Como increíble novedad de Ediciones La Cúpula de enero me encontré en mis manos con Fante Bukowski, la obra de Noah Van Sciver que parodia de alguna forma a los jóvenes autores que persiguen la idea que suele vender Hollywood sobre la vida del escritor bucólico: un borracho, incomprendido que vive en un hotel desde el que crea obras tan buenas, que ni siquiera los propios editores son capaces de percibir su genialidad.
Pero ¿nace el escritor o se hace? Y, sobre todo ¿existe solo un tipo de escritor? Déjanos que le demos un trago a este Nestea Whisky y te contamos todo sobre la obra.
Argumento de Fante Bukowski: la suma de John Fante y Charles Bukowski
Fante Bukoswki es un perdedor: un autor obsesionado con conseguir convertirse un autor de best sellers que pasa sus días entre una habitación mohosa de un motel y un bar escribiendo poemas y emborrachándose. Fante está convencido de que el mundo no está preparado para su genialidad, y es por eso por lo que siempre le rechazan todas las obras. Pero cuando una revista de mala muerte accede a publicar uno de sus poemas gratis, Fante no tarda en acceder con una sonrisa.
¿Será que por fin alguien valora su increíble talento? ¿O es que el mundo editorial está encerrado en una burbuja donde no se reconoce a los genios? Una parodia sobre la vida de un escritor bucólico cargada de prejuicios y estándares sobre lo que desde fuera se cree que es la vida de un escritor.
Una parodia hecha caricatura
Fante Bukowski es una parodia sobre la concepción bucólica de la vida del escritor. Noah van Sciver no pretende en ningún momento tomarse en serio a sí mismo ni la obra y de hecho todo lo que transmite a lo largo de su dibujo descuidado con contornos y colores que a menudo se salen de las formas y que, si no me equivoco, recuerdan al pastel, es la forma de vivir de Fante descuidada e irresponsable.
En un siglo en el que continuamente se nos dice que “si quieres, puedes” y que debes ante todo “perseguir tus sueños”, este joven con delirios de escritor deja la empresa de su padre y se cambia el nombre para hacerle un homenaje a Charles Bukowski, uno de sus autores favoritos. De esta manera, el cómic retrata a ese enorme compendio de estudiantes y pretenders excesivamente motivados, que pasan más tiempo viviendo el sueño de ser escritor que escribiendo. Noah van Sciver parece retratar así no solo a una generación millenial y zeta donde a menudo se premia solamente la pura participación, sino también a las manías de otros escritores noveles que continuamente culpan de su falta de éxito a las editoriales y los agentes que ni se molestan en buscar a nuevas figuras de la estampa literaria en vez de trabajar por conseguir crear obras más profundas, con más significado y más repasadas.
Y de hecho, entre estas páginas de burla y comedia encontrarás muchas verdades. Verdades a simple vista, como la aseveración del editor cuando le dice a Fante que “nadie se arriesga por un escritor no conocido” y otras más ocultas, como la presión que sufre la compañera de Fante a la hora de tener que escribir una novela cuando no es capaz de inspirarse o el mundillo conocido entre autores que se conocen los unos a los otros. Verdades que, además, Noah van Sciver decora con frases de escritores famosos repartidos al principio de cada breve miniepisodio de su vida.
El argumento y la conducción de la obra
Dicen que los grandes autores clásicos lo son porque han pasado por experiencias que les permiten enriquecer sus historias, y eso es exactamente lo que le ocurre a Fante. Después de una introducción en la que nos muestran su patética forma de vivir y sus intentos desesperados de llamar la atención de un agente o un gran editor, Fante sale en búsqueda de sí mismo.
Por lo general, salir en busca de ti mismo suele significar un viaje en el que descubres que llevas días sin pensar en lo que te obsesionaba por la belleza de la naturaleza y el esfuerzo conseguido, o que tu vida pasa un peligro de tres pares de narices y acabas viviendo por suerte para contarlo en un libro. Y eso es exactamente lo que ocurre con Fante. Tras varias experiencias dramáticas, decide abandonar al gato que había recogido de la calle (y cuya escena, quizás sin que sea a propósito, me recordó poderosamente a Desayuno con diamantes en el momento en el que Holly decide que quiere desapegarse de todo) y acabará viviendo una serie de experiencias terribles impulsado por la muerte de uno de los pocos personajes sabios del cómic: un desconocido con el que bebía en un bar de mala muerte.
De nuevo, quizás de una forma equivocada. ya que Noah van Sciver es famoso por sus obras en las que saca a relucir los defectos de la gente, no por sus moralejas y enseñanzas, yo aquí encontré una poderosa lección: no puedes empezar a escribir sin salir ahí fuera, sin vivir la vida.
Sobre la edición de Fante Bukowski
Estamos hablando de Ediciones La Cúpula, así que podéis imaginaros que la edición, como siempre, es sobresaliente. Hojas gruesas, un color realmente saturado y que se ha sellado muy bien en el papel y dos solapas en las que nos hablan de Noah van Sciver y su talento sacando a relucir los grandes defectos de cada uno de nosotros.
Al final de la obra, además, Fante Bukowski nos reserva una serie de ilustraciones alternativas de este personaje dibujadas por otros ilustradores indies como John Porcellino, Joseph Remnant o Leslie Stein.
Opinión sobre Fante Bukowski
Fante Bukowski es un cómic especial dibujado y realizado expresamente para que solo aquellos que conocen el mundo literario puedan llegar a interpretar sus chistes y el ácido sentido del humor de van Sciver. Lo que en un primer momento para los ojos de alguien fuera del mundillo pueda parecer un dibujo poco trabajado y una historia cargada de estereotipos, es para el escritor consagrado, el editor o el dibujante de cómics una maravillosa síntesis de los mayores defectos de muchos escritores: soberbia, el contacto con los editores, el no ser nadie si eres novel y, por supuesto, los prejuicios sobre la vida bohemia de los autores que parece extraída de una película de época.
Por eso es fácil encontrar opiniones muy enfrentadas. Pero Van Sciver es así: o lo odias o le encuentras una gracia muy certera. Yo lo devoré de una sola sentada, viñeta a viñeta, y luego hice mi acostumbrada lectura de repaso donde encontré mucha sabiduría editorial y literaria en cada perla que soltaban los personajes que rodeaban al propio Fante.
Si conoces el mundo literario y si sueles encontrarte con personajes soberbios y creídos, entonces Fante Bukowski te encantará. Si no es así, quizás es mejor que le eches un vistazo a otros de los cómics maravillosos de Ediciones La Cúpula, como Cuéntalo.
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