Conversaciones entre amigos es la primera novela de Sally Rooney que salta a la fama en nuestro país. En ella entraremos en mundo bohemio de Irlanda, recorriendo sus cafés literarios y speak outs desde el punto de vista de una peculiar autora.
Argumento de Conversaciones entre amigos.
Frances ha pasado prácticamente toda su vida a la sombra de Bobbi, su ex-novia y mejor amiga. Sin embargo, en uno de sus speak outs conocen a Melissa, una importante escritora bien valorada en el mundo literario, y esta les invita a cenar a su casa. Allí será cuando formalmente le presenten a Nick, el marido de esta.
Pronto se creará una dinámica extraña cuando Bobbi empieza a idolatrar sin parar a Melissa, volviéndose dependiente de ella y cuando Frances descubre que quizás la atracción que siente por Nick puede llegar a ser recíproca.
La falta de autoestima de Frances es lo que le da forma al libro.
Conversaciones entre amigos está escrito en primera persona. A través de los ojos de Frances irás viendo el mundo exactamente desde su perspectiva intelectual y ciertamente ligeramente elitista. Sin embargo, Frances no es en absoluto una persona con un ego soberano.
La novela se equilibra precisamente entre las relaciones de Melisa y Bobbi y las de Frances y Nick y cómo la aparición de esta pareja acaba transformando por completo la amistad cargada de dependencia que tienen Bobbi y Frances. Frances no tiene autoestima y depende completamente de su exnovia para tomar cualquier decisión, con la que se alinea de forma política y con la que siempre se está comparando.
En varios puntos de la novela la propia Frances llega a decir que le encantaría saber lo que se siente al ser como Bobbi, encajar en cualquier parte y ser tan atractiva. En su relación con Nick afirma que solo puede sentirse atraída por ella porque tiene una filia según la cual solo le gustan las mujeres feas y con poca autoestima.
Si analizamos detalladamente la novela te das cuenta de los problemas que tiene Frances incluso para cuidarse a sí misma. No la vemos comer con frecuencia a lo largo de sus días, pero sí que se toma la molestia de recordarnos que se ha saltado la comida para estudiar, fumar o simplemente porque no se encuentra emocionalmente estable para prepararse algo. Esto está íntimamente relacionado con su problema de autoestima: como se considera tan poca cosa, no pone en marcha los mecanismos necesarios para cuidar de ella misma a nivel físico o emocional.
Me senté a solas en el campo de críquet de la universidad y me fumé dos cigarrillos, uno detrás de otro. Me dolía la cabeza, no había probado bocado en todo el día. Sentía mi cuerpo como algo agotado e inútil. No quería seguir alimentándolo con comida ni medicinas.
De hecho, en cierto momento se puede ver cómo se atiborra a tostadas simplemente porque está alta de ánimo.
Su falta de autoestima será consecuente y determinante en cada una de las acciones que lleva a cabo, disfrazándola con un tono de normalidad, como si todo el mundo que carezca del encanto o la personalidad de Melissa se sintieran como ella.
La toxicidad de la relación que tiene con Bobbi
Parte de los problemas de autoestima de Frances alimentan la relación tóxica que tiene con Bobbi. Desde el principio de la novela descubrimos que Bobbi tiene mucha personalidad, pero que parte de ella se apoya en el hecho de menospreciar o ningunear a Frances. A veces por sus ideas políticas y otras porque esta segunda no hace lo que Bobbi espera que haga o reacciona como Bobbi espera que reaccione (y que suele ser apoyando cualquier comentario u acción de forma automática en la que esta esté involucrada).
Lo realmente putrefacto de su relación de dependencia se puede ver desde un primer momento, cuando Frances explica los códigos y las señales silenciosas con la que Bobbi la castiga o se jacta de tener mejor relación con Melissa que ella, o el castigo de la propia Bobbi de no hablarle porque Frances se ha atrevido a obtener algo que ella desea: la atención de la pareja de Melissa y Nick.
Cuando ambas tienen un conflicto, Bobbi, en vez de enfrentarse a ella directamente o hablar las cosas cara a cara, decide mandarle a posteriori un mail cargado de veneno en el que pone de manifiesto solamente sus sentimientos y donde exige que sea Frances la que se disculpe con ella.
Esto por no hablar de otros comentarios que realiza en ciertos puntos de la historia, siempre con la clara intención de mantener una jerarquía en la que Bobbi sea una diosa y Frances siempre su vil sirvienta y cheerleader personal.
A la mañana siguiente me sentí cálida y soñolienta, como una niña. Para desayunar comí cuatro rebanadas de pan y tomé dos grandes cuencos de café, con nata y azúcar. Bobbi me llamó cerdita, aunque según ella lo decía «con todo el cariño del mundo»
Incluso en cierto momento Frances llega a comparar a Bobbi con Jesús y afirma que solo le encuentra sentido a la lectura de la Biblia si intercambia el papel de Bobbi con el de Jesucristo.
La Biblia tenía mucho más sentido para mí, un sentido casi perfecto, si imaginaba a Bobbi en el papel de Jesús. Ella nunca pronunciaba sus palabras de forma literal; a menudo las decía en tono sarcástico, o con una expresión extraña y distante.
Un lenguaje específico de las clases cultas literarias
Frances es un personaje bohemio y culto que se autodefine en varios momentos como una ferviente opositora al sistema capitalista. Por eso no es de extrañar que emplee un vocabulario muy específico propio de las clases literarias. Como el uso de tecnicismos políticos en sus conversaciones o incluso de palabras propias del mundo literario.
Intenté imaginar mi nombre en un artículo periodístico, impreso en una tipografía con serifa con gruesas astas.
Las conversaciones de la gente de la que se rodean Bobbi y Frances suelen ser realmente elevadas y giran alrededor de grandes temas, como el comunismo, el marxismo o el anticapitalismo. Las dos protagonistas femeninas están fuertemente alineadas a causas políticas o sociales, lo cual a veces se interpone en su relación de amistad (como la negativa de Bobbi a seguir perteneciendo al grupo de activistas feminista de su universidad).
Bobbi: si piensas en el amor como algo más que un fenómeno interpersonal
Bobbi: y tratas de entenderlo como un sistema de valores social
Bobbi: es lo antitético al capitalismo, en el sentido de que desafía el axioma del egoísmo
Bobbi: sobre el que se basa toda lógica de desigualdad
Bobbi: pero al mismo tiempo se pone al servicio del capitalismo y lo perpetúa
La edición de Conversaciones entre amigos
Una de las partes que más llaman la atención de Conversaciones entre amigos es precisamente el hecho de que no señalicen los diálogos. Como toda la historia es simplemente un recuerdo de su vida que Frances nos cuenta, la autora ha optado por emplear otra forma para verbalizar las conversaciones, tal y como escribiría alguien en un diario personal en vez de una novela.
A ver, cuando dices que estás enamorada de Melisa…, empecé
Me refiero a que estoy colada por ella.
Sabes que está casada.
¿No crees que le gusto?, preguntó Bobbi.
Esta peculiaridad que choca al principio tiene la virtud de hacer que te creas más el resto de la historia tal y como te la cuenta y aporta un valor de vericidad y de introspección mayor que si simplemente marcasen cada diálogo con el tradicional guión.
Además de este cambio, la edición de Penguin Random House no decide empezar todos sus capítulos en una página impar, algo poco habitual en el sector editorial.
La edición de tapa blanda con una ancha solapa (que funciona de marcapáginas para los menos preparados) cuenta también con un formato tipográfico diferente para mostrar los mensajes de chat que Frances intercambia con Bobbi a los correos electrónicos que recibe de Nick, modificando la tipografía y la distribución del texto en la página.
SPOILERS A PARTIR DE ESTE PUNTO
Cómo le afecta a Frances su pasado en su relación con los demás.
Sabemos por la propia Frances que su padre era un alcohólico con problemas de bipolaridad en los que se liaba a tortas con lo primero que pillaba o que se ponía agresivo sin excusa. Su mecanismo de defensa desde pequeña para que eso no le afecte ha sido mostrar siempre la mayor de las indiferencias y un total desapego emocional. Cuando empieza a torcerse su aventura con Nick, la forma con la que reacciona Frances es la misma: aparentando el mayor de los desapegos emocionales y fingiendo que la falta de palabras de amor por parte de él no le duelen. Esto llega a tal punto que el propio Nick se queja de no saber leer nunca las emociones de su propia amante (aunque en su defensa, él tampoco se lo pone fácil).
Frances no es honesta con Nick y a menudo descubrimos una fuerte incoherencia entre la forma con la que piensa y lo que siente en su interior a cómo le habla a Nick, incluso representando lo que diría Bobbi en la mayor parte de las escenas.
Los millenials, el feminismo y la brutal honestidad de esta novela
Conversaciones entre amigos tiene una forma peculiarmente intensa de mostrarte la realidad de una joven veinteañera de hoy en día. Frances es completamente real, y como tal las relaciones que entabla pueden llegar a ser tremendamente tóxicas.
Pero hay otro detalle que me pareció simplemente magistral: la descripción del dolor menstrual que tiene Frances al principio de la novela. Es habitual que los personajes femeninos no tengan el período, no menstruen, no manchen ni cambien de humor a lo largo del mes. Se mantienen consecuentemente perfectas o consecuentemente malvadas, dependiendo del personaje y del género de la novela. Esto que tanto se ve en el género de romance (donde las mujeres tampoco se masturban en muchos casos) se puede extrapolar incluso al género de fantasía. ¿O tenemos el placer de conocer a muchas heroínas que tengan cuatro días al mes donde no sean más que un manojo de dolor intenso si no toman un calmante?
El súmmun de la novela es la forma con la que trata la enfermedad de la endometriosis. Pocas novelas tienen el valor de abordar este tema de una forma tan sincera, brutal y honesta, relatándonos los desmayos de Frances, el frío y los escalofríos y sobre todo el dolor y los coágulos que ve con cada período y que la llevan a pensar que puede haber abortado. Pocas novelas, por no decir prácticamente ninguna de las que podamos encontrar destacadas en una mesa de best-sellers de una librería común, trata la endometriosis, una enfermedad que afecta a una de cada diez mujeres y que es mucho más común de lo que podamos llegarnos a creer, contribuyendo a visibilizar un problema real.
Todo ello se complementa en un perfecto clima irlandés en el que está continuamente lloviendo, parece que Frances siempre está muerta de frío o empapada y en el que el retrato de una ciudad gris acaba siendo el punto cúspide de esta increíble novela.
Mi opinión sobre Conversaciones entre amigos.
Conversaciones entre amigos me enganchó desde la primera página. En el momento en el que descubres indicios de la toxicidad que existe entre Bobbi y Frances, la novela comienza a volverse sumamente interesante. Desde ese punto iremos descubriendo más sobre Frances y tendremos una visión privilegiada de su forma tóxica y tortuosa de ver el mundo.
Conversaciones entre amigos tiene momentos muy potentes: cuando Frances se corta un trozo de pierna para poder centrarse en el dolor; o el momento en el que va a la casa de su padre y descubre la cocina llena de basura y de gusanos. Con los retazos de lo que nos cuenta sobre sus padres descubres por qué Frances ha resultado ser una mujer con tan poca autoestima: su padre es un hombre alcohólico que funciona como un tipo de profecía sobre lo que le pasaría a Frances si continúa por ese camino de destrucción; y su madre prácticamente no se preocupa por ella. Cuando Frances va al hospital y la están examinando, su madre se marcha a su casa y ante los problemas económicos que tiene su hija y que le impiden hasta comprar comida, se lava la conciencia con cincuenta euros como si fueran suficiente.
En ese contexto Bobbi no solo tiene el papel de amante o de objeto de deseo, sino también llena un enorme agujero de afecto maternal que tiene Frances. Cada vez que esta está enferma o se encuentra mal, Bobbi aparece para cuidarla y a menudo ha llegado a decir que «el simple hecho de que Bobbi estuviera allí bastaba para reconfortarla».
Pero no toda la culpa es de los padres de Frances ni mucho menos. Bajo mi óptica personal, Frances está muy cómoda en el papel de la víctima personal, merecedora de la compasión del resto. No le cuenta a nadie lo de su enfermedad, pero continuamente dinamita sus propias relaciones para poder seguir justificándose a sí misma lo desgraciada que puede llegar a ser.
Eso sí, si algo ha hecho que le reste a esta novela prácticamente un punto de la nota ha sido el final: un final que deja abiertos todos los arcos argumentales, en el que no sabemos si el padre de Frances finalmente muere, cómo sale ella de sus problemas económicos, cómo evoluciona su relación con Bobbi y donde, aún encima gracias a la accidental llamada de Nick, ambos se reencuentran y vuelven al punto del principio.
Conversaciones entre amigos es una novela que trata de forma directa el tema del poliamor y si es posible estar enamorada de más de una persona al mismo tiempo. Pero, como con todo, establece las bases sobre el matrimonio fracasado de Nick y sobre la baja autoestima de Frances, regalándonos un final ambiguo donde difícilmente puedes extraer una conclusión.
1 comentarios en este post
Deja un comentario
Kinishinaide! No publicaremos tu email ni te spamearemos sin tu permiso