En un rayo de sol #1 es una preciosa novela gráfica escrita y dibujada por la talentosa artista Tillie Walden ambientada en el espacio exterior donde se tratan temas como familia y la identidad adolescente cuando estás perdida en el mundo. La obra empezó a publicarse en formato webcómic y ya ha sido nominada a un premio Harvey. Su título está inspirado en la canción de Belle & Sebastian Asleep on a Sunbeam
Argumento de En un rayo de sol
En un rayo de sol nos introduce en dos líneas temporales diferentes: el pasado y el futuro de Mia, una joven anteriormente brillante que desde hace una buena temporada ha perdido toda su motivación.
En el pasado podremos ver cómo Mia pasa sus días en un internado espacial para jovencitas donde se dedica a intentar subirse en naves prohibidas y a causar problemas. Un día, Grace, una joven venida de ninguna parte entra nueva y Mia se obsesionará con hacerse amiga de esa joven con zapatillas galácticas brillantes.
En el presente podremos ver una cara más madura de Mia cuando entra a formar parte de un grupo de trabajo que restaura edificios antiguos. Allí la joven es aceptada al momento por su nueva familia.
A lo largo de los saltos del presente al pasado iremos conociendo más sobre las motivaciones de Mia, qué la llevó de un lado a otro por el espacio y, sobre todo, la especial relación que tiene con la nueva alumna, Grace.
Un dibujo onírico que explota en mitad de la negrura del espacio.
El dibujo de Tillie Walden es ligeramente inestable. Las siluetas de los seres humanos que propone y sus formas y referencias a menudo no están acabadas. En el interior de sus páginas nos vamos a encontrar con rostros finos, líneas rápidas que representan el movimiento y, a veces, una forma ligeramente descuidada de construir las expresiones faciales. Pero nada de eso importa, porque Walden suple estas carencias con un magnífico dominio de la viñeta, los escenarios y la luz.
La novela gráfica va cogiendo fuerza conforme te introduces en el interior del pantano tenebroso que conforma el espacio que plantea la autora. De las pequeñas viñetas en las cuales te costaba diferenciar a uno del otro miembro de la nave de restauración, iremos evolucionando a grandes planos, a menudo de página completa que te sumergen lentamente en un espacio oscuro y al mismo tiempo bullicioso de color.
Frente a la paleta bitono a la que la autora nos había acostumbrado en su anterior gran obra (Piruetas), En un rayo de sol se atreve a ir mucho más allá, generando rojos desaturados y amarillos potentes que deslumbran en el interior de la oscuridad de la vida de Mia y Grace y que representan tan bien los soles y las estrellas llameantes perdidas en el espacio, sino también la fuerza y la pasión de ambas jóvenes.
Muchas de las páginas de En un rayo de sol son tan magníficas que se podrían sacar mil pósters de ellas. Walden no apresura el drama, no tiene prisa por hacerte sentir lo que finalmente acabarás experimentando. Simplemente deja que poco a poco te confíes y avances mar adentro en un mundo de morados arrojados sobre negro hasta que finalmente no hagas pie, y es ahí cuando, flotando, la novela gráfica te sorprende con escenas a página completa que ya jamás podrás olvidar.
Sobre el despertar sexual de Mia y el engaño adolescente
Si en algo es experta Tillie Walden es en reflejar la angustia homosexual adolescente. A diferencia de otras obras como Laura Dean me ha vuelto a dejar, donde se plantean las relaciones con tu mismo género como algo extendido y aceptado por la sociedad, Tillie recuerda dolorosamente su propia salida del armario en argumentos donde no todo el mundo parece estar de acuerdo con tu orientación sexual.
Esto queda perfectamente patente al principio de En un rayo de sol en el que Mia empieza a quedar todo lo posible con Grace y esta le pregunta si no tiene otras amigas con las que pasar el rato. Mia, de forma evasiva, le contesta que realmente no son sus amigas y que está harta de fingir, lo cual parece dar una pista del hecho de que las compañeras de clase y / o habitación de Mia no aceptan su orientación sexual y la hacen sentirse rara y diferente. Los primeros años en el internado Mia era una alumna de sobresalientes con un montón de chicas que le hacían compañía, pero lamentablemente en el momento en el que su sexualidad se desarrolló y quedó clara su orientación, el resto del internado la empiezan a marginar, provocando esta caída de notas y de interés en la protagonista.
Una obra cargada de simbolismo
Tillie Walden, la nombrada “representante del futuro del cómic europeo”, es una talentosa artista que esconde en el interior de sus viñetas y, sobre todo, de sus diálogos, mucho más de lo que aparenta en un primer momento. Y es imprescindible leer sus obras varias veces para poder captar todo el significado que encierran conversaciones aparentemente inocentes.
Una de ellas es la primera partida de cartas que Mia echa con sus compañeras de nave, las cuales empiezan a presentarse como su nueva familia. Mientras estas se meten las unas con las otras e intercalan nombres de ejércitos como Scottish Fold (que es, en realidad, una raza de gato), Mia repite insistentemente está atrapada en un laberinto de agua: una analogía maravillosa sobre sus sentimientos.
Estoy atrapada en el maldito laberinto de agua
Este tipo de afirmaciones genera una sensación de sinestesia maravillosa en la que es imposible no comparar la falta de gravedad en el espacio, que genera la sensación de estar flotando, con la del agua. Al mismo tiempo, el agua se ha empleado varias veces como metáfora de la tristeza y la depresión, lo cual nos da una pista del estado mental de Mia en el momento.
Por cierto, en ese momento alguien comenta que Jules solía hacer patinaje artístico, lo cual sin duda es una referencia a la obra de la misma autora Piruetas sobre una joven cuya vida gira alrededor del patinaje artístico sobre hielo.
Huelga decir que Tillie Walden evidentemente planea el espacio exterior como un enorme pantano de agua oscura, reconvirtiendo la nada sin gravedad en las profundidades de un pozo y las naves en enormes carpas koi flotantes que se mueven con su tripulante en el lomo.
Un espacio distópico donde todo el mundo ha de aportar su granito de arena
Una de las cosas que más sorprenden en este cómic es la corta edad de los trabajadores: Mia, que prácticamente es una niña, trabaja extenuantes jornadas de 12 horas puramente físicas en una nave que la mantiene desplazada de su inexistente hogar y donde prácticamente no tienen descansos ni fines de semana.
Es especialmente ilustrativo y bello al mismo tiempo comprender a través del trabajo de Ellie, Jules, Alma, etc. que frente a la destrucción de los planetas y la caída de las civilizaciones, fueron apareciendo varias religiones en grupos pequeños que decayeron y desaparecieron.
De esta forma, el grupo de restauración en el que trabaja Mia, nos recuerda que es tarea de los antropólogos e historiadores hacer que hoy, este momento con sus creencias y sus pasiones, no desaparezca al caer en el olvido. Y, al mismo tiempo, te transmite la vertiginosa sensación de que, en realidad, somos muy pequeños en retrospectiva si nos enfrentamos a la inmensidad del tiempo y del espacio.
No era solamente vieja, se habían olvidado de ella. Casi cualquier recuerdo de este lugar ha desaparecido o ha sido destruido.
¿Qué pasa entonces con este sitio?
No sé mucho. Solo he podido descubrir algunos hechos muy básicos. Era una religión menor, con unas 200 adeptas. Al parecer vivían todas aquí. Cada una disponía de unas diez habitaciones. La creencia principal giraba en torno a encontrar un objeto concreto. Pensaban que la santidad era algo tangible, que la fundadora había escondido ese objeto en alguna parte de este complejo.
Y, en medio de todo este sistema cruel y duro de trabajo donde todavía se segrega a las niñas en internados, encontramos esa visión nada estricta de la bondad y una profunda filosofía de hacerle bien el prójimo. Hacer el bien a pesar de las barreras y de las leyes, rescatar a personas perdidas en fronteras y mundos incomunicados que necesitan que otro ser humano reconozca su existencia: ayudar a otro sin esperar nada a cambio, simplemente por el hecho de saber lo que es correcto a pesar de que las leyes digan lo contrario.
El pronombre Elle y la importancia de respetar los géneros
Cada vez más editoriales están apostando por apoyar a aquellos que no se identifican con un género u orientación sexual binaria y mayoritariamente reconocida. En el espectro de la identificación sexual y de género hay mil variedades que a menudo aparecen silenciadas o que, lamentablemente, pierden muchos de sus matices en la traducción.
No es así con Ediciones La Cúpula que cuando se enfrenta con un problema de traducción que podría hacer perder el significado por el que apostaron los creadores originales, siempre se mantiene fiel al significado por encima de la aparente y estricta corrección lingüística. Además, añaden un pequeño pie de página explicando su decisión y ampliando, por tanto, el contexto lingüístico de la obra. Ocurrió con Laura Dean me ha vuelto a dejar y su referencia a las womyn y ahora al emplear el pronombre “elle” como forma de reivindicación de admitir y aceptar la identificación de género o sexual de cualquier persona en el entorno personal, familiar y laboral.
Personalmente, creo que el lenguaje debería evolucionar con la sociedad y que no tiene sentido quedarnos encerrados en una cajita, cerrando los ojos e intentando fingir que no hay personas que no sean capaces de identificarse ni como hombres ni como mujeres y negar por razones políticas el uso del pronombre “elle”. Es cierto que la RAE todavía no acepta todavía el uso de este pronombre, pero eso no impedirá que los valientes, especialmente los que tienen un poder divulgativo, no podamos usarlo en nuestro día a día.
Otros temas que trata el cómic (spoiler)
Es fácil leer los mensajes aperturistas que hablan del amor y la libertad progresista en este primer tomo de En un rayo de sol. Mensajes como el amor homosexual, la aceptación del género y la identidad de todo el mundo o incluso una fuerte alusión a las políticas de inmigración radicales que está tomando el primer mundo en la actualidad. Cuando Jules le cuenta a Mia que Elliot forma parte de un mundo pobre e incomunicado, apartado y olvidado por los otros planetas y sistemas y sin ninguna posibilidad de redención, está realizando una clara referencia a la inmigración y el cierre de fronteras. Al altruismo con el que ONGS recogen a personas necesitadas del mar y los rescatan de vidas imposibles de mejorar a pesar de la legalidad. Cómo Alma y Char no miraron atrás al navegar por el espacio exterior, arriesgando sus vidas por la de otros.
Mi opinión sobre En un rayo de sol (no spoiler)
Voy a intentar resumir todo lo posible mi reacción sobre este cómic que, he de confesar, me daba algo de pereza comenzar. No tiene el dibujo atractivo y fácilmente aproximable de Laura Dean me quiere dejar y como recientemente estoy superando mi fobia a las obras ambientadas en el espacio, decidí darle una oportunidad con calma.
Y vaya, qué espectáculo. La novela gráfica requiere que la leas con calma y que disfrutes con el dominio de las luces y la composición de Walden. Requiere que entiendas cómo la autora planeó el espacio pensando en un océano inmenso y cómo, de alguna forma, los personajes tan imperfectos ellos mismos, te sumergen en un sueño del que te será difícil escapar.
Lo harás, sí. Pero si eres como yo, acabarás llorando y gritándole a nada. Gritando por esa sensación de pérdida, de vacío y de soledad que solo sabe generar Walden. Llorando porque estás atrapada en un laberinto de agua y ni siquiera lo sabías.
Y ahí es donde está la magia de la autora.
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