La Visitación ha dejado diversas áreas del planeta salpicadas de basura tecnológica extraterrestre y con las leyes de la física en entredicho. Redrick trabaja de ayudante en el instituto internacional que estudia una de ellas, pero de noche es un stalker que se juega la vida infiltrándose en la Zona en busca de material alienígena de contrabando.
Stalker. Pícnic extraterrestre nos pone en la posición de hormigas que se asoman a los restos de un pícnic e intentan aprovechar lo que pueden. Es una novela ágil y cruda que indaga en la imaginería del abandono y que devino icónica tras su adaptación al cine por Tarkovski y su posterior entrada en el imaginario de los videojuegos; una propuesta narrativa que ha fructificado en subgénero.