Criadas y señoras es una maravillosa novela familiar que nos sitúa en Mississipi, uno de los estados más racistas de Norteamérica. Escrita por Kathryn Stockett en el 2009 y con unas escasasd 480 páginas, la novela fue un éxito desde el primer momento en el que se publicó. A pesar de que Kathryn era una autora novel y que nadie la conocía en el mercado, Criadas y Señoras tuvo tanto éxito que rápidamente tuvieron que duplicar y triplicar la tirada, y en el 2011 se realizó una adaptación televisiva de la película.
Argumento de Criadas y Señoras
Criadas y Señoras nos sitúa en la vida de tres mujeres en los años 60 de Mississipi. Las tres son radicalmente diferentes, pero verán su vida completamente unida por algo con lo que jamás llegaron a soñar:
Skeeter Fellan es una joven rica que vuelve a su casa después de estudiar en la Universidad. Skeeter no es como el resto de sus amigas de Mississipi. Para empezar, es fea. Extremadamente fea. Y en una época en el que la única obligación y meta de una mujer era mantenerse bella y conseguir "cazar" a un buen marido, no le dejarán olvidar jamás su crimen. Para empezar, Skeeter tiene el pelo rizado y rubio, la nariz demasiado afilada, es extremadamente alta (1,80cm) y no tiene ni pizca de gracia vistiéndose. Su madre, desesperada, se gasta su fortuna en intentar que su hija tenga algo de gusto vistiendo y comportándose, y ambas protagonizan pequeñas discusiones ridículas. El sueño de Skeeter es convertirse en una escritora de éxito, pero su madre no descansará hasta ver a su pequeña casada de una vez por todas.
Aibeleen es una asistenta mayor que trabaja principalmente cuidando niños. Aibeleen es una mujer de color que nunca se ha planteado si las cosas son justas o no para su gente... hasta que su hijo Trevor muere en un accidente, ignorado por los capataces blancos. Desde entonces una semilla de rebeldía ha crecido en su interior. Y ahora, en vez de resignarse a que la niña pequeña a la que cuida crezca para convertirse en una racista como su madre, ha comenzado a contarle cuentos en el que las diferencias de color no importan, y en el que ella es importante y querida.
Minny Jackson es la tercera de las mujeres que completan Criadas y Señoras. Minny es una mujer con mucho carácter, seis hijos y un marido al que se le va la mano con la bebida. Minny trabajaba para Miss Walters, una anciana que tiene al diablo por hija. Pero cuando se llevan a Miss Walters a una residencia, Minny descubrirá que la hija de su antigua empleadora, Hilly, ha ido diciendo por toda la ciudad que Minny es una ladrona para obligarla a trabajar con ella. Desesperada, va a una entrevista de trabajo con la mujer más rara de todo Jackson, Mississipi: una glamurosa tonta de ciudad llamada Celia Foote.
La vida de las tres cambiará radicalmente cuando Skeeter recibe una llamada de una importante editora de Nueva York: la señorita Stein. Esta anima a Miss Skeeter a que escriba un libro controvertido, algo de lo que nadie quiera hablar. Y a Skeeter no se le ocurre mejor tema que contar las historias de las criadas, y descubrir desde dentro cómo es vivir en una sociedad racista donde ni siquiera te permiten usar el mismo retrete que los blancos.
El contexto de Criadas y Señoras
Criadas y Señoras se ambienta en los años 60. Este maravilloso libro nos muestra la cara más dura y terrible de vivir en una sociedad con una segregación racial tan insoportable. Un mundo donde las personas de color no podían sentarse en la parte delantera del autobús, acudir a una cafetería a la que fueran los blancos o incluso ir por la calle acompañadas de un niño blanco sin usar un uniforme de empleada del hogar.
Cuando Miss Skeeter le pregunta a Aibeleen si sabía que sería criada de niña, esta le contesta que no existe ninguna otra opción ni posibilidad para las mujeres como ella.
Mi madre era criada y mi abuela esclava. Siempre supe que yo también sería una criada.
Las leyes de segregación racial de Jimmy Crow que se promulgaron entre 1876 y 1965, especialmente al sur de los Estados Unidos, aseguraban que las diferencias y los derechos de las personas de color y los blancos fueran radicalmente diferentes. Algunas de las perlitas que nos encontramos en este libro que, recordamos, se abolió hace menos de cien años, son las siguientes:
1- Un hombre negro no podía ofrecer su mano (dar la mano) con un hombre blanco porque implicaba ser socialmente iguales. Obviamente, un hombre negro no podía ofrecer su mano o cualquier otra parte de su cuerpo a una mujer blanca, porque corría el riesgo de ser acusado de violación.
2- Ningún barbero de color podrá servir como peluquero a los/as niños/as blancos ( Gerogia)
3- No está permitido enterrar en el mismo cementerio a una persona de color que a un blanco.
4- Los niños de color no pueden acudir a las mismas escuelas o bibliotecas que los blancos.
Etc.
Pero Criadas y Señoras no se limita a explotar el tema de lucha por los derechos sociales (del que hay material y material para sacar toda una saga familiar), sino que magistralmente nos hace preguntas sobre la dualidad que se da en las relaciones entre las criadas y las señoras. No todas las señoras serán malas y espantosas como Miss Hilly, racistas acérrimas dispuestas a mandar a una empleada del hogar a la cárcel por simple manía, o mujeres como Elisabeth, que hace instalar un retrete separado de su casa a pesar de no tener dinero para nada simplemente porque teme que Aibeleen le contagie alguna enfermedad por el simple hecho de ser negra.
No.
Porque nos encontramos con Miss Celia Foote, una tonta obsesionada por la moda que sin embargo resulta ser de las mejores personas que pueblan el libro. Existen personas de color malas y negativas que gritan y hacen daño y gente blanca que son sinceros, honestos y tolerantes. Y aún encima está el problema que nos entraña Aibeleen: ¿cómo te sientes al cuidar a niños blancos toda tu vida, cada instante de sus infancias, convirtiéndote en una madre para ellos, y ver luego cómo crecen para volverse racista y detestarla por su color de piel como sus padres?
¿Cómo te sientes cuando tienes que desprenderte de una criada que ha estado a tu lado cincuenta años por el simple hecho de que te ha contestado mal?
O todavía más complejo incluso... ¿qué ocurre cuando son las mismas personas de color las que experimentan racismo contra otra por tener a una niña rubia y blanca debido a la genética?
Criadas y señoras hace un recorrido brutal, completo y maravilloso sobre todas estas cuestiones sin que resulte en ningún momento opresivo o cansado. Su estilo directo y su vocabulario sencillo hacen que el libro sea un auténtico paseo, fácil de leer pero con mucho que digerir (como la tarta de Minny Jackson xD)
Además, cuenta con una magnífica ambientación histórica. Hacen comentarios y nos hablan de detalles de actualidad en la época que nosotros damos por sentado. Por ejemplo, la introducción del sistema del código postal y cómo se lo tomó la gente cuando llegó, afirmando que nadie iba a ser capaz de recordar los números y que el sistema fracasaría. Cincuenta años después, no podemos plantearnos el sistema postal sin el código. Son fascinantes no sólo las diferencias culturales que muestran, sino también pequeños detalles como que Skeeter vea en la televisión el anuncio de una nueva pastilla que ayuda a las mujeres a sobrellevar el día día: Valium.
En cierto momento Skeeter se plantea que quizás debería dejar de fumar, pero que de cualquier forma no se va morir de eso. La desinformación en la época acerca de los efectos del tabaco quedan patentes en los comentarios de la joven escritora y en cada uno de los pequeños detalles que se traslucen a través de los comentarios y de ciertos puntos de la obra. Y todos estos detalles de documentación hacen que Criadas y Señoras sea una obra maravillosa.
Opinión de Criadas y Señoras (contiene spoilers)
Como ya he dicho anteriormente, Criadas y Señoras me ha parecido una obra fascinante y súper entretenida. El tono ligero y desenfadado con el que nos presenta un problema social de tal calibre hace que nunca se te haga pesada la lectura. Además, cuenta con una maravillosa construcción de personajes, diferenciando perfectamente entre las tres protagonistas.
Desde Skeeter que ve cómo no encaja en ninguna parte cuando en un primer momento no tiene ideas políticas activistas ni radicales. Sin embargo, su altura, el hecho de no tener novio o las presiones de su madre acaban haciendo mella en ella y la hacen sentirse continuamente como si fuera menos que el resto. Aunque ella dice que fue por su unión con Constantine, su niñera, estoy segura de que fue el hecho de sentirse excluída y apartada la que le dio la perspectiva suficiente parqa escribir la novela.
Minny es extremadamente fuerte y considera a todos los blancos diablos. Y es precisamente ella la que cae en la mejor casa y familia, una donde hasta el Mr. Johnny (el hombre que nos hacen creer que le volará la cabeza en cuanto se la encuentre en su casa) es extremadamente amable con ella y de hecho hasta se preocupa por su estado de salud varias veces. Minny tiene que luchar contra su fiera desconfianza hacia cualquier persona blanca que roza el racismo cuando Celia Foote la trata como una amiga y hasta se sienta en la misma mesa que ella para comer.
Y por último, Aibileen y su final escribiendo las columnas de Miss Myrna representa la apertura profesional de las personas de color tras el final del libro.
Me parece sublime un libro capaz de mostrarte en pequeños detalles, perlas de reminiscencias de comentarios o diálogos, lo que es vivir siendo una minoría y creyendo que no hay cambio posible para ti, sino sólo una lucha infructuosa y sangrienta.
Adaptación cinematográfica de Criadas y Señoras
Criadas y Señoras tuvo una adaptación cinematográfica en el 2011. Dirigida y guionizada por Tate Taylor, cuenta con grandes actrices como Emma Stone en el papel de Skeeter, Viola Davis o Bryce Dallas Howard. La película es una fiel adaptación de la novela y no se deja realmente demasiados conflictos en el tintero como ocurre con otras películas. ¡Os la recomendamos encarecidamente!
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