El desenlace es ambiguo casi onírico y aunque puede chocar al lector, transmite un mensaje importante. No importa cómo acabara José Barroso ni en qué condiciones se fue sino que su recuerdo siempre estará junto a la gente que conoció en vida y sus familiares.
Un relato personal como éste es difícil de catalogar pues entra la experiencia personal de cada uno pero en mi opinión creo que es necesario hablar de estos problemas, ya no solo de cáncer si no de problemas mentales y otras enfermedades, rompiendo un poco los mitos que se han creado alrededor de ellos. Y creo que esta obra, pese a que algunas cosas no me hayan gustado demasiado, consigue dar un paso hacia delante en esto.