La esperadísima primera novela de @SrtaBebi. K tiene 19 años y una vida un tanto peculiar. Cuando su padre es asesinado en un ajuste de cuentas, se ve obligada a compaginar sus estudios con un trabajo muy poco convencional: el de recepcionista y chica de los recados en un local de alterne clandestino. Bajo la amenaza de los proxenetas y la asfixia de la deuda, vivirá de cerca los horrores que el sistema de la trata de mujeres conlleva. La experiencia la llevará a gestar una metamorfosis que marcará su paso de la adolescencia a la edad adulta. Las mujeres que allí conoce y la violencia intrínseca al mundo criminal —que también sentirá en sus propias carnes—, hará que comience a pensar en defenderse. Para ello acudirá al club de boxeo de Ram, un chico al que la violencia de género también ha marcado la vida. Pese a las corazas que ambos portan, la curiosidad de este le llevará a interesarse y preocuparse por ella hasta hacerla pensar que quizá sí existan los hombres que aman a las mujeres. Pero un desafortunado suceso hará que las luces de neón comiencen a parpadear".
Lo más leído del libro
Reseña de Memorias de una salvaje, la esperada novela de Srta Bebi
Reseña de Memorias de una salvaje, la esperada novela de Srta Bebi
“Ser mujer es mucho más que buscar a un hombre - le decía muchas veces a su madre -. No es tener coño o parir. Eso son cosas que nos han metido en la cabeza para hacernos pensar que en este sistema giramos en torno a la función de los cuidados. El sistema es una mierda porque lo manejan hijos de la mierda, que nos hunden en la mierda a nosotras, las mujeres. Porque ser mujer es una posición política, mamá. La posición del aguante.”
“ El ejemplo visual era claro: aquellas mujeres no eran mujeres. Ni siquiera eran mano de obra. Eran objetos. Máquinas de hacer dinero guardadas en la bodega, a la espera de ser expuestas cuando el negocio volviera a abrir sus puertas.”
“Las palizas y agresiones aparentemente sin motivo eran algo habitual en la trata de mujeres, pero detrás de esa apariencia superficial se encontraba el motivo real y de mayor peso: el silencio. Conseguir el silencio de las víctimas era esencial.”
“Todas las mujeres somos putas a lo largo de nuestra vida, por una u otra razón. Una es una puta cuando la obligan, es una puta cuando la engañan, es una puta cuando es libre o cuando es esclava, es una puta cuando hace las cosas bien o cuando empieza a hacerlas bien. La sociedad quiere historias de mujeres sumisas, que aman y que sufren porque aman, pero aman amar así.”