Como os comenté anteriormente, Laura Dean me ha vuelto a dejar es una obra por la que puedes pasar por encima de forma completamente superficial o en la que puedes zambullirte en busca de los significados ocultos tras los detalles de las viñetas. En mi opinión, esta es la típica novela gráfica cuyo nivel artístico, impecable edición y actual guion hace que quieras mantenerlo en tus estanterías el resto de tu vida. Como otras obras gruesas y de tapa blanda que nos enamoraron hace tiempo (Piruetas o Cuéntalo), esta editorial no se corta a la hora de reducir el volumen de las páginas necesarias para contar la historia y mucho menos la calidad.
Tener al tándem de Mariko Tamaki con Rosemary Valero-O’Connell en este cómic es un auténtico lujo de dos portentosos talentos equilibrados. Y como viene siendo habitual en mis reseñas de los cómics de La Cúpula, no puedo evitar hacer un llamamiento para que en los institutos este tipo de obras empiecen a repartirse mucho más ya que enseña valores importantes como la amistad, la dependencia emocional o ser fiel a uno mismo.