5 cosas que te enseña Alma de bruja y la religión wicca que te traerán paz

Estoy completamente convencida de que hay un grupo de personas que llevan preguntándose toda la vida lo mismo. ¿Seré yo, que me estoy volviendo loca? ¿Es que acaso veo cosas donde no las hay? Alma de bruja, el maravilloso libro de Vivienne Crowley que nos enseña a ser honestos con nuestra verdad, cuenta la historia de un viaje de autodescubrimiento que realizó la autora como suma sacerdotisa wicca, a lo largo de toda su vida.

Sus vivencias y comentarios están plagados de una increíble sabiduría que sin duda te forzará a que releas una y otra vez el libro en busca de respuestas. Sin embargo, para aquellos que necesiten un empujoncito de moral o que les refresquen algunos principios básicos, aquí os traigo cinco cosas que enseña Alma de Bruja y que no me pasaron desapercibidas.

Y, si os pica la curiosidad, también podéis leer mi reseña sobre el libro. Prometo que encontraréis mi visión más honesta del libro.

1- Practica y confía en tu intuición

A veces, especialmente cuando las cosas se ponen difíciles o tenemos que tomar una decisión complicada, tendemos a ignorar nuestra intuición y aferrarnos a pensamientos lógicos e irracionales que van en contra de lo que sentimos y de nuestros recuerdos subconscientes. Sin embargo, es importante hacerle caso a nuestra intuición ya que no solo es posible que te esté previniendo de un terrible peligro, sino que además es el responsable del desarrollo de las ciencias y artes. En 1925 el físico teórico Erwin Schrödinger, ganador del Premio Nobel, publicó por primera vez su obra Meine Weltansicht (Mi concepción del mundo) y estaba en los umbrales de presentar la ecuación de Schrödinger (conocida por la paradoja del gato). Sin embargo, lo que poca gente sabe es que la inspiración para su ecuación vino de la espirituralidad Vedanta, no de cálculos científicos.

Erwin Schrödinger decidió hacerle caso a su intuición y continuar el camino que su subconsciente le estaba marcando, cambiando para siempre la forma en la que percibimos el universo. Este es solo un ejemplo de lo importante que escuchar a tu intuición y tenemos que aprender a seguirla más a menudo a base de práctica: actuando primero sobre pequeñas cosas y luego tomando decisiones más importantes a medida que aumenta nuestra confianza.

2- Ábrete a nuevas experiencias

El miedo a lo que pueda ocurrir en el futuro es un ancla poderosa que nos impide crecer y, sobre todo, que nos cierra las puertas a nuevas ideas, trabajos, comidas, lugares y experiencias. Sea o no la wicca y el paganismo tu religión, lo que está claro es que abrirnos al cambio y percibirlo como un reto divertido que superar siempre traerá buenas experiencias.

Está claro que algunos de esos cambios no serán buenos y puede que fracasemos o tomemos un camino peor al actual, pero, tal y como cuenta Vivienne Crowley en Alma de Bruja, no debemos tener miedo a fracasar ni tener siempre la razón. Abrirse a nuevas experiencias y cambios nos permitirá ser más resilientes y tolerantes ante la diferencia: un requisito básico para sobrevivir en el mundo sin ir quebrándonos poco a poco.

Como con la intuición, la apertura de mente también es un hábito que debemos poner en práctica. Si nos entrenamos para ser más abiertos en pequeños aspectos, pronto empezaremos a comportarnos de forma diferente. Cuando nos comportamos de forma diferente, reconfiguramos nuestro cerebro con nuevos hábitos y, poco a poco, cambiamos.

3- Tus pensamientos no son hechos

Hay una frase que resuena en la cabeza de todos aquellos que practican la meditación: «tus pensamientos no son hechos». Por muy sencillo que pueda parecer, esta premisa tiene un poder enorme y puede hacer que nos detengamos en seco al darnos cuenta de lo cegados que hemos estado.

Para la autora de Alma de bruja, comprender esto es fundamental ya que, como bien explica, nos permitirá dejar de perder el tiempo con infructuosas elucubraciones, anticipaciones de hechos que probablemente nunca lleguen a ocurrir y fantasías negativas, alimentando a nuestra ansiedad al anticiparnos ante cualquier catástrofe.

Poner en práctica este consejo es más complicado que las anteriores lecciones. Sin embargo, una vez que empezamos a escucharnos, a practicar la meditación, a procesar los sentimientos y emociones que sentimos sin retenerlos dentro de nosotros (practica que también recomendaba Gwenon Doyle en Indomable (Urano. 20121), podemos decidir qué hacemos con ello. En lugar de etiquetar todo lo que llega a nuestra mente como bueno, malo, correcto o incorrecto y reaccionar ante ello, nos permitimos ser conscientes de las impresiones que recibimos sin emitir de inmediato juicios. Esta toma de distancia es fundamental para el desarrollo de la voluntad y para tener una mente y una vida más equilibradas.

4- Solamente puedes cambiar el ahora

¿Eres de esas personas que una y otra vez le da vueltas al pasado o que teme no hacerlo bien y que en el futuro las consecuencias vengan a aplastarle? Está claro que los recuerdos del pasado son de todo menos productivos: hacen que idealicemos las partes buenas y que demonicemos las malas, recreándonos en el dolor que nos han convertido en quiénes somos a día de hoy.

Sin embargo, hemos de recordar que el tiempo es como el agua en movimiento (un elemento, por cierto, increíblemente recurrente en espacios de meditación): pretender que se quede quieta arrebataría toda su belleza. Con esto lo que la autora nos quiere decir es que, como en el punto anterior, no nos sumerjamos de cabeza en el mar que son nuestras emociones y no dejemos que las olas zarandeen nuestros pensamientos hasta sentir que nos ahogamos. Aceptemos que, simplemente, la persona que fuimos en el pasado y la que seremos en el futuro ya no existe. Somos, únicamente y exclusivamente, la que podemos percibir ahora mismo.

5- No pares de estudiar

El cerebro humano se nutre de la novedad y necesita la estimulación de lo insólito. Cuando somos niños cada día es para una experiencia nueva de aprendizaje y nos encontramos en un estado continuo de exploración y estimulación, siempre procesando e integrando nuevas experiencias. Sin embargo, como adultos, es fácil perder nuestro sentido de asombro y nuestro compromiso con el mundo. Nuestra visión se vuelve vidriosa y dejamos de mirar a nuestro alrededor como una oportunidad de aprendizaje, para pasar a enfocarnos en la rutina diaria y en las tareas cotidianas. Esta falta de estímulos novedosos puede hacer que nuestro cerebro se vuelva menos activo y se pierda la capacidad de aprender y de adaptarse a nuevos desafíos.

Tal y como indica Alma de bruja en el libro, es importante mantener nuestra curiosidad y abrirnos a nuevas experiencias, ya que esto puede ayudarnos a desarrollar habilidades cognitivas y a mantener nuestro cerebro en forma. La exploración y la experimentación son fundamentales para mantenernos en contacto con nuestro entorno y para seguir aprendiendo a lo largo de nuestra vida. La novedad y la creatividad también pueden ayudarnos a mantener nuestro interés y entusiasmo por la vida, lo que puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional. Por lo tanto, es importante buscar y valorar la diversidad en todas las áreas de nuestra vida, desde nuestras relaciones hasta nuestras actividades diarias, para mantener nuestro cerebro activo y en constante evolución.

¿Te ha resultado útil este post? En él he recopilado algunos de los muchos consejos que Vivienne Crowley da para poder mantenernos felices, en contacto con nuestro “yo interior” y por tanto poder canalizar todo nuestro potencial. No es algo exclusivo para aquellos que practiquen la brujería wicca. De cualquier forma, si te ha resultado de interés, te animo enormemente a que leas mi reseña de Alma de bruja o que, directamente compres el libro, pongas una taza de té al fuego y te sientes a leer. Es una obra simplemente imperdible.