Se cuenta en primera persona la historia de una virtuosa doncella llamada Pamela Andrews y su modesta delicadeza y determinación para rechazar a su amo, el señor B., que intenta seducirla. Finalmente, ella consigue reformarlo y él demuestra su sinceridad proponiéndole matrimonio.
En la segunda parte de la novela, Pamela intenta acomodarse a la alta sociedad y edificar una relación exitosa con su esposo.
Narrada a través de sus cartas y diario , Pamela es considerada como una influencia seminal de la orientación de la novela hacia el análisis psicológico y el autoexamen.
Cuando Richardson comenzó a escribir Pamela, lo concibió como un libro de conducta, tipo de libro que puede ser considerado como el precursor de los libros de etiqueta y de autoayuda actuales. Pero conforme avanzó en su labor, la serie de cartas se convirtieron en una historia. Richardson decidió escribir en un género diferente, la novela. Perseguía un propósito moral, exponiendo un ejemplo de virtud tal como era entendido en el siglo XVIII; pero quería instruir al tiempo que entretenía al lector. De hecho, la mayor parte de las novelas de mediados del siglo XVIII y hasta bien entrado el siglo XIX, siguieron esta tendencia, reclamando legitimidad a través de su capacidad para enseñar y entretener a un tiempo.