Blanca sabe que los fantasmas no existen. Ni los aliens. Nada de todo eso existe. Existe su amigo Eric, existe Sam, a quien no veía desde hace tres años y existe Cookiefire, que lee mangas cursis y lo peta en YouTube.
Blanca distingue muy bien qué es real y qué no, pero luego está ese extraño ser que se le aparece y al que nadie más puede ver. ¿Será algún tipo de advertencia?
Por el momento, lo que parecía que iba a ser un día cualquiera ha terminado con un hallazgo macabro: el cadáver de una chica en la playa.