Ishmael, su hermano Junior y sus amigos sufrieron un ataque rebelde en 1993 en su población natal, Mattru Jong, Sierra Leona. Estos pequeños niños que rondan los 12 años de edad se ven obligados a huir y sobrevivir por la selva esquivando a posibles grupos armados de rebeldes, a la vez que esquivan cuerpos de los vecinos aldeanos abatidos.
Normalmente se define a la paz como la ausencia de violencia, pero si miramos más a fondo este concepto puede llegar a ser polémico. Muchas investigaciones sobre la paz y los conflictos sociales han puesto esta palabra en su punto de mira, pero remitiéndonos al sociólogo Johan Galtung, que introdujo conceptos novedosos a la utilización de la paz, pudiendo ser negativa o positiva, vamos a ver cómo para Ishmael Beah la paz no es el absoluto cese del bombardeo, sino esa parte negativa:
El recorrido de los personajes, a veces, nos da un poco de respiro para que nos relajemos con tanta tensión. Se topan con alguna pequeña tribu y pasan la noche con ellos cocinando y cenando, o encuentran un rincón en lo más profundo de la selva donde pueden alimentarse y bañarse. Pero el miedo que sienten no se va, y siempre estarán alerta. Esto sería la paz negativa del libro, donde simplemente hay una ausencia de batalla.
Un largo camino es un libro que te cautivará si te gustan las obras divulgativas, sobre todo en el ámbito bélico. No solo tenemos el punto de vista del autor, si no que es su propia experiencia como niño soldado, por lo que el contexto y la manifestación históricos estarán muy bien planteados en un entorno crítico. Escrito de manera breve y muy ágil, sin detenerse en análisis y enfocándose en cómo lo vive un niño, estamos ante un libro que destacará en el género ensayístico a la vez que, gracias a su buena documentación, logrará atraparnos de principio a fin.