El amanecer de tu sonrisa es la novela de vaqueros sexys que estábais esperando

Argumento El amanecer de tu sonrisa

Un ranchero cabezota pero con un corazón enorme que solo busca el bien de los demás, afirmando que el ya ha conseguido todo lo que podría esperar en la vida.

Una joven con toda la vida por delante, pero con serias dificultades que sobrellevar y con secretos que ya no quiere esconder más.

Ambos tuvieron un pasado conjunto en sus años universitarios, y pensaban que todo estaba zanjado, hasta que el destino vuelve a poner a cada uno en su lugar.

El reencuentro trae consigo una boda y una nueva e inesperada personita que pondrá sus mundos patas arriba.

Ahora deberán creer en lo suyo y luchar por todas las sonrisas que se han quedado en el camino.

Análisis y opinión de El amanecer de tu sonrisa

Debo admitir que tengo una pequeña predilección hacia las novelas románticas, pero si además tienen vaqueros sexys de por medio y son contemporáneas, ya me tienen totalmente ganada.

Y en esta historia, es claramente lo que ha sucedido, pero antes de dar mi humilde opinión, vamos a comentar su historia y personajes.

En esta novela, la autora, Inma Cerezo, nos trae la historia de Amanda y Max. Dos personajes que ya aparecieron en una anterior novela, El sonido de tu mirada, donde pudimos entrever algunos pequeños matices de la personalidad de cada uno. No obstante, en esta nueva novela, pasan a ser los protagonistas indiscutibles, y podemos terminar de conocerles por completo,

El relato se desarrolla en un rancho de Kansas, donde Max, al cuidado de las tierras de la familia, trabaja y vive. El protagonista masculino tuvo que dejar sus estudios y volver al hogar familiar, cuando su padre, con quien no tiene una buena relación, enferma. Por lo que se ve obligado a abandonar sus sueños, su vida de solterito de oro en la ciudad y volver a casa para ayudar en lo que, según él, es lo único que se le da bien. Convirtiéndolo en un hombre huraño, serio y parco en palabras, o eso es lo que intenta aparentar.

Todo marcha según lo esperado aunque no es feliz, hasta que Amanda aparece de nuevo en su vida cuando la hermana pequeña de Max y amiga de Amanda se casa.

Contemplé las obras de mi casa. Estaban a punto de terminar y ni siquiera aquello me hacía feliz. Llevaba varias semanas durmiendo allí porque no soportaba convivir con mi padre ni un día más.

La adquisición de mis tierras y la construcción de mi hogar no lograban apaciguar la sensación de derrota que me asolaba desde que había vuelto al rancho. El fracaso era el eco que resonaba cada mañana cuando me levantaba para emprender un nuevo día.

Es entonces cuando su mundo se viene patas arribas, la llegada de Amanda y su secreto le darán un nuevo motivo para intentar salir de la soledad, y será cuando empiecen a aflorar de nuevo los sentimientos, que se niega a aceptar, demostrando en varias ocasiones del libro su fuerte carácter y lo cabezota que es, pero también un gran corazón que no deja de enamorarnos, buscando siempre el bien de los demás.

En aquella época fui un capullo arrogante con un conflicto interior jodido, y muchas veces ella pagó el pato. Supe que no era sano para ninguno de los dos: ella debía volar alto y conocer a alguien mejor que yo, así que hice todo lo posible para apartarla de mí. Lo conseguí. Mucho después comprendí que la había alejado porque se me estaba «tatuando en el alma»; sonreí al recordar aquella frase que le dije al que ahora era mi cuñado en una conversación íntima.

En el presente todo era tan distinto que casi me parecía imposible que ella y yo fuésemos las mismas personas que habían compartido unas sesiones increíbles de sexo desenfrenado, y muchas veces alocado, en lugares inverosímiles.

Se agotaba el tiempo. Quedaba muy poco para que le diesen el alta a Dan y, entonces, esa burbuja de felicidad prefabricada explotaría.

Así que debía hacer las cosas bien con ella, tenía que intentar limar asperezas, porque no sabía cuáles eran sus intenciones reales, y yo quería formar parte de la vida del pequeño: lo había averiguado esos días.

Por otra parte, Amanda, se ha convertido en una mujer fuerte, que intenta sobrevivir a sus problemas con la ayuda de sus hermanas. Cuando Leah, la hermana de Max se casa, decide que ha llegado el momento de desvelar el secreto que se llevó consigo hace tres años, cuando decidió irse a Europa, huyendo del dolor y para evitar perderlo todo. Es por ello, que cuando aparece de la mano de un niño de unos tres años idéntico a Max, las cosas se complican, y más cuando reviven todos aquellos sueños y sentimientos que una vez existieron y que por más que se empeñe en esconder, volverán con más fuerza.

Pero no todo es tan sencillo como parece. Y para llegar a la meta, hay que dar unos cuantos rodeos, y luchar contra las adversidades.

No obstante, nuestra protagonista femenina está dispuesta a sacar las garras y dejarse arrastrar siempre y cuando sus sentimientos sean correspondidos.

—Tú, vaquero —dijo, y me rozó los labios con su aliento cálido.

— ¿Cómo?

—Con tu generosidad —sentenció.

Fruncí el ceño, porque no lograba entender qué quería decir.

— ¿Se supone que es algo bueno?

Soltó una carcajada con lágrimas en los ojos, lo que me confundió todavía más.

—Lo que intento decirte, brutote, es que eres la persona más maravillosa e increíblemente generosa que jamás he conocido. Aunque a veces te estrangularía cuando lanzas las púas para defenderte, me has mostrado el verdadero sentido de esto, de nosotros, de todo…

—Am, ¿se supone que es una declaración? —Repetí la misma pregunta que ella me hizo aquel día y que tenía grabada a fuego.

Estaba a punto de que me diese un infarto con tanto rodeo.

La novela intercala en los diferentes capítulos, los pensamientos y acciones de los protagonistas, explicando lo que va sucediendo en primera persona, para que el lector pueda identificarse con ellos y sentir por lo que Max y Amanda van pasando. Los personajes secundarios también ayudan a que la historia se desarrolle y parezca más real, regalándonos momentos divertidos como los de Max y Nathan, su cuñado.

Una noche, mientras me balanceaba plácidamente en la vieja mecedora, contemplé a Nathan, que intentaba afinar mi guitarra.

—No puedes dejar esta joya por ahí tirada, colega. Casi me da un infarto cuando la he visto.

— ¿Crees que tengo tiempo para chorradas? —pregunté con retintín para sacarlo de quicio.

—¿Criis qui tingui tiimpi piri chirridis…? ¡Bah! Eres un verdadero coñazo, tío. ¿Qué ha pasado con el Max que conocía? Y no te hablo del cazurro con el que me di de hostias.

Me dio con el pie, y yo le devolví el golpe.

—No lo sé —contesté después de darle vueltas. Era cierto, no tenía ni idea, pero no era ni una sombra de aquel idiota que creía en los sueños, en vivir de la música, en alejarse de allí…

—Max, tienes que dejar de hacerte esto… —Suspiró—. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que no sales? Ya sabes…

—No recuerdo. —Me encogí de hombros.

—Sobre «lo otro» ya ni te pregunto.

—¿Desde cuándo te has vuelto un cotilla? Entre tú y Leah me tenéis frito.

En algunas ocasiones he echado en falta que todo fluyese más rápido, demasiados rodeos para llegar al final. No obstante, a pesar de ello, me ha gustado y he encontrado que la pluma de la escritora es ágil, fresca y dinámica, lo que me ha permitido devorar el libro en poco tiempo y disfrutar de la lectura de forma ligera. Como siempre, Inma no defrauda, y ha vuelto con una bonita novela romántica contemporánea que os enamorará desde la primera hasta la última de sus hojas.