Precisamente por eso me hice con la edición en digital también, que es mucho mucho más cómoda para leer y que sin duda se adapta mejor a la pantalla. Falla en algunos saltos de línea que un lector avispado fácilmente sabe recolocar mentalmente y que son realmente comunes en las primeras obras de escritores que autopublican.
Lo que está claro es que detrás de esta trama y de todo lo que esconde y representa, BAC demuestra que Segismundo Yojarranza tiene talento a la hora de contar historias. Esta primera obra es un muy buen arranque, y estamos deseando saber cómo serán las siguientes.