Una fortaleza inexpugnable asediada por un poderoso ejército.Un Rey protegido tras sus muros.¿Serán más poderosas las espadas o las palabras?
En 1636, tras la negativa del reino de Joseon a reconocer al nuevo emperador Qing, los manchúes invadieron por segunda vez la península coreana. Superado en fuerzas por el enemigo, y sin apenas tiempo para escapar, el rey Injo se refugió en la fortaleza de Namhansanseong, al sur de la capital.