Eso no quiere decir que la novela sea mala. Götterdämerung es entretenida. Es una obra de aventuras con un poco de fantasía entrelazada que por su tono le gustará mucho a los amantes del manga shonen, del steampunk o de las obras cinematográficas de Tim Burton. La introducción de la Alta Poesía como forma de “hechizo” es extraño y cuesta acabar de digerirlo porque el libro no se moja en mostrarnos esos versos con los que Viktor revienta la puerta de una cárcel o con los que hace todas las maravillas posteriores, pero sin duda sirve como obra de acompañamiento.
Quizás es que yo esperaba mucho más de él. Quizás es que la edición tan majestuosa te vende una obra inolvidable que lamentablemente se convierte solamente en un entretenimiento momentáneo.