La vida de Joji, un oficinista soltero de carácter tranquilo, da un vuelco cuando conoce a Naomi, una hermosa jovencita que trabaja como camarera. Deslumbrado por su peculiar belleza de piel blanca y rasgos casi occidentales, Joji se ofrece a costear su educación al tiempo que se dedica a instruirla en las nuevas modas del Tokio de los locos años veinte con el secreto objetivo de hacer de ella la mujer ideal. Sin embargo, poco a poco, la muchacha tímida e inocente se va transformando en una mujer moderna, exigente y vanidosa que está firmemente decidida a comerse el mundo.
Es interesante, sin embargo, que Naomi se describe varias veces como una mujer “rolliza” y Jõji-san se maravilla de que la misma cuando está de pie muestre hoyuelos en las articulaciones y no tenga ningún hueco entre las piernas, algo que se contradice de frente con nuestro manido sentido estético de la delgadez necesaria y el thigh gap.
La obra es realmente interesante desde un punto de vista sociológico, cuanto más al conocer el contexto, y resulta fascinante en sus comienzos. Sin embargo, personalmente, quizás influenciada por todas mis lecturas de eroguro, esperaba un final más d