Las andanzas de un caballero de Poniente Los tres primeros relatos de Dunk y Egg Muchas son las historias que se cuentan sobre Aegon V el Improbable y ser Duncan el Alto, su leal comandante de la Guardia Real. Pero la magia y la épica de la leyenda esconden la verdadera naturaleza de los héroes: la determinación de un huérfano del Lecho de Pulgas que llegó a caballero, el arrojo de un príncipe que cambió la corte por los caminos y una amistad inquebrantable capaz de vencer intrigas, traiciones... y revueltas. Durante los reinados de Daeron II y Aerys I, cuando las heridas de la rebelión de los Fuegoscuro todavía estaban abiertas, tienen lugar las primeras aventuras de un caballero fornido y bonachón y de su escudero, un infante real, fiel y de fuerte temperamento. A medio camino entre la fantasía heroica y la novela de caballerías, El caballero de los Siete Reinos narra las peripecias de dos héroes bondadosos en una tierra despiadada.
Pero todo ello forma parte de la experiencia de estos cuentos maravillosos, llenos de detalles y de un cariño por cada elemento del escenario que parecían completamente perdidos dentro de la narrativa de Martin. Página tras página, he aprendido a remojar el tasajo de carne en cerveza para hacerlo más comestible, a vaciar un bollo de pan para usarlo como cuenco de guiso o las diferencias entre una lanza de justa y una de guerra a la hora de enfrentarse dos caballeros.
El caballero de los Siete Reinos es sin duda una obra indispensable para todos los que os gusten las novelas ambientadas en entornos medievales o que seáis fans de Canción de hielo y fuego. Y a mí, personalmente, me ha reconciliado con la lectura este 2019.