La novela no se limita a escenas de brujería, descripciones sobre el poder las piedras y guerras contra la iglesia, sino que también guarda momentos extremadamente tiernos entre Aila y Daimh. Cada vez que él desenrollaba su plaid para envolverla en él y acercarla a su cuerpo caliente, yo temblaba en mi sitio, imaginándome su fuerte tórax. Y es que a diferencia de otras novelas, La mensajera de Elphame no se detiene en describirnos cada detalle de la fisiología de los personajes: con un par de pinceladas ya nos muestra el cuerpo de los protagonistas y luego es su carácter y sus acciones las que nos permiten profundizar en ellos.
La mensajera de Elphame es una novela de romance histórico magníficamente documentada, muy recomendable y que cuenta, cómo no, con el cariño que Phoebe Romántica le pone siempre a todas sus obras.