Alejandra Parejo es una autora española nacida el 13 de febrero de 1990 en Mallorca, España. Estudió Publicidad y Comunicación Audiovisual, lo que la llevó a trabajar en agencias de publicidad como redactora y guionista. Actualmente, trabaja como escritora independiente para diferentes marcas y proyectos, y también imparte talleres de Escritura Creativa en La Escuela de Escritores. Alejandra ha escrito dos novelas: Una familia normal (Planeta, 2019) y Una madre (ADN, 2023). Ha colaborado con Harper's Bazaar y Marie Claire, y con su primera novela, fue finalista del premio Ojo Crítico en 2019.
El interés de Alejandra Parejo por escribir sobre las relaciones familiares y el papel de las mujeres en ellas se refleja en sus libros. Su primera novela gira en torno a la vida de una familia, mientras que su segundo libro, Una madre, se centra en la relación entre madres e hijas. A través de su trabajo, Alejandra intenta explorar las expectativas que se tienen sobre las mujeres en diferentes generaciones y cómo están cambiando.
Alejandra Parejo cree que la escritura ayuda a desenredar nudos y desbloquear barreras creativas. Durante la pandemia, se sintió bloqueada por un tiempo, pero se dedicó a la lectura, y fue solo después de leer el libro Liquidación de Ling Ma que se sintió inspirada para seguir escribiendo.
No soporto el llanto que, aunque hueco y lento, se me engancha el tímpano y lo oigo aún cuando no suena. Es solo un eco, un ruido lejano que a veces se acerca y se adhiere a todo. Que sea de noche solo incrementa la incertidumbre, y ha cambiado tanto mi percepción del paso del tiempo que ya no sé si él llora demasiado o algo no funciona dentro de mí y he dejado de ser capaz de gestionar bien la caída de los párpados.
Me daba mucho miedo pensar que no estaba guapa, que no era lo que ella esperaba, que a lo mejor ella quería una hija que se dejara hacer trenzas en el pelo, que no dejara nada en el plato y no tuviera los ojos tristes. Que mi madre no estuviera hecho que viviera con un miedo constante de que muriera mi abuela.
En este momento del día, este espacio que flota suave y lento, es un resplandor que me ayuda a entender que la vida es más esto que pasa ahora raya, aunque sea un instante veloz, raya que todas las preocupaciones que se me amontonan a diario.