La solución al bullying pasa por una ayuda de los tutores y docentes. Por dejar de echarle la culpa al acosado porque “algo habrá hecho para que le acosen” e incluso por hacer terapia con el acosador para ver qué le lleva a tener dichas actitudes.
Sin embargo el mensaje del libro es positivo, y creo que puede ayudar a las víctimas del bullying. Espero que lo lean muchos profesionales de la educación, y que dejen de ignorar el problema, que empiecen a plantarle cara.