza. El confucianismo otorgó una importancia cultural prioritaria no solo a la lectura y la escritura sino también al orden y la contemplación desapegada de los sucesos. El budismo influyó en que se explotaran como temas la búsqueda de la verdad, la iluminación y la compasión y el taoísmo, aunque en menor medida y precisamente por el peso que tuvo en la sociedad, también llegó a mostrarse en la literatura del momento.
El gran peso que estas religiones tuvieron sobre la literatura se muestra en cómo, dentro de la literatura coreana, abunda enormemente la temática del amor y relación con la naturaleza (como al comienzo de Bestias de una pequeña tierra de Juhea Kim) y su caracter manierista donde las malas acciones son siempre castigadas, las buenas recompensadas y la lealtad cobra especialmente relevancia (ya sea al rey, a los padres, a los ancianos, a los amigos y a las 'relaciones sexuales adecuadas' para el momento que implicaban siempre conceptos alrededor de la castidad y la dominación masculina).
Sin embargo, a pesar de la profusa actividad literaria coreana, no siempre se escribió con el alfabeto conocido como el hangul. Durante siglos en Corea emplearon los caracteres chinos para leer, escribir y estudiar, provocando que el acceso a la cultura se restringiera solo a los más cultos y ricos. Los caracteres chinos eran para la inteligencia coreana exactamente como el latín y el griego solían ser para Occidente. En consecuencia, gran parte de la literatura temprana en Corea estuvo fuertemente influenciada por el pensamiento chino y la mayor parte de ella fue escrita en chino. De hecho, existe cierta controversia crítica sobre si la literatura coreana escrita en chino clásico es en realidad literatura coreana o no.
No fue hasta el 1446 cuando el rey Sejong el Grande introdujo a través de un documento llamado Hunminjeongeum (El sonido correcto para la instrucción del pueblo) que se popularizó el uso del hangul. Este documento explicaba la necesidad de un sistema de escritura propio y proporcionaba instrucciones detalladas sobre cómo usar el nuevo sistema de escritura. el Hunminjeongeum fue el primer documento escrito en hanhul, pero el primer trabajo literario importante es el Yongbieocheonga (Cantos de los dragones voladores): una serie de poemas épicos que fueron escritos en la década de 1440 y publicados en 1447.
Como ya te podrás imaginar, las élites coreanas no aceptaron el hangul desde el primer día. Ya que estos valoraban con tanto fervor el confuccianismo y el estudio del chino y su escritura, el hangul no fue realmente representativo en la actividad literaria coreana hasta el siglo XIX y principios del XX, durante el período de la Ilustración Gabo y el movimiento de independencia contra el dominio japonés. Durante este tiempo, los intelectuales y los nacionalistas comenzaron a promover el uso del hangul como una forma de afirmar la identidad cultural coreana y resistir la asimilación cultural japonesa.
Como os comenté anteriormente, la literatura coreana clásica suele girar alrededor de temas como la letaltad, la relación del individuo con la naturaleza y el manierismo más clásico. En contraste, la literatura coreana contemporánea refleja la velocidad vertiginosa con la que Corea se ha catapultado al mundo moderno. En menos de ochenta años, la literatura coreana ha intentado reproducir un proceso que llevó al mundo literario occidental al menos tres siglos. Los temas y enfoques que resultan de la historia filosófica y política coreana son múltiples y, como en el caso de la mayoría de las sociedades, a veces contradictorios. Algunos de los temas más importantes en la literatura coreana incluyen la lealtad, el orden, las relaciones entre personas y el miedo a la separación.
Estos temas nacen de la relación entre una sociedad basada en una estructura social predeterminada y fija (principalmente desarrollada a partir de las creencias confucianas) y una sociedad y un país perpetuamente amenazados por la disolución (como ya ocurre actualmente) o la invasión. Es por ello que aparecen continuamente en la literatura contemporánea (no la histórica que regresa a sus raíces) donde predomina, continuamente, el resentimiento intrínsecamente incrustado en su interior.
De cualquier forma, los escritores coreanos contemporáneos están continuamente reinventándose, abordando temas más universales y explorando nuevas formas de expresión literaria. La influencia de la cultura pop coreana, también conocida como Hallyu, ha ayudado a popularizar la literatura coreana en todo el mundo. La música pop, los kdramas y las películas coreanas han capturado la imaginación de las audiencias globales, y la literatura coreana está siguiendo su ejemplo.
La popularización de la literatura coreana en Occidente es un fenómeno multifacético que se puede atribuir a muchos factores. En primer lugar, tenemos el creciente interés en la cultura coreana, impulsado por la popularidad del K-pop, los k-dramas y las películas, conocido como Hallyu o la Ola Coreana. Este fenómeno cultural ha ayudado a difundir la cultura coreana en todo el mundo, incluyendo su rica tradición literaria.
Al mismo tiempo, la cada vez más frecuente traducción de obras literarias coreanas al inglés y otros idiomas occidentales ha desempeñado un papel crucial al permitir que los lectores de todo el mundo tengan acceso a estas historias. Este logro ha sido posible no solo gracias al trabajo de traductores sino también a los programas de traducción financiados por el gobierno coreano.
El reconocimiento internacional de la literatura coreana también ha contribuido a su popularidad. Autores como Han Kang y su novela La Vegetariana han recibido premios literarios de alto perfil, como el Premio Internacional Man Booker en 2016, poniendo a la literatura coreana en el mapa literario global.
Por último, a pesar de que las obras literarias coreanas a menudo exploran experiencias y contextos específicos de Corea, también abordan temas universales con los que los lectores de todo el mundo pueden identificarse. Ya sea explorando las tensiones de la vida moderna, las relaciones familiares, o la lucha por la identidad, estas historias tienen un amplio atractivo.
Si lo anterior te ha parecido interesante o estás buscando por dónde empezar, te recomiendo algunos de los autores de literatura contemporánea coreana más representativos y que creo que son un punto de arranque sólido y fiables.
Kim Young-ha: uno de los más reconocidos en la literatura coreana contemporánea. Su obra Tengo derecho a destruirme es una novela intrigante y filosófica que explora la psicología humana a través de la historia de un asesino en serie. La narrativa de Kim Young-ha es conocida por su estilo único y su habilidad para explorar los aspectos más oscuros de la humanidad.
Hwang Sok-yong: autor que ha sabido capturar la esencia de la sociedad coreana en sus obras, abordando temas de identidad, historia y las tensiones sociales y políticas que han moldeado la Corea moderna. Entre sus obras más destacadas que están disponibles en español, están Mater 2-10, Al atardecer, Todas las cosas de nuestra vida y Bari, la princesa abandonada. Todos ellas publicadas por Alianza editorial. De estas cuatro, Todas las cosas de nuestra vida es probablemente la más representativa de la obra de Hwang Sok-yong. En ella, el autor captura de manera magistral la lucha por la supervivencia en una sociedad marcada por la desigualdad y la indiferencia, ofreciendo una visión cruda y conmovedora de la vida en las márgenes de la sociedad coreana.
Shin Kyung-sook: Esta autora se hizo famosa internacionalmente con su novela Por favor, cuida de mamá, que ganó el premio Man Asian Literary en 2011. La novela cuenta la historia de una madre que desaparece en una estación de metro de Seúl y cómo su familia se enfrenta a su ausencia. Shin Kyung-sook es conocida por su habilidad para explorar las relaciones familiares y las tensiones generacionales en la sociedad coreana contemporánea.
En resumen, la literatura coreana está ganando popularidad en Occidente debido a su poder literario e histórico, su capacidad para reivindicar la identidad nacional, su evolución y originalidad, la difusión de la cultura coreana en todo el mundo y la traducción de sus obras a otros idiomas. Aunque la literatura coreana puede ser diferente de la literatura occidental en muchos aspectos, su rica historia, sus temas universales y su expresión única de la experiencia humana la hacen atractiva para los lectores de todo el mundo.
¿Y tú? ¿Le darás una oportunidad a la literatura coreana? :)
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