Yae es una estudiante de Bachiller superior que tiene que mudarse a vivir sola desde Tokio a la provincia donde viven sus familiares, debido a que sus padres han sido transferidos al extranjero por trabajo. Detrás de su nuevo apartamento hay un templo donde conocer a oda, un guapísimo y seductor sacerdote. Oda la abrumará con su calidad y su amabilidad, pero de repente, ¡¿intentará besarla...?! ¡Una dulce comedia romántica con un imprevisible y animado sacerdote budista!
Sin embargo, la historia funciona. Lejos del hecho de que Oda sea un auténtico imbécil en más de una ocasión, el estilo de la autora fluye correctamente, no sobresatura la escena de momentos innecesariamente cursis o cae en tópicos muy manidos. El dibujo de Rika Enoki destaca especialmente a la hora de aligerar la tensión dramática convirtiendo a los personajes en chibis.
Un manga divertido que, a pesar de no ser de lo mejor que ha publicado en el género Ediciones Babylon, sigue funcionando. Al fin y al cabo, a veces solo necesitas una buena historia de amor conocida para seguir sonriendo ¿no es así?