Hoy nos hemos puesto muy a lo brittish y os traemos una reseña de El inglés, el libro romántico que ha conseguido enamorarnos.
Argumento de El inglés
Elizabeth Bennet es una chica inteligente pero con un pasado turbulento que le ha llevado a marcarse una serie de normas en su vida que no se permite olvidar. Ha aprendido que no puedes confiar en nadie, y que es mejor encerrarse en si misma que sufrir por gente que dice quererte. Hasta que aparece Declan, su nuevo vecino. Un británico imponente, con reputación de chico malo que va a trastocarla por completo.
Ambos saben que deben evitarse, pero la atracción que se siente cuando están juntos los empuja a buscarse y acercarse más.
Elizabeth romperá todas sus reglas por él, y el chico duro del campus no podrá evitar no pensar en su bella vecina.
Una historia de amor con unos personajes que nos harán recordar a la novela de Orgullo y Prejuicio.
Análisis y reseña de El inglés
El inglés, y qué inglés. ¡Enamoradica me hallo!
Después de mucho tiempo esperando este libro, llegó septiembre y por fin cayó en mis manos, y debo reconocer que la espera ha valido la pena.
El inglés es una novela romántica contemporánea, con escenas muy sensuales y eróticas que no dejan nada a la imaginación, y que hacen que la temperatura suba, y mucho.
Ilsa Madden- Mills nos trae esta apasionante historia que engancha de principio a fin, con una trama llena de emoción, y con personajes fuertes y con las ideas muy claras que nos acompañarán a través de las páginas de esta novela.
Nuestra protagonista es Elizabeth Bennet (sí, como la de Jane Austen): una chica inteligente y guapa, con un pasado turbulento que ha provocado la formación de un caparazón en torno a su corazón.
Al comienzo de la novela se muestra dura y distante con el amor debido al sufrimiento que le provocó un acontecimiento de su vida. Esto la convierte en una mujer controladora, con sus propias normas y totalmente negada a enamorarse.Hasta que en el segundo curso de la universidad, tras cambiarse de piso, se encuentra con su vecino: un sexy inglés, por el que empieza a permitirse saltarse sus propias reglas y arriesgarse, sintiendo de nuevo y disfrutando de nuevas experiencias que la llevarán a revivir viejos recuerdos del pasado, terribles momentos que harán que comiencen a aflorar de nuevo todo esos miedos que a pesar del tiempo, no ha logrado superar y que la han estado alejando de su propia felicidad.
“Fuera de control”, me susurró mi cerebro, pero rechacé todas las advertencias cuando puso su cálida mano sobre mi pecho y empezó a apretarlo, pellizcando el pezón entre el pulgar y el índice. Jadeé de placer y arqueé la espalda para acercarme a su cuerpo, ignorando que mis miedos estaban a flor de piel. La chica que solo sabía de reglas intentó entrar en mi cerebro, gritarme, pero la ignoré.
Por otro lado tenemos a Declan, el inglés, un chico universitario con una fachada de tipo duro, sexy a rabiar, por el que todas las chicas del campus están coladitas.
Nuestro protagonista es un luchador que sueña con abrir su propio gimnasio, participando en peleas clandestinas para obtener el dinero necesario para conseguir su propósito.
Al igual que Elisabeth, y tras una relación fallida con su exnovia, se niega a dejar que los sentimientos amorosos afloren, poniéndose, el mismo, unos límites que, tras conocer a su vecina, se van a ir desplomando poco a poco.
¿Qué me ha hecho sentir cada uno de ellos?
Declan es un personaje al que me ha costado encontrarle el punto mientras que con Elisabeth enseguida congenié, entendiendo el por qué de sus miedos y su manera de actuar frente a la vida. Con el protagonista masculino me ha costado un poco más: al principio su actitud me ponía nerviosa y me parecía posesivo y con una mente muy pero que muy sucia. A medida que la historia avanzaba, ha ido conquistándome y he conseguido encontrarle ese punto sexy, del que la protagonista nos habla desde el principio.
La relación de Elisabeth y Declan no deja de ser tortuosa durante la historia: ambos piensan que no pueden estar juntos, que no son buenos el uno para el otro. Pero el sentimiento es tan fuerte y la conexión entre ellos es tan sensual, que no pueden mantenerse alejados. Pronto formarán una frágil amistad en la que se apoyan mutuamente, intentando no traspasar la línea del romanticismo.
Sin embargo, ¿cómo podía haber sido tan estúpida? Era un luchador, un hombre peligroso con suficiente sex appel como para hacer explotar un edificio.
“No es adecuado para mí”.
La tensión se intensificó al ver que no se daba la vuelto.
- Vete de aquí, Elizabeth – susurró con la voz áspera, como si estuviera afónico.
Tomé aire con un suspiro tembloroso.
- Lo siento.
- ¡Vete!
Vi cómo se estremecía. Me di la vuelta, salí y cerré la puerta de golpe.
Los terceros en discordia no tardan mucho en aparecer, entre ellos el ex de ella y la ex de él, que hacen que la historia se vuelva algo más oscura, pero no por ello menos sexy. Creo que el hecho de que haya terceras personas, provoca que los celos salgan a coalición y que nuestros protagonistas caigan en las garras del amor del que tanto huyen, regalándonos escenas muy tórridas que suben la temperatura de cualquiera.
Conclusión sobre El Inglés
La autora, Ilsa Madden- Mills, nos conquista con una novela llena de sentimiento, donde la lucha por la superación de los problemas del pasado y la posibilidad de seguir adelante están a la orden del día. Su pluma es ágil, alternando en cada capítulo los pensamientos de ambos protagonistas, permitiéndonos entender qué es lo que están sintiendo y provocando que el lector empatice más con Elisabeth y Declan.
Esta bonita historia está inspirada en la novela de Jane Austen Orgullo y Prejuicio. Si como yo, eres una apasionada de esa novela, no podrás evitar ver como Declan y Elizabeth se parecen a Darcy y Elizabeth. Esto, en mi caso, ha sumado más puntos a la novela. Sin duda, una nueva historia que añadir a mi lista de favoritas, que me ha dejado un buen sabor de boca y que no me ha defraudado.
Me despido con un fragmento que me ha hecho soñar y querer vivir de verdad esa experiencia.
- ¿ Me leerás a Jane Austen desnudo?
Se rió.
- Haré algo mejor. Te haré el amor mientras te recito todo el puto libro.
- Mmm, podría acostumbrarme a eso.
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