Un ex-alto cargo del gobierno en espera de juicio por varios casos de corrupción aparece brutalmente asesinado en su casa de Ibiza. En su espalda hay unas palabras escritas con sangre.
El gobierno monta un operativo especial formado por investigadores de distintos cuerpos de seguridad del Estado, con la intención de detener a los autores del asesinato. Los inspectores Eva Morales, Diego Fernández, Álvaro Pons y Sabino Muguruza, serán los responsables de la investigación.
Ambientada en lo que podría ser la España actual, con la crisis social, política y económica de trasfondo, BAC es una trama con mucha intriga, alguna conspiración, un poco de sexo y varias sorpresas.
En BAC, nada es lo que parece…
De todas formas, y amparados por la ley antiterrorista bajo la cual habían ordenado las detenciones, dispusieron tenerlos encerrados e incomunicados las cuarenta y ocho horas que permitía la ley. Al menos, tener unos sospechosos en los calabozos calmaría a las altas instancias del poder.
Álvaro entró en la habitación a toda prisa mientras su móvil emitía un sonido. Era un correo electrónico. Dejó la maleta y la mochila del portátil sobre la cama y se dirigió corriendo al baño. Tras bajarse los pantalones y los calzoncillos, se sentó en la taza del wáter y expulsó un sonoro pedo. Una sonrisa de satisfacción apareció en su cara, sonrisa que duró hasta que desbloqueó su móvil.
– Espera, lo del programa para buscar patrones, ¿cómo lo lleváis? – añadió Eva. – Seguimos trabajando, pero como teníamos otra prioridad lo hemos dejado en segundo plano. Pentium va haciendo avances, pero no lo podemos dar por finalizado. – dijo Álvaro.