La novela está plagada de magia, emoción y acción y aunque desde el principio estaba más que cantado el hecho de que Jack iba a ser el dragón de la profecía, todo sucede con unos arcos muy bien planteados de presentación de los héroes, desarrollo de su talento y fuerza y batalla final hasta el paso al otro mundo.
Es sin lugar a dudas uno de los mejores libros de fantasía juvenil con el que me he encontrado y que, sin duda, me encantaría que el día de mañana leyeran más jóvenes. Porque los valores que tiene y que muestran los personajes no se ven a menudo en las novelas de hoy en día. Y, sin lugar a dudas, si hubiera más Jacks en el mundo, las cosas mejorarían para todos.