No estaba buscando un nuevo trabajo y no tenía ninguna experiencia como niñera.Solo había ido a entregar un pedido de cupcakes.Pero una dulce mentira no le hace daño a nadie, ¿verdad?
Además, ser chef de repostería es mucho más difícil que cuidar niños, ¿no?Antes de que pudiera confesar la verdad, el multimillonario más gruñón de Manhattan me hizo una oferta que no pude rechazar y fui lo bastante estúpida como para aceptarla.
Pero me olvidé de dejar el corazón fuera de todo el asunto…
Esto no le quita en absoluto puntos a la obra: es, simplemente, otra tipología de libro más parecido a los de Louise Bay que a lo que nos tiene acostumbradas Whitney G. El toque de humor sarcástico, la rapidez de la trama y el hecho de que Harlow a menudo hace las cosas como le da la gana hace que, honestamente, Una dulce mentira se convierta en la novela perfecta para cuando no te apetece complicarte la vida. Es un escape rápido con sabor a muffin red velvet y a Coca Cola Zero: una obra con la que reírte y divertirte que se puede leer perfectamente en cuatro horas y que te dejará un buen sabor de boca.
Y es que a veces, eso es todo lo que necesitamos