En Pagando por ello Chester Brown nos narra sus experiencias con la prostitución. Desencantado del amor romántico tras la ruptura con su última novia, Brown debe solucionar el problema de seguir manteniendo relaciones sexuales tras haber decidido que no quiere volver a tener novia nunca más. Como no es lo suficientemente sociable y atrevido para conseguir mantener relaciones sexuales esporádicas con desconocidas, la única manera de seguir manteniendo relaciones sexuales es recurriendo a la prostitución. Pagando por ello nos ofrece una completa exploración contemporánea del trabajo sexual denunciando todos los clichés asociados a la prostitución (marginalidad, suciedad, drogas y proxenetas). En la obra no sólo describe pormenorizadamente sus encuentros con las prostitutas, sin entrar en detalles morbosos, sino que también refleja todas las discusiones que tuvo con sus allegados (entre ellos Seth y Joe Matt) sobre la prostitución, ya fuesen sus aspectos económicos, personales, morales, éticos.
Pagando por ello: crítica de las declaraciones de un putero
Pagando por ello: crítica de las declaraciones de un putero
Nuestra cultura incentiva que el amor romántico es de algún modo más importante que cualquier otra forma de amor. Solía aceptarlo como cierto, pero ya no. El amor amistoso y el amor familiar pueden ser tan satisfactorios como el amor romántico. A largo plazo son probablemente más satisfactorios.
… una cierta dosis de coraje para hacer este trabajo… nunca sabes con qué tipo de tío te vas a encontrar. Pero hoy, viniendo hacia aquí, se me ocurrió que vosotros, los tíos, estáis tan asustados como nosotras. No sabéis a qué tipo de situación os podéis estar dirigiendo. Por ejemplo ¿y si hay un tío escondido en el apartamento que te pega una paliza? O… no sé, hay un montón de situaciones desagradables. Hay que tener agallas para venir a un sitio como este.
Vale, algunos ilustradores odian la ilustración, pero hay ilustradores a que les gusta el trabajo. Sí, algunas prostitutas odian ser prostitutas pero estoy seguro de que a algunas de ellas les gusta… o al menos no lo ven peor que cualquier otro trabajo.
- El ideal romántico que tenías cuando eras más joven no era un capricho.
- Claro, cuando era un niño creía fervientemente en el amor romántico. Pero no tenía experiencias reales con el sexo o el enamoramiento. Creía en el amor romántico porque mi cultura me decía que tenía que creer en él y porque todos a mi alrededor creían en él. Ahora que soy mayor y he pasado unas cuantas veces por el calvario del ideal romántico, estoy en una posición mejor para evaluarlo que cuando era un adolescente. Ahora puedo ver que el ideal de amor romántico es funesto. El amor romántico provoca más sufrimiento que felicidad.
- Bueno, ¿no le debes a la persona que eras entonces vivir la vida que quería que siguieses?
- Cuando era niño quería ser paleontólogo. ¿Le debo a mi yo más joven abandonar mi carrera de dibujante de cómics para ir a la universidad a estudiar paleontología? Como adulto tengo cero interés en la paleontología. No me voy a convertir en paleontólogo para hacer realidad un capricho infantil… sería idiota.