Moll Flanders es uno de los personajes femeninos más fuertes y reconocibles de la literatura universal. Moll es abandonada por su madre al nacer, viéndose obligada a robar y a estafar, hasta dar con sus huesos en la prisión. Al final, Moll resulta ser la heredera de una plantación que le ha dejado su madre en herencia, a modo de gesto redentor.