Una de las pocas partes que no nos entusiasmaron fueron la forma de hablar de la madre de Valentina, la ponen como un ser cruel que abandonó a su familia cuando en realidad no fue un suceso esporádico que nadie viese venir, tras mucho tiempo soportando como su marido se distanciaba de ella y averiguar que le había sido infiel decidió que no quería seguir con esa vida y optó por intentar encontrar la felicidad a su manera, puede que fuese cierto que no lo hiciese de la mejor manera o la más diplomática, pero en todo momento se describe al padre como una víctima cuando en realidad fue él mismo quien lo propició con ciertos comportamientos. También nos quedamos con las ganas de saber más cuando al final Marc el exnovio de Valentina, le pega una paliza casi mortal al hermano de ésta cómo pudo quedar libre, en ningún momento te confirman si al menos se presentan cargos o si se le impone algún tipo de castigo a mayores del odio e indiferencia que decide adoptar la protagonista hacía él.
Es una novela muy recomendable para todo tipo de personas, si amas el romance sin duda ésta es tu historia. Aunque te recordamos que si estás acostumbrado a leer un género más adulto seguramente encontrarás este libro demasiado light. Sin embargo, os recomendamos que le deis una oportunidad y pongas unos cuantos Caramelos de café en vuestras vidas.