Flavia Biondi, nacida en Castelfiorentino (Florencia) en 1988, es una historietista italiana formada en la Academia de Bellas Artes de Bolonia. Su trayectoria profesional comenzó con la fundación del colectivo Manticora Autoproduzioni, una iniciativa que reunió a ocho artistas y dio lugar a diversas antologías.
Su obra se caracteriza por la narración de dramas humanos íntimos y el tratamiento de temáticas LGBTQ+. Este enfoque se refleja en títulos significativos como Barba di Perle, L'Orgoglio di Leone y L'importante è finire, publicados por Renbooks, editorial especializada en cómics LGBTQ+.
La bibliografía de Biondi incluye obras destacadas como La generazione (Generaciones), La giusta mezura (Tiempos precarios) y Ruby Falls, esta última en colaboración con la guionista Ann Nocenti para la editorial estadounidense Berger Books.
Sus narrativas gráficas se distinguen por el abordaje de temas sociales y la representación de personajes queer. La artista ha desarrollado un estilo propio que combina la sensibilidad en el tratamiento de las relaciones humanas con una aproximación cercana a las problemáticas contemporáneas.
Entre sus primeros trabajos destaca Tenebre, realizado en colaboración con Francesco De Stena, que marcó el inicio de una carrera caracterizada por la exploración de las complejidades de las relaciones personales y familiares a través del medio del cómic.
Cuando haces largas distancias, en realidad, no vives en ningún sitio. Pero no estaba mal, me ayuda a no aferrarme a nada.
No sé pedir ayuda. No sé superar la montaña de orgullo que cargo. Me gustaría tener el valor de decir “tengo un problema, ayúdame”. “Me da miedo dormir”. “Me da miedo despertar”. “Tengo miedo constantemente”. Pero si alguien me preguntara cómo puede ayudarme, la verdad es que no sabría qué decir. Ahora mismo ya ni sé qué podría irme bien. Lo único que querría es oír tu voz. En cambio, tu silencio se ha convertido en mi extremidad fantasma. Sufro por algo informe, pero que duele.
El rencor es como una escalera. Apilamos los sucesos como nos conviene para hacerla crecer. Pero cuanto más subimos, menos vemos a la persona contra quien lo sentimos.
Respira. Intenta sentir tu peso. Todas las piezas están en su sitio. Estás en casa.
"Por las mañanas hay un breve instante de paz cuando abro los ojos, y después aparece. Sé qué es. Pero no por qué me sucede. Me busca por debajo de la piel hasta que me encuentra. Es miedo. Es pánico. Es bilis que sube del estómago. Tengo que sentarme en el suelo enseguida. Tengo que encogerme. Porque muy pronto dejaré de sentir las piernas. Mis manos serán trozos de hielo inútiles. Y perderé el control de la persona que creía ser."