La chica salvaje es una novela sobre el abandono, la comunión con la naturaleza y las conexiones personales. Dividido en dos partes y cincuenta y siete capítulos, cuenta la historia de Kya, una niña abandonada en una marisma; y la de la investigación de un asesinato muchos años después.
Primera parte:
Kya, una niña de seis años, contempla desde la cocina con pavor cómo su madre se marcha de casa sin decir adiós. Desesperada, irá viendo cómo sus hermanos siguen su estela y abandonan por la noche el hogar. Poco a poco todos se van yendo hasta que solo queda ella y su padre: un alcohólico que fue a la guerra de Vietnam y volvió condecorado como un héroe de guerra.
Desesperada por conseguir alimentarse, Kya coge algo de dinero de su padre y acude a la tienda del pueblo, donde se da cuenta de que todos la juzgan por vivir en la marisma, ir descalza y no tener la misma ropa que el resto de las niñas. Como no tiene prácticamente dinero y no sabe contar, acaba comprando algo de grano para alimentarse.
La niña intenta alimentarse como puede con el grano, los mejillones que pesca y lo que encuentra en la marisma. Siempre deja algo de comida para su padre pero por lo general intenta evitarlo ya que su alcoholismo le provoca accesos de ira y violencia que paga con ella. Un día los servicios sociales vienen a llevársela a la escuela, pero la ponen en un nivel mucho más avanzado del que tiene la niña y el resto se ríen de ella, por lo que Kya se pasa las siguientes dos semanas escondiéndose de ellos hasta que desisten en devolverla al colegio. En uno de los días en los que Kya le roba la barca a su padre, encuentra a un niño amigo de su hermano Jodie pescando. Este se presenta como Tate y le ayuda a volver a casa cuando ella se pierde.
Tras limpiar y cocinar, Kya le pide un día a su padre, que se encuentra de buen humor, que la lleve a pescar con él. Por suerte, este accede y durante varios meses se la lleva con él por la marisma y le enseña a pescar, a navegar y otros trucos. Su relación se echa a perder un día cuando reciben una carta de la madre de Kya: al leerla, el padre se enfurece, se da a la bebida y un día, simple y llanamente, no vuelve por casa. Kya se queda entonces completamente sola.
Decidida a sobrevivir en la marisma y a no dejar que nadie sepa que está sola para que no la lleven a un orfanato, Kya decide dejar de acudir a la tienda del pueblo, donde la señora Singletary siempre le hace muchas preguntas, y acude a una gasolinera portuaria regentada por un afroamericano llamado Jumpin que le ofrece un trato: si ella le lleva mejillones frescos que él pueda vender, le pagará para que esta tenga gasolina para la barca y para comida. Pronto Jumpin le coge cariño a la niña y con su mujer, Mabel, organizan una petición de recursos en su iglesia y le dan a la niña ropa y otros útiles como semillas para que se mantenga.
Un día Kya, que se ha vuelto una coleccionista de plumas, conchas y otros ítems de la marisma, descubre una pluma especial en un tocón cerca de su casa. Cada día va encontrándose un pequeño regalo allí hasta descubrir que se lo dejaba Tate, el chico que conoció hace años. Ahora Tate se ha convertido en un joven atractivo que rápida pero cautamente traza una amistad con Kya y le enseña a leer, a escribir y fundamentos de la biología y las matemáticas.
Kya y Tate se enamoran locamente y empiezan una relación. Kya depende de Tate, ya que es el único contacto humano que tiene. Precisamente por eso cuando este se va a la universidad bajo la promesa de que volverá en varias semanas y no aparece en la fecha acordada, a Kya se le rompe el corazón. No volverá a ver a Tate durante años. Y eso la hace sentirse enormemente miserable.
En otra línea temporal más tardía, el sheriff del pueblo recibe el aviso de unos muchachos de que han encontrado el cuerpo de Chase, uno de los jóvenes más populares del lugar, muerto a los pies de una torre de vigilancia. En un primer momento parece un accidente pero la falta de huellas hace que el sheriff decida investigar si realmente se trata de un asesinato y empieza a preguntarle a los conocidos de Chase si este tenía algún asunto sucio con alguien. Pronto descubren un dato inquietante: el finado llevaba siempre con él un collar con una concha que tenía sin duda la noche en que murió pero que no encontraron cuando apareció el cuerpo. La investigación les dirige a un punto muy específico en cuanto descubren que Chase había mantenido una relación amorosa con la llamada Chica Salvaje hasta dejarla hecha un mar de lágrimas.
Segunda parte:
Kya va creciendo sin saber nada de Tate, con su corazón sangrando por la traición de su primer amor. Es en ese momento en el que conoce a Chase, un joven del pueblo increíblemente osado y atractivo. Chase invita a Kya a un picnic y esta, desesperada por contacto humano, decide aceptar. Pero en cuanto llevan varias horas juntos, Chase intenta acostarse con ella. Kya se niega y se marcha.
Chase se disculpa una y otra vez y decide cortejar a Kya. Durante mucho tiempo la invita a dar largos paseos por la playa, le trae todo tipo de comidas y refrescos del pueblo y la trata como a una reina. Kya decide regalarle entonces una concha especial con un cordón de cuero que Chase se pone al cuello y que lleva a todas partes con él. Empiezan una relación y él le asegura a ella que está deseando llevarla al altar y casarse. Le habla de planes de futuro, de una casa moderna y de presentarle a sus padres. Para entrenarla para la vida fuera de la marisma, le pide que le acompañe a un viaje al pueblo en el que le arrebata la virginidad.
El sexo es horrible, pero Kya se mantiene con él hasta que descubre un día que tiene que ir al pueblo el anuncio en el periódico de Chase con otra chica. Entonces decide cortar con él, arrebatada por la ira y traicionada una vez más.
Tate, su primer amor, ha vuelto al pueblo y le suplica a Kya que le perdone su cobardía, pero esta se niega. Entonces él, sorprendido por la magnífica colección de Kya y por sus notas sobre biología marina de la marisma, le suplica que deje que las mande a un editor. Meses después, Kya recibe en su casa un libro precioso con sus acuarelas sobre elementos de la marisma y sus anotaciones científicas a un lado. Se ha convertido en una gran autora y una experta en el ecosistema en el que se ha criado, y pronto recibe tal cantidad de dinero en regalías que opta por modernizar toda su casa y poner ciertas comodidades como agua corriente que nunca había tenido. Por fin, Kya decide retomar su amistad con Tate aunque no le perdone su traición.
Entonces se encuentra con Chase y este decide enfrentarla y acusarla de puta. Chase ejerce una violencia horrible contra ella y está a punto de violarla cuando la joven huye. Dos marineros ven lo que ha pasado pero deciden no defender a la famosa “chica salvaje”. Kya, desesperada, comprende que Chase volverá a terminar lo que había empezado y que la mataría. Desesperada, se da cuenta de que está en un callejón sin salida.
En ese momento recibe una invitación de su editor para ir a verle a otro pueblo. Kya opta por aceptar y a su vuelta es detenida como sospechosa de asesinato de Chase. En ese momento comienza el juicio y se unen las dos líneas temporales.
Durante el juicio, un abogado famoso ya retirado decide defender pro bono a Kya del cargo de asesinato. El fiscal establece que el motivo de la joven para asesinar a Chase fue una venganza por el intento de violación del joven y señala que aunque la fecha de la muerte del hombre coincide con el día en que Kya estuvo en Greenville, la ciudad, es muy posible que esta cogiera un autobús por la noche para volver sin que nadie del pueblo la viese, perpetrar el asesinato y luego volverse a la ciudad. El abogado denuncia ante el jurado que no hay ni siquiera pruebas de que se cometiese un asesinato y que lo único que los había llevado a la corte eran los prejuicios contra su clienta, la falta de un collar de una concha y nada más.
Por fin sale el veredicto y Kya es declarada inocente. Esta, tras los horribles dos meses que ha pasado en la cárcel, decide perdonar a Tate y empezar una relación con él. Pasan los años felices juntos hasta la muerte por avanzada edad de Kya. Tate se dedica a recoger la casa para preparar un funeral cuando descubre escondida bajo la leña el collar con la concha de Chase, que demuestra que realmente Kya era la asesina, y un libro lleno de poemas que ella publicaba de forma anónima en las revistas del pueblo bajo otro nombre.
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