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La casa de las magnolias

Editorial: La Cúpula
9.5

Amelia ha dejado su trabajo como azafata de vuelo. Aquello era como vivir en ninguna parte. Ahora, aterrizada en el pueblo donde pasó su infancia, el miedo la atenaza. No duerme bien. Vive a la defensiva y se siente atrapada en sí misma. Además, su abuela ha muerto, y hay que vender la casa de las magnolias. Una casa hermosa y amplia y llena de recuerdos. Amelia solo quiere huir, pero tal vez sea momento de quedarse.

Ada, por su parte, ha aceptado una sustitución como profesora de lengua en el instituto de este pueblo perdido. Se le estaba haciendo demasiado difícil convivir con sus padres, a los que acudió tras una ruptura sentimental. Ahora busca alojamiento en este rincón de la Toscana, trata de adaptarse a sus nuevas rutinas e intenta pasar página.

Tal vez, quién sabe, la suma de dos soledades pueda componer una buena compañía. Quizás Amelia y Ada, ambas corazones viajeros, acaben por acostumbrarse la una a la otra, y puede que, de alguna manera, también quizás, algún día todo este dolor nos acabe por ser útil.

Lo más leído del libro

Cuando haces largas distancias, en realidad, no vives en ningún sitio. Pero no estaba mal, me ayuda a no aferrarme a nada.


No sé pedir ayuda. No sé superar la montaña de orgullo que cargo. Me gustaría tener el valor de decir “tengo un problema, ayúdame”. “Me da miedo dormir”. “Me da miedo despertar”. “Tengo miedo constantemente”. Pero si alguien me preguntara cómo puede ayudarme, la verdad es que no sabría qué decir. Ahora mismo ya ni sé qué podría irme bien. Lo único que querría es oír tu voz. En cambio, tu silencio se ha convertido en mi extremidad fantasma. Sufro por algo informe, pero que duele.


El rencor es como una escalera. Apilamos los sucesos como nos conviene para hacerla crecer. Pero cuanto más subimos, menos vemos a la persona contra quien lo sentimos.


Respira. Intenta sentir tu peso. Todas las piezas están en su sitio. Estás en casa.


"Por las mañanas hay un breve instante de paz cuando abro los ojos, y después aparece. Sé qué es. Pero no por qué me sucede. Me busca por debajo de la piel hasta que me encuentra. Es miedo. Es pánico. Es bilis que sube del estómago. Tengo que sentarme en el suelo enseguida. Tengo que encogerme. Porque muy pronto dejaré de sentir las piernas. Mis manos serán trozos de hielo inútiles. Y perderé el control de la persona que creía ser."


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