Cuéntalo es necesaria. No solo es maravillosa, sino que también cumple la función social de darle visibilidad a la depresión y a la violación, a sus consecuencias y sus achaques, al hecho de que no se trata de un problema de actitud. A lo necesario que es contar los abusos sexuales.
Porque quizás, y solo quizás, esta novela gráfica llegue a las manos de alguien que necesite contarlo. Y quizás, solo por eso, le salve la vida a alguien.