Hoy os traigo la reseña de una novela de espías que me ha decepcionado mucho: lo que se presentaba como una novela sobre Corea del Norte y su régimen, ha resultado ser una novela de espionaje con escenas en el país. Se trata de Infiltrada, una novela de Ediciones Salamandra.
Argumento de Infiltrada
Nuestra protagonista es Jenna, aunque su verdadero nombre es Jee-min. Jenna es medio afroamericana y medio coreana y tiene una hermana gemela: Soo-min. Hace cuatro años Soo-min desapareció en una playa de una isla cercana a Corea del Norte. Las investigaciones policiales determinaron que se ahogó, pero Jenna no acabade creerse esa versión.
De hecho, Jenna no cree que Soo-min esté muerta. Así que cuando aparece un agente de la CIA y le propone unirse a la organización para investigar a Corea del Norte, acepta con la intención de arrojar más luz sobre el paradero de su hermana.
La formación en la CIA de la protagonista de Infiltrada
Jenna se une a la CIA rápidamente y hay que reconocer que no es una decisión que medite demasiado. En un capítulo está todo solucionado y ella está muy segura a pesar de que la decisión la alejará de su familia, le obligará a toma una nueva identidad e investigar Corea del Norte.
Claro que no es tan fácil: el país está protegido y fortificado y sólo es accesible a través del cielo. Lo poco que sabe la CIA de sus edificios, su organización y su política lo averigua a través de las cámaras de los satélites y lo que descubren sobre ello no es agradable.
Pero antes de poder ponerse a investigar, Jenna deberá pasar una formación: aprender a disparar, artes marciales, cambiar de nombre e identidad...y finalmente pasar por un secuestro para ver si es capaz de guardar los secretos nacionales.
La señora Moon y Cho, los coreanos de Infiltrada
La novela no se centra solamente en Jenna sino que también tendremos capítulos sobre dos coreanos: La señora Moon y Cho.
La señora Moon es una anciana pobre que vive en un pueblecito de montaña y que hace lo que sea por sobrevivir y eso incluye vender comida de Corea del Sur.
La comida la envían los surcoreanos en unos globos que caen por las noches en Corea del Norte.Abrirlos y guardar su contenido puede acarrear muchos problemas, pero con el dinero que se gana vendiendo el contenido de esos globos la señora Moon puede vivir varios meses. Así que a pesar de todo se arriesga.
Cho es un funcionario que trabaja para el Gran Lídera cierta distancia. A él y a su hermano los ascienden lo que significa que van a investigar sus orígenes para ver si tienen familiares o ascendentes que se opusieran al régimen. Cho nunca conoció a sus padres, así que no sabe cual es la historia de su linaje. Esto es todo un problema, ya que si el régimen descubre algún dato inquietante, toda su vida estará en riesgo.
Iremos sabiendo de ellos en algunos momentos ya que se les dedica algún capítulo de vez en cuando. Pero son secundariosy sirven más bien para contextualizar la situación de Creoa del Norte, ya que la historia se centra en Jenna.
El campo 22, tortura en Infiltrada
El campo 22 es una inmensa zona aislada de control total en el noreste de Corea del Norte. Allí la brutalidad supera cualquier imaginación. Ningún preso ha conseguido escapar jamás, la información que hay se ha obtenido de monitorización por satélite y otros datos aportados por antiguos guardias.
Se habla de distintos experimentos con humanos, palizas y torturas.
“Aquel día lo colgaron por las manos de la barra de hierro. Los dedos de sus pies apenas tocaban el suelo, las esposas le cortaban la carne de las muñecas y sentía como si le hubieran arrancado la cintura del torso. Los guardias le pegaron tantas veces en las piernas que se le hincharon como troncos de árboles. Ni siquiera entonces había soportado lo peor.”
El cristianismo en Infiltrada
En Corea del Norte no existe libertad religiosa, sólo se puede adorar a Kim. Algunos desertores hablan de iglesias secretas que cambian de lugar de encuentro con frecuencia por temor a ser descubiertas. Todo aquél que sea sorprendido en posesión de una Biblia se enfrenta a un castigo de ejecución o trabajos forzados.
En la novela vemos cómo los norcoreanos no hablan de Dios ya que nombrarlo es arriesgarse a un castigo. La única fe de Corea del Norte aprobada por el gobierno es la del amado Líder, al que divinifican contando milagros atribuidos a su persnoa.
Los secuestros en Infiltrada
En las décadas de 1970 y 1980, el Estado norcoreano secuestró a civiles en distintas playas de Japón y Corea del Sur. No se trataba de objetivos militares o políticos, sino civiles. Personas normales escogidas al azar.
El motivo de estos secuestros nunca se ha aclarado del todo. Algunas víctimas fueron obligadas a enseñar la jerga y costumbres locales a espías y asesinos, para que estos se infiltraran en Japón y Corea del Sur; a otras les suplantaron la identidad o fueron sometidas a un lavado de cerebro y enviadas de nuevo a su país como espías…
Soo-min es una de estas personas. La secuestran al principio de la novela un submarino y Jenna no sabe cuál ha sido su destino.
“Jenna observó a Soo-min, que respiraba con suavidad. Dormida, cuando su cara estaba apacible y en reposo, parecía ella otra vez. Pero Jenna sabía que, en cuanto su hermana se despertara, la máscara volvería a su lugar y de nuevo se mostraría cautelosa, vigilante, distante.”
Mi opinión de Infiltrada
No me ha gustado nada esta novela. Esperaba que se centrase mucho más en Corea del Norte y en la historia de Soo-min. Apenas sabemos nada de ella, se la llevaron a Corea del Norte en un submarino, pero se nos cuentan poquísimos datos de su estancia allí, de lo que ha sufrido, como ha sido adaptarse a ese régimen, etc.
La novela se concentra sobretodo en las misiones de Jenna como espía. Hubiera sido muy interesante intercalar capítulos de las dos hermanas contando cada una sus experiencias diarias hasta que, por fin, se encontrasen.
Sin embargo, los datos que tenemos sobre Corea del Norte son escasos, y comprendo que es complicado que los que consiguen escapar nos cuenten cosas de allí. La novela está basada en un viaje del autor al país. Los hechos que se nos cuentan son reales, pero la historia de los distintos personajes es completamente ficticia.
Como siempre, la culpa de que la novela no haya sido lo que me esperaba, es completamente de mis expectativas. Yo esperaba una novela sobre Corea del Norte, y esto es una novela de espías ambientada en el país. El libro en sí no está mal, es entretenido y si lo enfocas de la forma adecuada puede estar bien.
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