Argumento de No vas a darte por vencido ¿verdad?
Aine es una joven medio irlandesa, medio española que vive sus días de forma tranquila alternando el tiempo entre su trabajo como maestra de escuela y las fiestas que se monta con sus amigas. Sin embargo, una noche acaba bebiendo de más y… ¡horror!, se despierta en la cama de un auténtico desconocido.
Sin decirle nada a nadie, sale corriendo evitándose la vergüenza de saber si se ha acostado con un extraño. Las cosas se complicarán para ella cuando acepta la proposición de su amiga Juliette de ir con ella a Irlanda, su patria, a pasar las vacaciones y ayudarla con un hotel que acaba de comprar su empresa. El horror de Aine será colosal cuando descubre que el guapo desconocido con el que se marchó aquella noche es el socio de su amiga… y de que le esperan varias semanas trabajando a su lado.
Análisis de No vas a darte por vencido ¿verdad?
No vas a darte por vencido es una novela de romance juvenil cortita y bastante fresca con una ambientación realmente bien construida. Su tono contemporáneo y joven se deja traslucir a través de la genial construcción de Aine y de su forma de reaccionar positivamente a la vida en cada circunstancia. Aine (a la que nos ha costado pillarle el nombre), es valiente, audaz y sobre todo, es un personaje mayoritariamente feminista que nos golpea una y otra vez con sus reflexiones en primera persona, sus tiempos para hacer cada cosa y su humor sarcástico y mordaz.
Y aquí estoy, doce horas después, cagándome en todo, viendo cómo este tío bueno, del que no me acuerdo ni sé absolutamente nada, está desperezándose. En un momento de lucidez, y ya es un milagro con semejante dolor de cabeza, veo la que supuestamente debe de ser la puerta, mi único escape frente a esta situación que claramente se me ha ido de las manos. Salto de la cama cual gacela, recojo mis cosas, que ni sé cómo he podido encontrarlas a la primera, y huyo.
La novela, escrita en primera persona, busca en todo momento que empaticemos con la protagonista, dándonos continuamente escenas de rutinas juveniles (como las fiestas que se pega por las noches en las que bebe de forma totalmente alocada e irresponsable o su relación con sus dos amigas). Al mismo tiempo, la ambientación de la obra está increíblemente bien construida, haciendo que nos sintamos parte del paisaje a cada momento.
No comete la incorrección o el recurso fácil de convertir Irlanda en un maravilloso paisaje de prados verdes y un sol precioso sobre nuestras cabezas, sino que construye la ambientación de una forma cuidadosa, relatándonos en todo momento el frío que hace en pleno verano, la lluvia inclemente que no deja de caer sobre ellos o incluso las propias rutinas de la gente joven irlandesa qué va a diferentes pubs antes de llegar a la discoteca, especificando los horarios de este país que tan extraños nos parecerían en España. La obra da referencias específicas tanto de Irlanda y los pueblos que hay a su alrededor (como Kilkanny, que si no lo conocéis os estáis perdiendo uno de los lugares más bonitos de Europa) o de Escocia, aportándonos referencias reales. Uno de los assets que más nos ha sorprendido es que incluya la referencia a las catedrales vaciadas para convertirse en locales privados, uno de los datos que más choca a los españoles cuando visitan Escocia por primera vez.
Dublín nos recibe con su típica lluvia a pesar de estar a principios de julio. Tras salir del aeropuerto, diviso el autobús que nos llevará a la ciudad e insto a Dana a correr para no perderlo, que con la que está cayendo será mejor no esperar a la intemperie.
La construcción de las tres chicas, así como al de Alex y Eric está lograda, pero especialmente en el caso de Aine y de la propia Dana. Juliette, lamentablemente, desaparece continuamente de escena y Alex está demasiado ocupado en su acto de ilusionismo de aparecer y desaparecer como para que aprendamos cosas sobre él. Conocemos, sin embargo, las preferencias de Dana y Aine como si fueran nuestras amigas íntimas de toda la vida: lo importante que es su trabajo para una o el tipo de infusión que le gusta beber a la otra. Y por un momento nos sentimos completamente envueltas por estas amigas ficticias que sin duda alguna acabaremos echando de menos.
Andrea J.H. es una autora novel realmente prometedora. Su prosa y su estilo de escritura están muy pulidos desde el comienzo hasta el final y cuenta con la rara cualidad de darle a sus diálogos el realismo que les falta a muchas novelas de los que se adentran dentro del mundo de la escritura por primera vez.
También es cierto que aunque el libro empieza con un ritmo rápido y muy dinámico, lleno de fuerza, regalándonos incluso una escena de un bofetón completamente gratuito que parecía darle mucha chispa al libro, después el ritmo adolece ligeramente y le cuesta un poco más arrancar mientras acompañamos a la protagonista de pubs y discotecas y después vemos cómo va realizando sus diferentes acciones profesionales en la granja sin que nos aporte ninguna novedad sobre su romance con Alex.
La obra está cargada de referencias cinematográficas y musicales. Desde el incomparable amor que prácticamente todas las mujeres sentimos por Jaime Fraser de Outlander, hasta una lista de canciones que van desde Jason Derulo hasta Fall Out Boy. Cómo no, os recomendamos enormemente que cada vez que Aine incluye el nombre de una canción, la añadamos a Spotify y la reproduzcamos al momento.
Al igual que en la estructura clásica del género, No vas a darte por vencido ¿verdad? nos narra todas las situaciones que vive Aine en primera persona, ofreciéndonos su punto de vista hasta el final de la novela, en la que nos añaden por primera vez la opinión de Alex. El resto de situaciones prototípicas, podéis esperároslas, pero no os confundáis. No vas a darte por vencido es una obra romántica, que no erótica. Si vais buscando escenas salidas de tono, os recomendamos otras obras de Phoebe Romántica.
Por último, os recomendamos que esperéis hasta el último momento para juzgar esta obra, porque, sin ánimo de dar spoilers, tiene una gran sorpresa reservada para el final ¿verdad?
Mi opinión sobre No vas a rendirte ahora ¿verdad?
He de confesar que esta novela me provoca sensaciones agridulces. Para empezar, el principio del libro, en el momento particular en el que Aine le espeta un bofetón en la cara a Alex es simplemente espectacular. En ese momento me dije: wow, es posible que esta POR FIN no sea una novela romántica como cualquier otra y las mujeres no sean adolecientes víctimas de un deseo irrefrenable e ilógico.
Y al menos en eso, No vas a darte por vencido ¿verdad?, cumple. Aine es inteligente y cabezota, es una mujer que sabe lo que quiere y que no cede a los bajos instintos de su ex Kevin ni a las tonterías con las que Alex pretende comerle la cabeza para evitar excusarse. Sin embargo, no puede evitar tener esperanza por una relación que por fin funcione y esto en parte nos llega contagiado por el hecho de que su familia y sus amigas no dejan de involucrarse en su vida amorosa.
Sin embargo, me resultó ligeramente molesto e inmaduro por parte de Aine el hecho de que ante el comportamiento mentiroso, egoísta y enormemente egocéntrico que tiene Alex en todo momento, esta culpe a Daniela y la insulte sin conocerla llamándola “lagarta”. Desde el primer momento en que hace contacto visual con ella en el avión, ya la odia y la ridiculiza sin saber nada acerca de su vida o de su relación con Alex, fomentando de esta forma las supuestas guerrillas internas que supuestamente deben tener las mujeres para complacer o proteger al “macho alfa”. Daniela parece el epicentro del hecho de que su relación con Alex no prospere: una relación que, de cualquier forma no llega a formalizarse hasta prácticamente el final de la novela.
Esto no impide que Aine se monte una fantasía romántica con Alex en el que él sustituye al caballero blanco que todas las mujeres parecen estar esperando. Cuando él no se comporta de la forma que ella espera, se molesta y arremete directamente contra la mujer pelirroja llamada Daniela, cuando no hay que olvidar que ella misma llegó después.
Entiendo que tiene sentimientos por mí, lo cual sin duda me alegra, pero también sé que la Daniela esto es una lagarta de cuidado y que él todavía no se ha decidido por una de las dos, lo cual me cabrea más.
Me extrañó también el hecho de que mencione a Kevin, su ex, como un hombre incapaz de pasar página que durante cierto tiempo llegó incluso a “rozar el acoso”. Y no pude dejar de pensar que eso es exactamente lo que hace Alex en todo momento desde que aparece en la novela. Excusas como “no he dejado de pensar en ti” no son suficiente como para justificar el hecho de que le mienta desde el principio, la manipule, al principio evite darle las más razonables explicaciones acerca de su relación con Daniela y que luego se cuele en su casa de madrugada sin pedirle permiso. Alex, que en todo momento se vende como un hombre incomprendido y guapo y que se coloca siempre en el papel de la víctima, es un pieza que después de acostarse contigo se viste, se va con su ex y para colmo se lleva las llaves de tu casa sin preguntártelo, volviendo luego en plena madrugada y culpándote porque no te parezca bien. En ese momento, honestamente, saltaron todas mis alarmas. Cuidado Aine, que este chico es tóxico. Llama al 112 y ponle una orden de alejamiento.
Entiendo que el final de la obra tenga un final feliz que Alex y Aine, pero la conducta de él deja mucho que desear dentro de un plano romántico y normal. Aine le deja claro en varias ocasiones que no quiere saber nada de él, que no la llame y que por favor, no se ponga en contacto. Y él, haciendo caso omiso, la llama insistentemente, se presenta en la casa de su abuela e involucra a sus amigas contándoles su parte de la historia para poder hablar con ella.
- ¿Dónde cojones éstas? - me quedo parada frente al armario.
- ¿A ti qué coño te importa? - le respondo de malos modos. Está claro que está bastante cabreado, pero más lo estoy yo.
- Aine, te dije que me esperaras, necesitaba explicarte todo, pero está claro que tu maldito orgullo te puede. Si esto es lo que ha significado lo nuestro para ti, está bien.
Como dije antes, ella le insiste en varias ocasiones que le deje en paz, que no quiere saber nada de él, llegando incluso a mudarse para no tener que coincidir en ningún momento con él. Pero él persiste incluso presentándose en el hotel de Escocia al que ella va con sus amigas para darle una “sorpresa” tras recordarle que “se porte bien”. Y de esta relación tan tóxica nace el título de la obra: No vas a darte por vencido ¿verdad? Extrañamente, el único de la obra definido como un acosador, es exactamente el que mejor se comporta de todos.
Buenos días, preciosa - pongo una mueca de disgusto, suerte que no puede ver mi cara - Imagino que sabes que estoy de vuelta, porque he podido comprobar que, a pesar de tu silencio, leías mis whatsapps.
A pesar de ello me encanta la relación que tiene Aine con sus amigas. Como ya comentamos, ella tiene una construcción coherente y valiente en todo momento, al igual que sus amigas. Dana, la romántica del grupo, trabaja sin descanso en su tienda pero se permite tomarse una semana de vacaciones en busca del amor verdadero. Por otro lado, Juliette es la típica amiga que tiene mucho dinero y una gran elegancia pero a la que nunca encuentras cuando la necesitas, que llega tarde a todas las reuniones y a la que no le importa cancelar los planes. Pero con la que más nos hemos sentido identificadas es con Aine. Sus rutinas, sus gestos, su forma de tomarse la vida con té de frutos rojos, escuchando una canción tras otra y sin controlar la cantidad de alcohol que ingiere nos hace empatizar rápidamente con ella y con su carácter.
Una de las partes que más nos ha conquistado es el hecho de que Aine en ningún momento se pliega a los deseos machistas de él, contestándole que es libre para hacer de su vida lo que quiera y teniendo muy presente que, a pesar de que la atracción física entre ambos es muy fuerte, él no le conviene. Aine siempre tiene en cuenta que lo primero es cuidar de ella misma, aunque al final decida darle una oportunidad que esperamos que funcione a Alex.
Otra cosa que no nos acabó de cuadrar es la sensación de que la joven tiene que estar siempre de pubs (en Barcelona, Irlanda y Escocia es prácticamente todo lo que hace) y que todos los personajes de la obra tienen que acabar emparejados: Eric con Danna, Lena con Michael, Callen y Ciara o incluso Pablo con Daniela. La enorme cantidad de personajes secundarios en forma de amigas es tal que a veces nos perdemos entre las camareras del pub y los primos y conocidos. No puedo dejar de sentir antipatía por Niall, el cual justifica las acciones de Alex condenando a Aine, pero eso no quiere decir que el personaje no esté bien construido. Aunque es un mal espagnolo ;)
El final de la obra te da un verdadero quebradero de cabeza (por supuesto, la obligatoria boda con las que terminan todas las novelas románticas), haciendo que gritásemos ligeramente con indignación al descubrir que Daniela estaba embarazada. Estoy segura de que No das a darte por vencido ¿verdad? le encantará a la gente que, como yo, recuerda con cariño Irlanda o le gustan las buenas historias de romance contemporáneo. Acompañar a Aine y a sus amigas al ritmo de la música que tan bien ha escogido Andrea J.H. ha sido maravilloso pero espero que no se normalice el comportamiento tóxico de Alex como una forma de romance.
Recordad, chicas: si decís que no y se presentan a la 1 de la mañana en vuestra casa gritando… ¡llamad a la policía!
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