Corazón de escamas: opinión de una novela que te sumergirá desde la primera página

Argumento de Corazón de escamas

¿Cuánta presión es capaz de soportar un nadador profesional? ¿Cuánto sufrimiento? Carlos lleva toda su vida entrenando en una piscina bajo la decepcionada y atenta mirada de su padre Antonio, el cual lleva comportándose toda su vida como su entrenador. Brazada tras brazada, el agua y el cloro no limpian de su rostro el miedo, la presión, el pánico a fallar y su más absoluta desesperación.

Una desesperación que lo llevará a tomar la drástica decisión de doparse antes de un campeonato. Cuando la verdad sale a la luz, Carlos verá cómo todo su mundo se desmorona y cómo, de una vez por todas, la Bestia que es realmente salga a la luz.

Análisis de Corazón de escamas

Lo primero que notarás y que se aprecia a la hora de coger Corazón de escamas es su impecable cubierta y su increíble edición. Corazón de escamas se presenta en una pulcra y preciosa tapa blanda con solapas con un diseño espectacular en tonos azules y una tipografía blanca, roja y amarilla que contrastan perfectamente con el fondo.  

Cuando abres la primera página, te das cuenta de que lo bello de la novela no se queda solamente en el exterior. La primera página tras los agradecimientos la ocupa una acertada cita de Albert Camus para la tipología de la novela y la introducción ya nos dejan ver la prosa preciosista y cuidada con la que Rafael Clavijo quiere deleitarnos. A lo largo de la novela, Corazón de escamas irá intercalando pensamientos filosóficos y reflexivos acerca de la realidad del mundo, de lo que significa enfrentarte a tus miedos y de dónde están las prioridades en la vida.

No se toma ninguna prisa para narrarte cada reto en el agua, creando un clima realmente favorable en el que no puedes predecir con seguridad si Carlos lo logrará o no, dándole más tensión todavía a la situación. Y es que está claro que Rafael Clavijo conoce el deporte, o que se ha documentado profusamente sobre el tema, ya que no se limita a describir los sucesos. Sabe cuántas pulsaciones son adecuadas y cuántas no bajo el agua, cómo son las pausas, el miedo de los nadadores en alta mar o incluso las medidas de seguridad que se toman en este tipo de recorridos.

Al mismo tiempo, a lo largo de la novela intercala pequeños espacios en los que nos habla de La Bestia: un ser medio humano - medio hombre que bucea completamente solo por el océano. Su forma de describirlo recuerda a los antiguos libros de aventuras griegas, plagándolo de sensaciones que recuerdan, de forma inevitable, al monstruo de la película La forma del agua.

En varios momentos del libro, el autor introduce frases y reflexiones poéticas sin pretensiones ostentosas capaces de dejarte fría, recorriendo las páginas ávidas con los ojos.

La obra cuenta con un buen ritmo en cuanto a los acontecimientos que narra y sobre todo, con una genial construcción de los dos principales protagonistas: Antonio y Carlos. Carlos, que sufre continuamente debido a una vida de privaciones y presión por sacar de las deudas a su padre, reacciona como un adolescente encerrándose en su silencio cuando sale a la luz el resultado de su dopaje. Una vez que ha caído absolutamente hondo, mientras sus amigos y su madre tratan de ayudarle, Carlos no puede evitar sentirse incompleto, tener pánico al mar y centrarse únicamente en aquello que logre redimirlo, creando una perfecta relación entre él y la Bestia enjaulada.

Por otro lado, Antonio es un hombre que ha presionado tanto a su hijo para que sea un campeón que ha confundido las prioridades de su vida, destruyendo a su familia y su matrimonio en la persecución de su sueño e ignorando la felicidad del resto. Esta coraza que se ha puesto el hombre lo vuelve completamente impermeable a los sentimientos del resto del mundo, impidiendo que se comunique con cualquiera que intente hablar con él y aislándolo del resto del mundo.

Corazón de escamas continuamente nos muestra una relación entre la evolución del propio Carlos el cual, al igual que la Bestia, busca una forma de redirmirse ya no solo ante los ojos del mundo sino también ante los de su padre. Y al mismo tiempo marca una relación entre Carlos y el agua que está siempre presente y que nos acompaña página tras página, sentando el terreno para la magnífica sorpresa final.

Nuestra opinión sobre Corazón de escamas.

Corazón de escamas sorprende cuando lo abres por primera vez sin pretensiones de encontrarte nada bueno, porque está claro que es una novela genial. Rafael Clavijo ha conseguido construir una historia de autosuperación llena de metáforas  que une los dos puentes entre una Bestia mitológica sacada de una odisea griega y el día a día de un deportista de élite.  

Lo que más me sorprendió y me enamoró de Corazón de escamas, además de la preciosa atmósfera azul que crea bajo el agua y de lo plástica que es a veces, es precisamente el hecho de lo bien que recoge el autor los retos y los desafíos de AquaSteve: primero describiendo el color del bañador de Carlos, que cambia en cada travesía, y después narrando cómo nota que le abandonan las fuerzas, cómo vomita en el interior del agua, cómo llega prácticamente desmayado al muelle y cómo a pesar de todo ello sigue adelante. Y por mucho que el narrador nos insista en que el agua es el lugar al que pertenece Carlos, está claro que este es un hombre adicto a provocarse dolor para dar lo máximo de sí mismo, como ocurre con muchos atletas.

Es fácil conectar con el protagonista en todas sus decisiones y en todos los sentidos. Es especialmente ilustrativo para extraer los rasgos de su personalidad cuando Jessica le pregunta a qué se ha dedicado todos estos años y él responde «a nadar». Poco a poco, el desprecio que sientes por él y por su comportamiento inmaduro tras salir a la luz los resultados del dopaje acaban convirtiéndose en comprensión al descubrir la horrible presión a la que Carlos estaba sujeto.

Sin embargo, es una pena que los otros personajes, como Jessica, Julia o incluso Alonzo, realmente no tienen demasiado trasfondo ni estén del todo completos. Me llamó especialmente la atención en el caso de Jessica, la cual no cuenta demasiado acerca de por qué no pudo seguir dedicándose a la natación sincronizada y que se convierte simplemente en un aspecto secundario cargada de preocupación al lado de la madre cuando Carlos empieza a hacer las travesías.  

Está claro es que Corazón de escamas no es una novela que vaya a cambiar el mundo y que puede pasar por una historia como otra cualquier en manos de cualquier persona que no quiera mirar más allá. Pero es mucho más. Porque al fin y al cabo, estoy segura de que una bestia como la del libro alberga dentro de cada uno de nosotros, esperando a ser perdonada, esperando a salir al muelle y tomar una fuerte bocanada de aire con sabor a libertad.

Gracias a Georgia de Promoción de libros por habernos facilitado un ejemplar de Corazón de Escamas. Siempre nadaremos a tu lado.