Así que sí, Historia de la violencia puede que no me haya encantado mientras la estuviera leyendo, pero me ha dejado rumiando y pensando, masticando su significado, preguntándome si hay tanta gente así como Édouard, carente de deseos de venganza tras una acción tan brutal contra él mismo.
Y me pregunté a mí misma… ¿y si es así? ¿Y si Historia de la violencia es realmente lo que su nombre indica? Que a lo largo de las guerras y de la historia siempre hay un loco, y siempre queda el cordero.