EL DESTINO ESTÁ ESCRITO.
SU VOLUNTAD ES EL DESAFÍO.
En un tiempo donde las mujeres tienen prohibido blandir espadas, Althea Zoltaire lleva entrenando en secreto toda la vida. Con el presagio de su muerte, el tiempo corre en su contra: solo tiene tres años para hacer realidad su sueño de convertirse en guerrera, aunque para ello deberá desafiar las leyes y enfrentar al mundo para asegurarse un puesto en la élite encargada de la protección de los cinco reinos.
Pero las pruebas de los aspirantes rozan lo mortal y, sin embargo, el mayor peligro al que deberá enfrentarse será su atracción por Wilder Hawthorne, su reacio y distante mentor. Él, como los demás, no la quiere allí, y a su alrededor se tejen traiciones y se urden complots mientras una amenaza oscura se alza.
Adéntrate en el universo de Las leyendas de Thezmarr, el romantasy épico que enamorará a los fans de la saga De sangre y cenizas.
La parte spicy y la tensión entre Wilder y Thea me parece maravillosamente bien equilibrada y tiene sus momentazos épicos que me han hecho, al menos a mí, ahogar grititos de la emoción mientras lo leía. Pero lo mejor es que, cuando cierras el libro, te queda esa sensación de que has leído algo más que una novela de fantasía. Has leído una historia sobre resistir cuando todo te empuja a rendirte, sobre encontrar tu voz aunque no te la dejen alzar, sobre el peso de las expectativas y el valor necesario para romperlas. Y también, por qué no decirlo, sobre lo bien que sienta cuando un enemies to lovers está tan bien llevado que te deja con mariposas en el estómago.
Leyendas de Thezmarr no reinventa el género. No lo necesita. Lo habita, lo honra y lo hace suyo. Y lo hace con una espada en una mano y una taza de té de hibisco en la otra. ¿Hace falta decir más?