Por lo demás, el estilo frío y narrativo de Heredia me encanta precisamente porque demuestra lo enormemente documentada que está la obra, aunque eché un poquito de menos más anécdotas como las que intercala de vez en cuando (como la historia del potencial suicidio de Anno o de Miyazaki haciendo que un grupo de jóvenes animadores le limpiaran la casa).
Sin embargo, está claro que esta es una obra de referencia y de culto que todo amante del anime debería tener. Tras leerla un par de veces, me quedo con ganas de repetir en el futuro y de echarle la mano encima a Anime! anime!, su primera obra de ensayo sobre el tema de la animación japonesa publicada también por Diábolo Ediciones.